29.03.13

Un lector me pide el secreto

A las 1:11 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General

En la tarde del Jueves Santo, un lector de este Blog El Olivo, ha dejado en mi correo electrónico una misiva. Indica que le hubiera deseado colocarla en los comentarios, pero que ha preferido que sea quien firma este post, quien decidiera publicarla o no. La doy a conocer porque es un sereno análisis, es un recuerdo de la Cruz en el Viernes Santo, y la cuelgo tal cual.

Eso sí, guardo su mote por decisión puramente personal mía.

“Llevo leyendo este blog más de tres años. He notado cómo, usted don Tomás, permite que los comentarios salgan tal cual los escribimos los que entramos a dejarlos. Esto en parte es una ventaja que no encuentro en otros blogs, donde nos dirigen como si fueramos unos niños de pecho, controlando y guiando nuestras opiniones. Pero, bueno, cada bloguero tiene sus costumbres.

A, usted, le he visto cómo se coloca en la línea de la actualidad situándose en el filo más delgado de la misma. Esto tiene sus ventajas y sus incovenientes. Creo que más de lo primero que de lo segundo. Por eso su blog atrae a lectores ávidos de esa frágil forma que, usted, expresa en pocas líneas con su forma desenvuelta de escribir.

Entre los incovenientes, he notado cómo sus comentaristas entran a saco cuando piensan que, usted, no tiene razón en tales o cuales aspectos.

Sin perder la compostura, usted, tiene unas tragaderas demasiado grandes. Nunca la emprende contra nadie. Opta por el silencio obsequioso. Me pregunto cual es el secreto que, usted, posee para no salir abriendo la caja de los truenos contra tales o cuales personas.

Eso sí, en su día leí, que nunca dejará pasar a quien le ofenda de forma personal. Me parece natural y humano.

Mantengo mi interrogación: ¿Dónde apoya, usted, su calma, su serenidad, su tranquilidad, que coloca de los nervios a muchos y muchas de las personas, hombres o mujeres, que entramos y dejamos tras un mote una declaración que le anula a usted a la nada mas la nada igual a la nada?.

No sé la respuesta. Imagino que, desde la fe en Cristo, será en Él, en quien, usted, sitúa su persona entera para disponer de unas espaldas amplias en las que soportarnos, me incluyo yo el primero, sin perder nunca los papeles.

Tengo ganas, don Tomás, de leerle cabreado, perdone el adjetivo, ¿cómo es, usted, cuando se enfada?.

Sería tema de un post. Se lo dejo aquí, como sugerencia.

Vale, acabo. Rezo por usted para que Dios le ayude como hasta la fecha. Cuente con mi amistad en cuya cimentación me sitúo para escribirle estos pensamientos deslabazados…..”

No existe ningún secreto amigo. Solamente vivo con alegría mi vida sacerdotal de servicio pastoral en este Blog El Olivo, donde nunca me escondo para expresar el mensaje cristiano. Unas veces lo consigo y otras no. No hay nada más.

Agradezco tus palabras que son una ayuda para seguir clavado en la Cruz, hoy Viernes Santo, al lado de Cristo Salvador de toda persona de buena voluntad entre los que incluyo a los lectores que ponen sus ojos sobre los post diarios.

Muchas gracias a todos.

Tomás de la Torre Lendínez