7.05.13

Argentina: el sucesor del "obispo infiel"

A las 11:18 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Iglesia en América

Del Vatican Insider (IT)

El “obispo infiel” de Argentina ya tiene sucesor. El Papa designó este lunes a Fernando Maletti como el nuevo pastor de la diócesis de Merlo-Moreno, a las afueras de Buenos Aires. Él ocupará el puesto de Fernando María Bargalló, quien dejó la guía de esa demarcación eclesiástica de manera imprevista en junio de 2012 tras la publicación en la prensa de unas embarazosas fotografías suyas con una mujer en una playa mexicana. Un escándalo que dio la vuelta al mundo y le provocó más de un dolor de cabeza al entonces arzobispo Jorge Mario Bergoglio, hoy Francisco.

Maletti, de 64 años, hasta ahora se desempeñaba como obispo de San Carlos de Bariloche. En 2001, cuando Juan Pablo II lo designó responsable de esa diócesis, fue Bergoglio el responsable de conferirle la ordenación episcopal. Por lo tanto lo conoce bien, es un hombre de su confianza.

Nacido de la capital argentina, todos sus estudios eclesiásticos los curso en los seminarios de esa ciudad, el menor y el mayor. Ordenado sacerdote el 24 de noviembre de 1973, gran parte de su ministerio lo desarrolló en Buenos Aires. Fue vicario parroquial, secretario de vicaría, párroco, decano y miembro del Consejo Presbiteral; miembro de la Comisión Arquidiocesana de Liturgia, del Colegio de Consultores, juez del Tribunal Eclesiástico Interdiocesano Bonaerense y vicepresidente de Cáritas-Buenos Aires.

En 1992 fue trasladado a San Carlos de Bariloche como obispo. En la Conferencia Episcopal Argentina es miembro de las comisiones de Pastoral Aborigen y de Ayuda a las Regiones Más Necesitadas.

Ahora sustituirá a Bargalló, caído en desgracia el 19 de junio de 2012. Ese día, el entonces obispo de Merlo-Moreno, fue abordado por un periodista que le mostró una secuencia de fotografías de él en compañía de una bella y madura mujer, ambos en traje de baño y disfrutando del mar. Imágenes que datan del año 2011 y fueron captadas en el lujoso complejo Villa Puerto Ángeles de Puerto Vallarta, en el Pacífico mexicano.

Ese mismo día la agencia AICA, de la Conferencia Episcopal Argentina, emitió un comunicado en el cual Bargalló sostuvo que la mujer retratada era una amiga de su infancia, pero negó haber mantenido una relación amorosa con ella. Un par de días después, en medio de una gran presión, finalmente reconoció haber mantenido una relación sentimental y anunció su renuncia.

En su momento hasta Roma llegaron dos explicaciones al golpe mediático contra el “obispo infiel”: una política y otra eclesiástica. Como la aventura de los amantes se había fraguado en el más estricto secreto, el responsable de la filtración debió apelar al espionaje para interceptar los detalles, organizar un seguimiento, obtener las fotos y entregarlas a la prensa.

La tesis política sostenía un supuesto complot urdido por estructuras de gobierno a las cuales Bargalló habría resultado incómodo, especialmente por sus discursos como presidente de Cáritas Argentina. Mientras la pista eclesiástica veía en la filtración una efectiva maniobra para bloquear definitivamente al obispo de Merlo en sus posibilidades para sustituir como arzobispo de Buenos Aires a Jorge Mario Bergoglio, que en diciembre anterior había presentado su renuncia por límite de edad.

Lo cierto es que el caso Bargalló supuso numerosas críticas contra el cardenal, hoy Papa Francisco. Sobre todo por una misa que presidió el 29 de junio ante una repleta catedral de Moreno. En una especie de despedida al obispo ausente sostuvo:Hay una tristeza que hace que hoy la Iglesia no pueda festejar como quisiera estos 15 años donde se hicieron tantas cosas bajo la guía del pastor. Trabajó para los pobres y esto le valió la persecución. Trabajó también por los ancianos y para escuchar a los chicos. Hoy tenemos a la Iglesia unida, humanitaria y misionera y venimos a dar gracias por estos 15 años caminando juntos”. Esas palabras no gustaron en diversos círculos católicos, ni en Argentina ni en la Santa Sede. Pero ahora son cosa del pasado.