7.03.13

Cónclave: Desde México el "outsider" latinoamericano

A las 10:26 AM, por Andrés Beltramo
Categorías : Sucesión Papal

Del Vatican Insider

El Cónclave está a la vuelta de la esquina y aunque los cardenales parecen no tener prisa en elegir al sucesor de Benedicto XVI, ya piensan en perfiles y nombres concretos. En las últimas horas una figura latinoamericana ha captado la atención en los encuentros informales entre purpurados. Un grupo de electores estarían dispuestos a promover un “outsider” mexicano. Se trata de José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara.

En algunos círculos diplomáticos, ligados a la Curia Romana, no le verían mal como Papa. Sus promotores creen factible que logre consensos y por ello están haciendo circular su nombre. De todas manera son conscientes que resulta para él un verdadero desafío captar los votos suficientes para sobrepasar la barrera necesaria de los dos tercios del cuerpo electoral.

Nacido en la población de Mascota, en el católico estado mexicano de Jalisco, cuenta con 63 años. Desde el 7 de febrero guía una de las arquidiócesis más importantes de América Latina, tras haber dirigido la circunscripción eclesiástica de Monterrey. Hombre de bajo perfil, que no gusta de la excesiva exposición pública, Robles Ortega ha cultivado una carrera siempre en ascenso.

Su formación en los seminarios de Autlán, Guadalajara y Zamora la completó con estudios en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Fue primero obispo auxiliar de Toluca y después titular de la misma diócesis hasta que, en enero de 2003, Juan Pablo II lo designó como arzobispo de Monterrey.

Debió esperar el cambio de pontificado para recibir el birrete colorado. Benedicto XVI lo creó cardenal durante el Consistorio público del 24 de noviembre de 2007. A diferencia de otros purpurados de su generación, no fue incluido inmediatamente por el Papa en dicasterios clave de la Santa Sede. Sólo fue designado como miembro de la Pontificia Comisión para América Latina.

En la Iglesia mexicana Monterrey no es lo mismo que Guadalajara, aunque las dos son sedes cardenalicias. La primera es una arquidiócesis sin tradición, la segunda cuna de santos y de mártires. Al convertirse en arzobispo en Guadalajara, Robles Ortega tomó el mando de una demarcación eclesiástica prolífica, donde se encuentra el seminario con mayor número de aspirantes al sacerdocio del mundo.

El viernes 29 de junio de 2012 estuvo en Roma para recibir la insignia litúrgica del Palio de manos de Benedicto XVI. Durante la celebración de la misa por la festividad de los santos apóstoles Pedro y Pablo ocupó un puesto especial. Se ubicó a la izquierda del Papa en el altar mayor de la Basílica vaticana. Pronunció en latín varios pasajes de la ceremonia y abrazó al pontífice a la hora del saludo de la paz.

Un día después, el sábado 30, volvió a ser noticia. La sala de prensa de la Santa Sede anunció su elección como uno de los tres presidentes delegados de la posterior asamblea general del Sínodo de los Obispos, que se realizó del 7 al 28 de octubre en El Vaticano.

Junto a Robles presidieron los trabajos de esa cumbre los también cardenales John Tong Hong, obispo de Hong Kong (China) y Laurent Monsengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa (República Democrática del Congo). Durante el Sínodo dejó una buena impresión, por su estilo sobrio pero decidido. Un precedente que podría pesar en el Cónclave.