22.05.13

La polémica sobre el Rocío

A las 11:19 AM, por Luis Fernando
Categorías : Actualidad, Espiritualidad cristiana

 

La romería al Rocío es uno de los actos religiosos más significativos y populares que se dan en España. Centenares de miles de fieles, sobre todo andaluces, van cada mes de mayo a Almonte a venerar a la Madre del Señor bajo esa advocación. Pero también es sabido que desde hace tiempo se unen a esa peregrinación gente cuyo comportamiento, tanto en esos días como en el resto del año, no es precisamente compatible con la condición de cristiano.

En esta año hemos asistido además, si hacemos caso a lo que dice el hermano mayor de Isla Cristina, a una actuación indigna de los responsables de llevar en procesión la imagen de la Virgen. Dice Juan Vázquez que los jóvenes almonteños que portaron a la Virgen del Rocío en la procesión, a los que ha llamado “niñatos", llevaron a la patrona de Almonte “en plan bestia":

«Este pueblo de Almonte no puede consentir que esos niñatos hagan las barbaridades que hacen en pleno siglo XXI y en un mundo cristiano. Un cristiano lo primero que tiene que tener claro es compartir. La Virgen es de ellos, por supuesto que lo es, pero compartirla y no hacerlo en plan bestia»

Esto me ha recordado el pasaje en el que Cristo echó a latigazos a los mercaderes del Templo. A nadie se le ocurre que con ese gesto nuestro Señor quiso cargarse el buen uso de dicho templo. Pero sin duda mostró el camino a seguir con aquellos que profanan un culto correcto.

El Rocío necesita purificarse de elementos que corrompen su imagen y su ejemplo de fervor religioso a nuestra Madre. Dado que Cristo no va a bajar del cielo látigo en mano a echar a patadas a los impíos que van a la peregrinación cual paganos de Corinto o a los malos hijos de la Virgen que la secuestran cual si fuera solo suya, creo conveniente que el obispo de Huelva, Mons. Vilaplana, saque el látigo de su autoridad apostólica para poner orden.

La religiosidad popular es uno de los tesoros de la Iglesia si se celebra como Dios manda. Si no, es un escándalo para los fieles y para todo el mundo. Como dijo San Pablo en la carta a los corintios, “hágase todo decentemente y con orden” (1ª Cor 14,40). Sin decencia ni orden no se ama a la Madre de Dios. Más bien se profana su bendita persona.

Luis Fernando Pérez Bustamante