Da su opinión sobre como ha de ser el próximo Papa

José Bono acusa a la Iglesia de ser una madrastra por oponerse al matrimonio homosexual

 

El expresidente del Congreso José Bono ha asegurado este miércoles que la Iglesia necesita un Papa «cercano y sencillo» pero «con vigor que pueda meter a la Curia en vereda». Además, ha acusado a la Iglesia en España de comportarse como madrastra al oponerse al matrimonio homosexual. «No creo que Cristo pueda condenar a la infelicidad y a la desesperación a dos personas porque se quieran. No fueron misericordiosos», ha afirmado.

13/03/13 5:59 PM


(EP) Bono, en una entrevista en la cadena SER recogida por Europa Press, ha recordado que el Observatorio Romano reconoció que el pontificado de Benedicto XVI fue como el de «un pastor rodeado de lobos» y por este motivo, es necesario que su sucesor «dedique tiempo a gobernar».

«A algunos cardenales yo les escuché decir que Benedicto XVI se pasaba el día leyendo y escribiendo y eso está muy bien pero para un monje, un Papa tiene que dedicar tiempo a poner orden y a que los mayordomos no le roben papeles», dijo Bono en alusión al caso Vatileaks.

Al ser preguntado por su opinión sobre las protestas que encabezaron los obispos en España en la etapa de los socialistas, Bono ha asegurado que le causaban indignación. «Ver a los obispos en las manifestaciones contra el gobierno, animando a que se llenasen las calles me producía indignación porque quizás la misión del obispo es llenar las iglesias y los seminarios que los tienen vacíos», ha añadido.

Según ha afirmado, la consecuencia extraída de aquellas manifestaciones es que «los obispos españoles están más en la órbita ideológica del conservadurismo de la derecha» lo que le ha producido «incomodidad».

El exdirigente socialista ha aludido también a la posición contraria de la Iglesia al matrimonio homosexual. «Cuando se aprobó en España la Iglesia tuvo una actitud no de madre sino de madrastra y defendía el matrimonio de una forma que hasta podría ser ofensiva», ha dicho Bono.

En este sentido ha recordado que «el matrimonio es una comunidad de afectos y de cariño y si dos personas no se quieren ya puede un cura echarles agua bendita, aunque sea a jarros, que allí no hay matrimonio». En su opinión, «no creo que Cristo pueda condenar a la infelicidad y a la desesperación a dos personas porque se quieran. No fueron misericordiosos», ha concluído.