19.03.13

"Cuarto milenio" y las brujas de mi pueblo

A las 12:19 PM, por Jorge
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Hace unas semanas me llegó la invitación para participar en uno de los programas de “Cuarto milenio”, que emite la “Cuatro” y que se dedica al ocultismo, los enigmas y las cosas raras. La razón es que querían hablar de unas supuestas brujas de mi pueblo, Miraflores de la Sierra, sobre las cuales un servidor había publicado alguna cosa. Evidentemente que dije que no. Soy poco dado a medios de comunicación y si encima es para hablar de ocultismo, sacar la inquisición, explotar el morbo y vivir de montar enigmas pues más a mi favor.

El caso es que se hizo el programa y se emitió este pasado domingo por la noche. Hoy he podido ver el reportaje de esa supuesta bruja gracias a un paisano que ha tenido a bien colgarlo en su facebook. La historia se presenta afirmando que “en el pueblo madrileño aún la recuerdan con temor y aseguran que a los que maldecía acababan secándose en vida”, para añadir en el reportaje que los que han investigado su vida han acabado mal.

Así se escribe la historia y así se manipula a la gente para hacer creer lo que jamás existió. Pero la tele es la tele y ya sabemos que para mucha gente la tele es palabra de Dios.

Pues parece que efectivamente hubo acusaciones de brujería contra una mujer del pueblo ¡en 1644! de la que, como prueba de sus maldades, decían que si echaba maleficios a los vecinos y que en una ocasión la vieron desnuda por el campo, a lo que la pobre alegó que sí, pero que era para quitarse las pulgas. Un proceso de nada tan de nada que acabó en un pequeño destierro del municipio por poco tiempo.

Pero claro, hay que hacer programa y vender morbo porque si no ¿de qué vive una televisión? Te coges cualquier sucedido, lo adornas con tu imaginación, dejas un par de interrogantes, sugieres que podría suceder y hale, programa hecho y la gente tan contenta, porque no hay nada mejor que hablar justo de lo que menos nos interesa. No vamos a hablar de familia, valores, respeto a la vida, justicia, solidaridad, honradez. No, no sea que resulte molesto. Mejor hablamos de las brujas de Miraflores, de la cabra alada de Kazakistán, del muerto viviente de Patagonia o las voces increíbles de la noche manchega. No molesta, no te complica la vida y siempre entretiene.

Lo del programa de cuarto milenio es de risa. ¿Así que en el pueblo la recuerdan con temor y se niegan a hablar de ella? En el pueblo ni se sabe quién es ni importa. Y si la gente no habla del asunto es por desconocimiento y porque le importa lo mismo la bruja María que el burro Perico. Y ya lo mejor es hacernos creer que en torno a la buena mujer existe una maldición que cualquiera diría que a su lado la de los faraones se queda chiquita. Nos contaron que los que han intentado escribir del asunto han sufrido toda clase de males, incluso que uno había muerto. Pues ya ven, lo del muerto es verdad. Porque el primero que publicó algo sobre el tema lo hizo en un libro editado en 1953 y lleva muerto años, pero no por la bruja, sino por ley de vida. Lo otro para nada. La prueba es un servidor.

Me conozco el proceso de la pobre María Manzanares, alias la bruja. Me lo he zampado enterito en su documentación original en el archivo histórico nacional. He escrito sobre el asunto y aquí servidor tan campante, esperando la visita de doña María.

Pues nada, así se hace la televisión. Un proceso sin mayor interés, se le adorna con la maldición y el temor de los vecinos y has rellenado un cuarto de hora. Ver para creer.