16.05.13

El Padre Nuestro lo sacó de la cárcel

A las 6:36 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General

La paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene nada le falta, sólo Dios basta. Con esta consigna teresiana podemos entender el testimonio que hoy expresamos en el post.

Una notaria italiana ha escrito un libro titulado Entre los muros del alma. Lo ha hecho a medias con Carlo Paris. Es una entrada en las cárceles reales, desde la libertad de la fe cristiana, llevada apostólicamente por las prisiones italianas.

Un buen día la notaria Marcella Clara Reni, entró en una prisión italiana a conseguir la firma de un recluso para un poder general. Conversó con él, quien le firmó el documento. Se despidieron. Ella le dijo: rezaré todos los días por ti un Padre Nuestro.

Al cabo del tiempo se le olvidó hacerlo. Llegada una fecha, aquel recluso se presentó en la notaría ante la señora Reni, se identificó y le dijo que sus oraciones habían evitado que se suicidara durante el tiempo de la reclusión.

Mientras, Marcella Clara, había entrado en la Renovación Carismática Católica, ante semejante confesión se quedó de piedra. Y creó una asociación de evangelización y ayuda a los ingresados en las penitenciarias italianas.

Copió la experiencia de un expreso norteamericano fundador de un movimiento a favor de la evangelización de los encarcelados. En Italia el grupo se llama Prison Fellonwship Italia Onlus.

Fruto de la experiencia pastoral ha nacido ahora el libro Entre los muros del alma. La notaria italiana lo cuenta así de sencillo, pero a la vez de forma comprometida:

“Nosotros somos muy pobres, no tenemos ni financiación ni sponsor, pero todos los ingresos del libro van para el proyecto Sicomoro.

Lo que sería útil es que las víctimas que tienen el deseo de sanar las heridas por el daño, nos contacten en seguida. Hemos visto que el encuentro entre víctimas y detenidos crea beneficios a ambos.

Nosotros ayudamos a las personas acompañándolas con la oración y asistimos a cambios milagrosos. Al inicio teníamos dificultad para que nos dejaran acceder a las cárceles, ahora nos buscan, porque han entendido la potencia del proyecto. Son al menos diez las cárceles que nos han pedido intervención.

Al entrar en la cárcel hacemos una presentación a los detenidos explicando el proyecto. Los que deciden participar son seleccionados. En base al tipo de crimen nosotros buscamos a las víctimas. Los que vienen a la cárcel, echan en cara al preso su dolor. Esta experiencia hace tomar conciencia y consciencia a los presos que no pueden hacer otra cosa que no sea entender el sufrimiento que han creado. Esto les empuja a intentar reparar el daño. Son encuentros de gran carga emotiva que toca el corazón también de los que organizamos el encuentro. En ese punto se inicia una relación con arrepentimiento y perdón. Los resultados son increíbles, con la recuperación de vidas manchadas por el crimen y víctimas liberadas del sufrimiento.”

Recomiendo la entrevista realizada a Marcella Clara, está en Zenit.

Pueden leerla, amigos lectores, pulsando aquí.

Tomás de la Torre Lendínez