Por una Tierra Santa libre

 

Solo la recuperación de la independencia de Tierra Santa de los entes políticos israelíes y palestinos y sus respectivas dependencias y animadversiones contra el cristianismo pueden devolver un orden de justicia y libertad para la tierra de Jesús.

22/05/13 9:42 AM


El Estado Judío (Der Judenstaat) es un libro escrito por el periodista austríaco Theodor Herzl en 1896

Inspira el Primer Congreso Sionista, realizado en Basilea en agosto de 1897, donde se crea la Organización Sionista Mundial (que hace a Herzl su primer presidente), intrumento para impulsar la idea, recabar y organizar los medios materiales y humanos, y plasmarla en una realidad geográfica y política

En el libro se analizan varias alternativas de dónde crear el hipotético Estado, entre ellas dentro de territorio de la Argentina.

Pero por razones históricas, sentimentales e ideológicas se decanta por Palestina, entonces bajo dominio otomano.

Pues bien, es Theodor Herzl quien en su obra canónica para el sionismo trata el tema de los Santos Lugares, fijando su criterio

  • «En cuanto a los Santos Lugares de la cristiandad, se podría encontrar una forma de extraterritorialidad acorde con el derecho internacional. Formaríamos la guardia de honor alrededor de los Santos Lugares, asegurando con nuestra existencia el cumplimiento de este deber. Esta guardia de honor sería el gran símbolo para la solución de la cuestión judía después de los dieciocho angustiosos siglos que hemos pasado» (sic)

(Capítulo ¿Palestina o Argentina? de El Estado Judío)

Es una cuestión de justicia que el mismo inspirador del sionismo reconocía, que el estado ocupante de Tierra Santa, estado fruto del pensamiento de Herzl, deje de ocupar Tierra Santa, y que la comunidad internacional presione para su liberación

Tierra Santa, la parte del Imperio Romano donde nació la Segunda Persona le la Santísima Trinidad, Dios encarnado y hecho hombre, donde se desarrolla Su evangelización, la difusión de la Buena Noticia, donde se producen los Hechos de los Apóstoles, ..., la cuna del cristianismo, fue ocupado por los musulmanes en el 638

 

La ciudad permanece ocupada por los Islámicos hasta el 15 de Julio de 1099, cuando los cristianos -en el marco de la Primera Cruzada- liberan Jerusalén y forman el Reino de Jerusalén [Regnum Hierosolimitanum], ofreciendo libertad y autonomía política para que en Tierra Santa se pudieran conmemorar con libertad los acontecimientos evangélicos y dar Culto.

Pero la dicha dura poco y Jerusalem vuelve a ser sometido por los musulmanes en 1187, liberada de nuevo en 1228 y ocupada definitivamente en 1244.

A partir de ese momento, y hasta ahora ha estado bajo poder de potencias anticristianas: Mamelucos, otomanos, británicos y ahora ocupado militar y administrativamente por el Estado de Israel y la Autoridad Nacional Palestina

Tierra Santa es un patrimonio material soporte del patrimonio espiritual de miles de millones de personas en todo el mundo secuestrada por dos organizaciones estatales (el Estado de Israel y la Autoridad Nacional Palestina), que coartan la libertad religiosa de los creyentes.

Solo la recuperación de la independencia de Tierra Santa de los entes políticos israelíes y palestinos y sus respectivas dependencias y animadversiones contra el cristianismo pueden devolver un orden de justicia y libertad para la tierra de Jesús.

Un primer paso, provisional, debe de ser la administración del territorio bajo un ente autónomo dependiente de las Naciones Unidas, para progresivamente ir creando las estructuras políticas que recuperen y que aseguren la libertad religiosa de los Cristianos