Católicos
22 de abril del 2013

Vea el testimonio de una familia misionera del camino neocatecumenal en Siberia, protagonista de ‘Qué hago yo aquí’, de Cuatro

Juan Ricart, barcelonés, y su mujer, Cecilia, pertenecen al camino neocatecumenal. Lo  dejaron todo para ofrecer su vida como misioneros junto a su familia. Su labor diaria es la de ser ejemplo de familia cristiana en Siberia.


 

Laicos, sacerdotes, familias con niños pequeños y comunidades enteras viven en este itinerario de renovación bautismal la vocación misionera de evangelizar por todo el mundo Viven como misioneros en una de las ciudades más frías del mundo desde hace cuatro años. Juan y Cecilia, de Barcelona y Madrid, respectivamente, residen en Barnaul, en la estepa siberiana. Acompañados de sus seis hijos (uno de ellos con Síndrome de Down) dejaron su acomodada vida en España para mostrar en Rusia cómo es una familia cristiana. En eso consiste su misión.

La familia de Juan Ricart paga 500 euros por el alquiler de su casa de tres dormitorios. Por eso, a parte de su labor como misionero, Juan se gana la vida y la de su familia como chófer en Siberia y cuenta que "los coches en Siberia cuando llegan a la temperatura de -20 Cº disponen de un sistema de autroarrancado que evita que se congele el motor ".

A parte de este pequeño trabajo, la Juan y Cecilia nos cuentan que en muchas ocasiones han tenido que "recurrir a la ayuda de amigos y veciones para poder llegar a fin de mes".

Estos dos jóvenes pertenecen al Camino Neocatecumenal, una iniciación cristiana de adultos para formarse y madurar en la fe. Pese a la dura experiencia, se muestran felices y confiesan que "Dios nos ha preparado este sitio y es lo mejor que nos podia tocar. Estábamos dispuestos a ir donde fuese".