5.04.13

¿Hizo el servicio militar el arzobispo de Granada?

A las 12:17 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General

En toda la diócesis de Granada, y de la anterior Córdoba, donde estuvo monseñor Javier Martínez, dejó unas contradicciones palmarias en sus acciones pastorales.

Es cierto que sus paradojas son menos, pero sí son sonadas y coreadas, mientras sus actuaciones pastorales educativas diocesanas e internacionales son silenciadas y solamente las ven una minoría de curas y laicos. Una triste pena.

El pasado Viernes Santo a monseñor Martinez le debieron calentar la cabeza y cometió un error de bulto: prohibió la entrada de las fuerzas armadas que hacían la presidencia militar y el acompañamiento a la imagen del Santo Entierro de Cristo, en la catedral granadina, con la peregrina razón de que iban armados con fusiles.

Era la primera vez que tomada esa decisión en todos los años que lleva en la ciudad de la Alhambra.

Ante esta disposición del arzobispo de Granada, el teniente general jefe del Mando y Adiestramiento y Doctrina (Madoc) del Ejército de Tierra, Francisco Puentes, presente en el cortejo procesional de la capital granadina, mostró su asombro, ya que esta situación es habitual en otras ciudades y está permitido por las ordenanzas militares. La escuadra de gastadores marchaba, como es preceptivo, con el fusil «a la funerala», es decir dirigido hacia el suelo.

Los soldados abandonaron el templo y el asunto quedó en esa horrenda contradicción episcopal.

¿Que ha ocurrido ahora?.

El arzobispo con su decisión ha dado munición, nunca mejor dicho, para que las Comunidades Cristianas Populares y otros colectivos reunidos a la misma sombra, estén muy contentos y hayan escrito un comunicado que coloco a continuación integro:

“Los miembros de las CCP de Granada y Andalucía NOS ALEGRAMOS de la decisión del Sr. Arzobispo de NO PERMITIR la entrada de militares armados en la catedral de Granada.

Pensamos que las armas y quienes las utilizan son instrumentos para la guerra y la violencia, contrapuestas al mensaje de paz y no violencia de Jesús de Nazaret.

Tampoco entendemos qué pintan en las procesiones los desfiles y representaciones militares, políticas, empresariales, adornadas con himnos asociados a los rancios tiempos de nacional catolicismo…

No entendemos una Semana Santa más centrada en el desfile, el exorno, el turismo, la estética, lo emocional, la caridad, en vez de en la Justicia y la denuncia del sistema capitalista y las estructuras injustas que provocan un mundo de desigualdades y excluidos.

Nos gustaría una Semana Santa y una Iglesia MUCHO MÁS EVANGÉLICA, donde las manifestaciones públicas fueran expresión de las situaciones de opresión de nuestro pueblo (desempleo, desahucios, conculcación de los derechos humanos en la sociedad y en la misma iglesia) y de denuncia abierta de la corrupción política y también religiosa, que en definitiva fueron los poderes que llevaron a Jesús a su ejecución.

Una Iglesia y una Semana Santa anuncio de Solidaridad, Justicia, Paz, compromiso con los últimos, expresión de razones y acciones para la esperanza en un mundo nuevo, mucho más humano y fraterno, que en definitiva es lo que significa resucitar cada día en esta tierra y este mundo.

Entendemos que el verdadero templo de Dios es cada persona, no las iglesias y catedrales, de ahí el carácter sagrado de cada ser humano. Y así propugnamos la defensa de sus derechos a una vida digna, en paz, de sus necesidades básicas, educación, sanidad, vivienda. Es la llamada a RECUPERAR LOS PASOS PERDIDOS, que Jesús de Nazaret propone a todos los que deciden seguirle.

COMUNIDADES CRISTIANAS POPULARES DE GRANADA Y ANDALUCÍA.

En Granada, por Pascua Florida de 2013.

“Podrán cortar todas las flores pero NO detener la Primavera…””

Conclusión

Con esta situación el ruido en Granada ha crecido mucho. El ambiente está irrespirable. El arzobispo se ha equivocado a mi leal saber y entender. En la sociedad granadina católica se oyen voces de todos los tonos y colores.

Fuentes:

Noticia de la decisión del obispo está aquí.

El comunicado de las CCP está aquí.

Tomás de la Torre Lendínez