ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 26 de mayo de 2013

La frase del día

En el momento en que dejo de amar, dejo de ser.

Gilbert Cesbron (1913 - 1979)

 


Francisco papa

El papa: "la solidaridad no es una limosna social sino un valor social"
El santo padre reflexiona sobre la solidaridad, el desempleo, la crisis y la dignidad del hombre por encima del mercado en la audiencia con la Fundación Centesimus Annus - Pro Pontifice

La Virgen acude siempre con prontitud a la necesidad de su hijos
Homilía del santo padre en la parroquia de santos Isabel y Zacarías

La Trinidad es el rostro con el que Dios se nos ha revelado
Tras la oración del Ángelus el papa ha pedido por la conversión de los mafiosos

"La realidad se entiende mejor desde las periferias"
Primera visita del papa a una parroquia romana

SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA

San Felipe Neri
«Apóstol de Roma»

Espiritualidad

Cardenal Cipriani: Los siete nuevos sacerdotes son un regalo muy grande de Dios
Envía un saludo de cumpleaños a Nadine, Heredia, Keiko Fujimori y Alan García

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Francisco papa


El papa: "la solidaridad no es una limosna social sino un valor social"
El santo padre reflexiona sobre la solidaridad, el desempleo, la crisis y la dignidad del hombre por encima del mercado en la audiencia con la Fundación Centesimus Annus - Pro Pontifice

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 26 de mayo de 2013 (Zenit.org) - El santo padre Francisco recibió ayer por la mañana a los miembros de la Fundación Centesimus Annus - Pro Pontifice  en ocasión del Congreso Internacional sobre el tema: "Repensar la solidaridad para el empleo: los desafíos del siglo XXI"

Esta Fundación, tal y como recordó el papa Francisco, fue instituida por el beato Juan Pablo II hace veinte año y lleva el nombre de la encíclica que firmó en el centenario de la Rerum novarum. "Su ámbito de reflexión y de acción es por tanto el de la Doctrina social de la Iglesia, a la cual han contribuido de diferentes modos los papas del siglo pasado y también Benedicto XVI, en particular con la encíclica Caritas in veritate, pero también con discursos memorables", ha recordado.

El santo padre ha dado las gracias por el servicio que realizan al magisterio social "por parte de laicos que viven en la sociedad, en el mundo de la economía y del trabajo". Sobre la pregunta hecha en el Congreso, ¿repensar la solidaridad? el papa ha explicado que "repensar" significa dos cosas: por un lado "conjugar el magisterio con la evolución socio-económica, que, siendo constante y rápida, presenta aspectos cada vez más nuevos" y en segundo lugar quiere decir "profundizar, reflexionar, para hacer emerger toda la fecundidad de un valor - la solidaridad en este caso - que en profundidad sale del Evangelio, es decir de Jesucristo, y por tanto como tal contiene potencialidad inagotable".

Sobre el desempleo el papa ha expresado que "es un fenómeno que se está extendiendo con rapidez en amplias zonas del occidente y que está ampliando de forma preocupante los confines de la pobreza" y ha añadido "no hay peor pobreza material (...) que la de no permitir ganarse el pan y que priva de la dignidad del trabajo".  Ha continuado subrayando que este "algo que no funciona" no afecta solo al sur del mundo sino a todo el planeta. A la palabra solidaridad "es necesario dar de nuevo su merecida ciudadanía social", la solidaridad "no es una limosna social, sino un valor social".

Reflexionando sobre la actual crisis, "que no es sólo económica y financiera" ha explicado que "seguir a los ídolos del poder, del beneficio, del dinero, por encima del valor de la persona humana, se ha convertido en una norma fundamental de funcionamiento y criterio decisivo de organización".

Ha finalizado recordando que a la sociedad se le ha olvidado que "por encima de los negocios, de la lógica y de los parámetros del mercado, hay un ser humano y hay algo que se debe al hombre en cuanto hombre, en virtud de su dignidad profunda: ofrecerle la posibilidad de vivir con dignidad y de participar activamente al bien común". Por eso, ha recordado el papa Francisco, "debemos volver a la centralidad del hombre, a una visión más ética de las actividades y de las relaciones humanas, sin el temor de perder algo".

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La Virgen acude siempre con prontitud a la necesidad de su hijos
Homilía del santo padre en la parroquia de santos Isabel y Zacarías

