16.05.13

Ya va siendo hora de superar a Boff

A las 9:37 AM, por Jorge
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A finales de los setenta, no digamos en los ochenta, no había parroquia, movimiento, asociación o grupúsculo que no tuviera como uno de sus principales libros de referencia para su “formación” cristiana alguno de los libros de Leonardo Boff, especialmente “Los sacramentos de la vida”. ¿Quién de nosotros no se sabe la historieta del sacramento de la colilla, el pan o la vela de navidad?

Aquel librito ayudaba a entrar en lo simbólico, pero poca cosa más. Porque la institución de los sacramentos por Cristo había que entenderla según y cómo y lo de los sacramentos como fuente de gracia pues cómo y según. Es decir, que se recreaba en lo secundario para pasar de puntillas por lo fundamental.

Años han pasado. Casi cuarenta desde su publicación. ¿Se imaginan que en los años ochenta un sacerdote hubiera propuesto para sus catequesis o charlas de formación la teología dogmática de Schmaus, de principios de los sesenta –y mira que es una excelente teología-? Le hubieran llamado de todo, fundamentalmente carca y tridentino. La cosa de estar al día y ser modernos. Antes muerto que antiguo. Cosas.

Pues todavía me encuentro sacerdotes y catequistas empeñados en llevar como libro de cabecera esos sacramentos de la vida del ex Leonardo Boff. Como seguimos descubriendo aún en recónditas cavernas grupúsculos católicos cantando lo de “Kumbayá, Señor, kumbayá” y las canciones de Labordeta, mientras meditan textos de Boff y Tagore.

Todavía hace no mucho un compañero me contaba que sigue utilizando lo de Boff. Mi respuesta fue clara y contundente: pero vamos a ver, ¿no hay nada publicado en los últimos cuarenta años que lo haya superado? Por ejemplo, el catecismo de la iglesia católica. ¿Tú te crees, que según avanzan los tiempos, con una sociedad cambiante por momentos, en plena era cibernética e interplanetaria, puedes estar predicando y formando a tu gente con un libro de hace cuarenta años? ¿Y eres tú el moderno, el actualizado, el que clama por una iglesia que responda a los retos del mundo de hoy?

Lo que no puede ser es que el último libro sobre teología de los sacramentos que hayamos leído sea un librito flojo de hace cuarenta años. Lo que no puede ser es que nos creamos que estamos en la modernidad cuando seguimos rezando laudes con la piedra, la flor, Juan Salvador Gaviota y dos diapositivas de la diateca. Lo que resulta de risa es clamar por una puesta al día de la iglesia universal a la vez que colocamos una pancarta en el presbiterio con esa original idea de que “Dios es amor”, nos colgamos una inmensa estola multicolor y rematamos la faena consagrando una hogaza de libra y media.

Pasó la modernidad. Está más que amortizada la post-modernidad. Ahora ya no sabemos ni dónde estamos. Seguir con el librito de Boff es una triste mueca de quien no tiene nada nuevo que aportar.