A propósito de las primeras comuniones

El arzobispo de Toledo critica que algunos padres ven la parroquia «como una estación de servicio»

 

El arzobispo de Toledo, monseñor Braulio Rodríguez, asegura que son los padres los responsables principales de que la participación de los niños en la Eucaristía «no se reduzca a la misa festiva de la primera comunión», como una celebración «de tradición o consumo religioso». Agradece a los sacerdotes y catequistas que colaboran en «el despliegue normal de la iniciación cristiana», y exhorta a los padres a continuar participando con sus hijos en la Eucaristía dominical parroquial.

05/05/13 7:57 AM


(EuropaPress) El arzobispo de Toledo, monseñor Braulio Rodríguez, ha admitido que hay «algunos problemas serios» con padres que «siguen sin superar» que ciertas celebraciones cristianas en la vida de los hijos no son cuestión «de tradición o consumo religioso» y conciben la parroquia «como una estación de servicio o una gran superficie o un autoservicio» donde comprar o elegir lo que «más gusta o apetece».

En su escrito semanal, recogido por Europa Press, y a propósito de la iniciación a la Eucaristía de los niños de 8 ó 9 años que estos días reciben la primera comunión, monseñor Rodríguez asegura que aunque se puede ser «todo lo comprensibles posible», lo que no se puede aceptar «es que valga todo en este campo tan vital de la iniciación cristiana».

«La primera vez que un niño recibe a Jesús sacramentado debe ser un acontecimiento porque no empieza y acaba en sí mismo», explica el arzobispo, que asegura que son los padres los responsables principales de que la posibilidad de recibir a Jesús sacramentado «no se reduzca a la misa festiva de la primera comunión».

«Ellos se deben comprometer a ayudar a que sus hijos se acostumbren a celebrar, desde ese momento, la Eucaristía en domingo», porque ese es «el despliegue normal de la iniciación cristiana», convencido de que muchos padres «entienden la primera comunión como si estuviera separada de esa celebración dominical, encerrada solo en un día de fiesta».

En este sentido, el arzobispo felicita a los padres que sí quieren vivir este acontecimiento «como lo quiere la Iglesia» y también agradece la labor de los catequistas y sacerdotes de las parroquias, a los que pide que enseñen «bien» a los niños cómo recibir a Jesús sacramentado «sin precipitación, sin prisas, tomando la sagrada forma y rezando enseguida que vuelvan a sus sitios».