20.03.13
¡Esto es un desierto!: medios de comunicación presuntamente católicos
Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
¿Cuándo Dios te ha exigido algo que no seas capaz de hacer?
Y, ahora, el artículo de hoy.
Como diría el hereje César Vidal: corría el día 15 de marzo del año 2013 cuando, en su programa, el periodista Federico Jiménez Losantos ejerció lo que tiene de crítico para meterse con el Papa Francisco.
Dijo, más o menos, que lo del Papa es puro teatro. Es decir, que aparezca como una persona humilde, que lo es, para Losantos es, más o menos, una pantomima para engañar a incautos. Añadía, para hacer más gracia, que si habría que ver si ahora querría vestir a los cardenales de vaqueros y que no se imaginaba al cardenal Cañizares vestido de tal guisa. Ja, ja y ja.
Pero dijo más. Dijo, que lleva 3 días y “ya va de Juan XXIII”. Esto lo dice porque, como sabemos, al Beato Juan XXIII se le tenía por persona afable y amable y cercana al pueblo que, ¡qué cosas! parecen características propias del Santo Padre. Al parecer no le gusta mucho a Losantos la persona del Beato y, claro, pone en el mismo nivel al Vicario de Cristo.
Ahora resulta que su programa de la mañana va a salir, vamos que ya sale, por las pantallas de Intereconomía.
Es más que posible que a nadie le extrañe esto porque desde hace tiempo había, digamos, relaciones entre Intereconomía y Federico Jiménez Losantos que, incluso, salía en el programa “El gato al agua” que emite en la franja horaria de la noche la televisión de Julio Ariza. Sin embargo, no me negarán ustedes que es bastante asqueante que puedan pasar cosas como ésta.
Dice Losantos, siempre lo ha dicho, que es verdad, que no es creyente. Pues, para no serlo, parece que le importa demasiado lo que pase en la Iglesia católica. Criticar se puede criticar todo como, por ejemplo, que vaya a ensuciar con su actitud una casa a la que el que esto escribe tenía por buena y benéfica para España y para la Iglesia católica. Se ve que lo mejor para tal casa es que quien malmete en contra de la Esposa de Cristo aparezca en sus programas o su programa aparezca en Intereconomía. Lo único que falta es que le dejen la hora de la noche a César Vidal que, como sabemos, tiene un amor mejorable por la Iglesia católica…
¿Dejan que una persona que se dedica a insultar a personas de forma pública (en un libro a medias con el hereje César Vidal) se apodere de mucho tiempo de Intereconomía sólo para hacer caja?
¿Dónde la honra? ¿Prefieren los barcos? Pues se quedarán sin barcos y sin honra.
Y luego, lo otro.
De inmediato, rápidamente y como resultado de la puesta en práctica de un resorte de seguridad del alma, ha habido comentarios en el sentido de este jaez: “pues yo me voy a 13TV”. Esto lo han dicho, y seguramente pensado, muchas personas porque creen que si Intereconomía deja entrar en su televisión de una forma tan notable (3 horas de su programación estarán ocupadas por el periodista de Teruel) a Losantos, pues habrá que emigrar a otro sitio donde sean católicos.
¿Y se van a 13TV?
Desierto, lo que hay en España, en materia de medios de comunicación católicos, es puro desierto. Y, con franqueza, si hay que estar viendo una televisión, la una y la otra, con la nariz tapada, lo mejor es dejar de verlas ambas.
Eleuterio Fernández Guzmán