7.05.13

UPAEP, en busca de la identidad (casi) perdida

A las 11:59 AM, por Andrés Beltramo
Categorías : Iglesia en México

La UPAEP cumple 40 años. Fundada por un valiente grupo de fieles católicos en 1973, con el pasar de los años la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla creció hasta llegar a convertirse en referente (incluso internacional) en diversos campos. Pero no todo ha sido miel sobre hojuelas en su joven existencia. Un agresivo plan de expansión desarrollado en los últimos tiempos ha puesto en riesgo su espíritu fundacional. Ahora tiene una oportunidad de oro: retomar el camino y recuperar la identidad perdida.

Este martes 7 el campus central acogerá a Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo de la Cultura del Vaticano. El cardenal italiano se encuentra en México en una gira que comenzó la víspera en Monterrey y continuará los próximos días con debates públicos en la capital del país.

Su agenda en Puebla comenzará con una misa que estará concelebrada por el arzobispo local, Víctor Sánchez Espinosa y otros sacerdotes. Tras el rito tendrá lugar la consagración de la comunidad universitaria a la Virgen de Guadalupe. Como en los viejos tiempos, diríamos algunos de los universitarios. Porque la UPAEP es mi alma mater, se de lo que hablo. Y por diversas razones, desde hace ya algunos años, las ceremonias religiosas como punto de referencia y encuentro de los estudiantes habían desaparecido. Quizás algunos de los directivos pensaban que era mejor “no imponer” creencias. Tal vez.

Volviendo a la visita de Ravasi, hacia el mediodía está prevista la entrega del doctorado honoris causa al cardenal. Tocará a la secretaria de la Junta de Gobierno de la institución, Lilia Regordosa Valenciana, la lectura del acuerdo. El rector Alfredo Miranda López presentará al candidato, que expondrá su tesis (en realidad es una conferencia), y luego el mismo funcionario le aceptará su ponencia.

El otorgamiento del grado correrá a cargo del rector y de Francisco Emmelhainz Naveda, presidente de la Junta de Gobierno. Todo concluirá con el himno universitario y la despedida del presídium. El acto durará poco más de una hora. Luego seguirá una comida en el Hotel Presidente Intercontinental.

Detalles aparte, lo más interesante de todo es el tema de la tesis que presentará Ravasi: “Repensar la universidad desde la perspectiva del diálogo fe y cultura”. Un título que bien parece una declaración de intenciones. La búsqueda de esa identidad perdida. Una identidad no completamente abandonada, claro está. Porque la universidad tiene un ADN que nadie puede extirpar. Pero ese espíritu efectivamente se ha distorsionado en algunos de sus aspectos por decisiones administrativas, organizativas y de gestión.

El asunto es complejo, pero los resultados están ahí a demostrarlo. Es cierto que la institución ha crecido de manera exponencial, en número de alumnos, edificios y laboratorios. ¿Lo hizo igualmente en calidad? Eso lo podrán juzgar los universitarios. Lo que puede comprobarse con facilidad es un viraje de personalidad, no siempre exitoso.

En 10 años un claustro con una original vocación humanística decidió consagrarse, casi en cuerpo y alma, a las disciplinas técnicas. Se reforzaron y multiplicaron las ingenierías mientras la filosofía y las ciencias políticas estuvieron a punto de cerrar, aunque sobrevivieron a último momento.

“Las exigencias del mercado”. Parecía una buena excusa para sustentar una apuesta institucionalmente legítima, pero que –en la práctica- terminó por modificar en forma drástica las prioridades internas. Salvo encomiables esfuerzos personales, la investigación en humanidades terminó siendo casi nula, la publicación de libros y estudios en estos temas alcanzó un mínimo histórico, se perdieron catedráticos de alto nivel.

Mutaciones como esa se han manifestado, por ejemplo, en áreas clave como Asuntos Estudiantiles, las preparatorias y escuelas adscritas, Pastoral Universitaria. Se operó un desmontaje no indiferente a secciones que constituían el alma del ser UPAEP, creando de hecho un panorama difícil para el logro del compromiso de la llamada “visión 2015”, establecido hace ya varios años atrás: “Crear corrientes de pensamiento y formar líderes que transformen a la sociedad”.

Aunque no todo está perdido, porque hablamos siempre de una gran universidad, con proyección e iniciativas específicas dignas de reconocimiento. Empero un cambio de ruta se impone. No para volver al pasado, sino para construir el futuro. Porque no siempre más es mejor, en especial cuando se requiere fidelidad a una misión entre mil dificultades. Incluso a contracorriente.

Serafines susurran.- Que la agenda de Ravasi en Puebla continuará la tarde de este martes con una conferencia en el Seminario Mayor Palafoxiano del título: “La pastoral de la cultura”. Será un momento de encuentro con seminaristas y sacerdotes. Después el cardenal cenará en privado y dormirá en la casa del arzobispo.

El jueves 8 de mayo se trasladará hasta la Ciudad de México donde participará en la presentación y diálogo sobre el documento del Episcopado Mexicano “Educar para una nueva sociedad”. A las 11:00 en el Museo Soumaya será recibido por los cardenales Norberto Rivera y José Francisco Robles Ortega. Su disertación tendrá como título “La emergencia educativa: por una educación más humana y más realista”. Durante el encuentro intervendrán personalidades como el arzobispo de Morelia, la directora del Instituto Politécnico Nacional, el presidente de la Coparmex, el senador Juan Carlos Romero Hicks, el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor y el nuncio Christophe Pierre.

Ese día, por la tarde y en el mismo lugar, se desarrollará el encuentro del “Atrio de los Gentiles” sobre el tema “laicidad y trascendencia”. Ravasi tendrá una breve apertura sobre dos preguntas: “¿Se puede concebir una cultura sin la pregunta sobre Dios? ¿Se puede hacer cultura, en una dinámica de inmanencia negativa?”.

En su último día de actividades el presidente del Pontificio Consejo se convertirá en el primer cardenal en ser acogido en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), templo del laicismo (anticatólico) más rancio en el país. Al mediodía impartirá la conferencia “La sabiduría en la literatura del antiguo cercano oriente” en el auditorio del Instituto de Investigaciones Filológicas mientras, por la tarde, tendrá un diálogo con profesores de las facultades de filosofía, filología, sociología y ciencias. Este último en el Instituto de Investigaciones Filosóficas. Como en los barrios peligrosos, el purpurado entrará en terreno minado gracias a un lugareño: el profesor Guillermo Hurtado, ateo. ¿Evitará así episodios desagradables? Veremos.