21.05.13

 

Doña Ana Botella, alcaldesa de Madrid, es católica practicante. Cosa no muy habitual en la clase política de este país, a la que no se acostumbra a ver en Misas y comulgando. No sé de ningún estudio que indique si el porcentaje de diputados, senadores, alcaldes y concejales católicos practicantes es similar, inferior o superior al de ciudadanos de este país. En todo caso, sería altamente deseable que los políticos católicos ejercieran de tales. Y, salvo excepciones que confirman la regla, no ocurre tal cosa. Al menos de forma notoria.

El ayuntamiento de la capital de España ha decidido conceder una ayuda de 42.500 euros a la empresa que gestiona una web de contactos. La cantidad económica es casi lo de menos, aunque les aseguro que un portal como este, al menos tal y como funciona en estos momentos, podría subsistir con ese dinero. Pero si InfoCatólica recibiera un solo euro de alguna institución del Estado, tengan ustedes la certeza de que se montaría un cirio de impresión por parte de la izquierda española. Imagínense los titulares: “El ayuntamiento de Madrid financia una web ultracatólica” o “La comunidad de Aragón da el dinero a talibanes católicos".

Desde luego no seré yo quien pida dinero público para nuestra Fundación. Hasta ahora hemos vivido de la generosidad de nuestros lectores y de la de gente de Iglesia que cree bueno y necesario que exista un medio de comunicación como este. Si tuviéramos que vivir de la publicidad, no podríamos subsistir. A pesar de que tenemos centenares de miles de lectores únicos cada mes -con un incremento anual medio del 50%-, acá apenas se anuncian editoriales religiosas, universidades católicas, ONGs cristianas, etc, que sí lo hacen en medios cuyo alejamiento radical del magisterio de la Iglesia es notable. Lo cierto es que cabe la posibilidad, muy real, de que algún día InfoCatólica deje de existir si esa generosidad de la que he hablado se acabara. Eso daría como para escribir un post, pero lo dejaré para otro momento.

Sinceramente, no me parece admisible que el dinero de nuestros impuestos vaya a financiar actividades como las que ofrece esa web. Si alguien quiere dedicarse a la promiscuidad sexual o quiere hacer negocio con la de otros, que se lo pague con su dinero, no con el de los ciudadanos. Cuando se da dinero público para tal fin, se está promocionando un modo de vida que luego trae consecuencias nefastas para el bien común. Una cosa es no penar con la ley comportamientos inmorales y otra financiar el pecado desde el Estado. Aunque claro, visto que se paga con dinero público el asesinato de los seres humanos no nacidos, ¿qué no cabe esperar de nuestros políticos?

Si Ana Botella quiere seguir yendo a comulgar sin que muchos la consideren una profanadora del sacramento de la Eucaristía, es urgente que dé orden de que ni un solo euro del ayuntamiento que preside vaya a financiar algo que se da de tortas con la moral que se supone que profesa. Sea esa web, sea la distribución de píldoras abortivas, sea la celebración de desfiles donde la blasfemia está a la orden del día.

Y si no lo hace motu proprio, que algún prelado se lo sugiera discreta o abiertamente. No puede ser que el partido UPyD se convierta en el único en pedir lo que la Iglesia debería de exigir a quien se presenta ante el mundo entero como católica y practicante.

Luis Fernando Pérez Bustamante