Católicos
08 de mayo del 2013

“Pueden excomulgarme pero no voy a irme”. El ‘parroco’ de San Carlos Borromeo de Vallecas habla de ‘absurdo celibato’, aborto y vocación

'Así en la tierra. La iglesia de los que no se callan' es el titulo del libro que Enrique Castro, 'párroco' del centro pastoral de San Carlos Borromeo del barrio madrileño de Vallecas,  ha publicado con la colaboración del escritor Marçal Sarrats Ferrés.  Un polémico libro que refleja las ideas de este sacerdote sobre temas muy importantes de la actualidad religiosa y social.


 

En este libro el que ya es conocido como el cura rojo, responde así a los que se preguntan porqué sigue en la iglesia si no está 'a gusto': "En mi familia hay cosas que no me gustan y no me voy. Tengo sus genes y  tengo su cariño. Pueden excomulgarme, si quieren. Pues que lo hagan, porque  yo no voy a irme. Que me excomulguen por intentar seguir a Jesús. Sigo pensando que haces  un servicio a la gente cuando eres crítico y trabajas para aclarar las cosas.  Cuando explicas el Evangelio y ves que la gente se acerca, lo entiende y lo  vive. Se trata de dar la buena noticia. Si entienden esto, yo voy a seguir haciéndolo dentro".

También habla del celibato como "algo absurdo, ¡Que cada cura haga  lo que quiera! Lo de los curas casados tendría que ser lo más normal del  mundo".

En otra parte, habla de su postura frente al aborto: "Lo único que puedes decirles a aquellas que  quieren abortar es que si deciden no hacerlo no les faltará nada, ni a ellas ni a  sus hijos, pero la decisión siempre es personal. La Iglesia ha gastado más tiempo  condenando el aborto que la doble moral. Cuántas personas de derechas,  estando en contra del aborto, han llevado a abortar a sus hijas".

Sobre el tema del de la homsexualidad en relación con la Iglesia, opina: "Los gays son personas iguales que las demás. Y punto. ¿Cómo va a ser el cristianismo  incompatible con la homosexualidad? No existe ningún código de moral en el Evangelio y mucho menos de moral sexual".

Incluso propone ciertas formas de reivindicación 'violenta': "Creo  que es muy importante aprender a decir no, porque decir sí es lo más fácil. No crear controversia es cómodo porque te ahorra problemas, pero sin embargo si  te niegas estás creando una cierta violencia. [...] Esta violencia de la que hablo

puede pasar por quitar las cuentas corrientes del banco y tratar de organizar  una banca solidaria, como de hecho ya se están haciendo pequeños ensayos.¿Por qué para recibir una nómina es obligatorio tener una cuenta en un banco?"

Por último, el sacerdote recuerda los primeros pasos de su vocación: "Mi madre me decía muchas veces que le  parecía mentira que fuera cura, porque le quitaba su fe". Para Enrique, dice el autor del libro, los obispos son como su propia madre con la misma fe, la misma manera de pensar y el mismo anclaje en el pasado.  Y como a su madre, los escucha, aunque con diferencias "porque a una madre  se la quiere como ella quiere al hijo y se comparte mesa con ella, mientras que con los obispos ni se come ni existe este mismo amor recíproco. Es una cuestión de cariño o falta de cariño".