Diócesis
22 de mayo del 2013

Tamara Falcó prefirió no invitar a su familia a la confirmación para no desvirtuar el sentido de este sacramento. Solo fue acompañada por su madrina, una amiga extranjera

Este fin de semana la Diócesis de Madrid se convirtió en noticia por la macroconfirmación celebrada en la explanada de la Catedral de la Almudena y porque era partícipe de este sacramento una de las hijas de Isabel Preysler, Tamara Falcó. Ella declinó hacer uso de las invitaciones que le brindaban desde el arzobispado para evitar que la celebración, que ya estaba influida por su presencia allí y supuso que se acreditasen numerosos medios, no se viera desvirtuada por el peso mediático de sus padres y hermanos.


 

El testimonio de fe de Tamara Falcó, que lleva ya meses contando sin ningún recelo su proceso de conversión, llega hasta el punto de que, en su confirmación, que celebró  junto con más de mil personas en la víspera de Pentecostés, prefirió evitar la presencia de su familia para que el foco de atención estuviera en el sacramento y no en el tirón mediático de sus padres y hermanos.

Según ha podido saber Religión Confidencial, Tamara Falcó cedió las invitaciones para familiares que le correspondían para que pudieran ser utilizadas por otras personas. De ese modo, las cámaras estarían más pendientes del sacramento de la confirmación y no de su madre, Isabel Preysler, de su padre, Carlos Falcó, o de alguno de sus hermanos.

Ella era consciente de que ya iba a centrar buena parte de la atención, por eso prefirió que no se desvirtuara aún más la importante cita para su fe y eligió ir solo acompañada por una amiga que ejerció como madrina de confirmación y que además era extranjera, con lo que aún se evitaba más la atención de la prensa rosa.

Aunque Tamara Falcó no ha ocultado su fe a los medios de comunicación también ha tratado de evitar que su condición de personaje público incida en el desarrollo de sus prácticas religiosas, no solo por su propia intimidad sino porque lo que esto afecta a otros fieles que no quieren verse perturbados por su presencia.