Por Francisco papa

ROMA, 26 de mayo de 2013 (Zenit.org) - Cuando María conoció la noticia que sería madre de Jesús, también el anuncio de que su prima Isabel estaba embarazada, dice el Evangelio, se fue con prontitud. No esperó, no ha dicho: ahora yo estoy embarazada, debo tener cuidado con mi salud, mi prima tendrá amigas que quizá le ayudarán. Ella escuchó algo y se fue con prontitud. Es bonito pensar esto de la Virgen, de nuestra madre, que va con prontitud porque tiene esto dentro. Ayudar, va para ayudar, no va para decirle a la prima: ahora mando yo porque soy la madre de Dios. No, no ha hecho eso. Ha ido a ayudar. Y la Virgen siempre es así, es nuestra madre que siempre viene con prontitud cuando nosotros lo necesitamos. Sería bonito añadir a las letanías de la Virgen una que diga así: "Señora que va con prontitud, ora por nosotros". Es verdad eso ¿no? Porque ella va siempre con prontitud. Ella no se olvida de sus hijos, y cuando sus hijos están en dificultad, tienen necesidad y la invocan, ella va con prontitud. Y esto nos da una seguridad, una seguridad de tener la madre al lado, junto a nosotros, siempre. Se camina mejor en la vida cuando tenemos a la madre cerca. Pensemos en esta gracia de la Virgen, esta gracia que nos da de estar cerca de nosotros pero sin hacernos esperar, siempre, ella es, tengamos confianza en esto para ayudarnos. La Virgen que siempre va con prontitud, por nosotros. También la Virgen nos ayuda a entender bien a Dios, a Jesús, a entender bien la vida de Jesús y la vida de Dios; a entender bien qué es el Señor, cómo es el Señor, quién es Dios.

A vosotros, niños, os pregunto ¿quién sabe quién es Dios? Alzad las manos. Dime. Eso es. Creador de la Tierra. Y ¿cuántos Dioses hay? Uno. Pero a mí me han dicho que hay tres, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¿Cómo se explica esto? ¿Hay uno o hay tres? ¡Uno, uno! ¿Y cómo se explica que uno sea el Padre, el otro el Hijo y el otro el Espíritu Santo? Fuerte, fuerte, esa está bien.  Son tres en uno. Tres personas en una. ¿Y qué hace el Padre? El Padre es el principio, el Padre que ha creado todo, nos ha creado a nosotros. ¿Qué hace el Hijo? ¿Qué hace Jesús? ¿Quién sabe qué hace Jesús? Nos ama, y además lleva la Palabra de Dios, Jesús viene a enseñarnos la Palabra de Dios. Muy bien esa. Y después ¿qué ha hecho Jesús en la Tierra? Nos ha salvado. Y Jesús ha venido para dar su vida por nosotros. El Padre crea el mundo, Jesús nos salva y el Espíritu Santo ¿qué hace? ¡Nos ama! ¡Nos da el amor! Todos los niños juntos: el Padre crea el mundo, Jesús nos salva y el Espíritu Santo nos ama. Y esta es la vida cristiana, hablar con el Padre, hablar con el Hijo y hablar con el Espíritu Santo.  Y Jesús nos ha salvado pero también camina con nosotros en la vida. ¿Es verdad esto? ¿Y cómo camina, qué hace cuando camina con nosotros en la vida? Esta es difícil, quien la haga gana el derby. ¿Qué hace Jesús cuando camina con nosotros?  ¡Fuerte! Primero nos ayuda, ¡nos guía! Muy bien. Camina con nosotros, nos ayuda, nos guía y nos enseña a ir adelante. Y también Jesús nos da la fuerza para caminar, de verdad. ¡Nos sostiene! en las dificultades ¿verdad? Y también en las tareas de la escuela. Nos sostiene, nos ayuda, nos guía, nos sostiene.  Eso es, Jesús va siempre con nosotros. Pero escucha, Jesús nos da la fuerza. ¿Cómo nos da la fuerza Jesús? Eso lo sabéis, ¿cómo nos da la fuerza? Fuerte, no oigo. En la comunión nos da la fuerza y precisamente nos ayuda con la fuerza. Él viene a nosotros. Pero cuando vosotros decís nos da la comunión, pero ¿un trozo de pan tanta fuerza te da? ¿Pero eso no es pan? Es pan. Esto es pan pero lo que hay en el altar ¿es pan o no es pan? Parece pan, ¡bien! No es pan ¿qué es? Es el cuerpo de Jesús, Jesús viene en nuestro corazón. Pensemos en esto. El Padre nos ha dado la vida, Jesús nos ha dado la salvación, nos acompaña, nos guía, nos sostiene, nos enseña. El Espíritu Santo,  ¿qué nos da el Espíritu Santo? ¡Nos ama! Nos da el amor.

Pensemos a Dios así y pidamos a la Virgen, la Virgen nuestra madre, con prontitud siempre, que nos enseña a entender bien cómo es Dios, cómo es el Padre, cómo es el Hijo y cómo es el Espíritu Santo.

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La Trinidad es el rostro con el que Dios se nos ha revelado
Tras la oración del Ángelus el papa ha pedido por la conversión de los mafiosos

Por Francisco papa

CIUDAD DEL VATICANO, 26 de mayo de 2013 (Zenit.org) - Después de la visita pastoral a la parroquia romana de santos Isabel y Zacarías, a las 12.00 el santo padre Francisco se ha asomado a la ventana del estudio en el Palacio Apostólico Vaticano para recitar el Ángelus con los fieles y los peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro.

Publicamos a continuación las palabras del papa para introducir la oración:

¡Queridos hermanos y hermanas! ¡Buenos días!

Esta mañana he hecho mi primera visita en una parroquia de la diócesis de Roma. Doy gracias al Señor y os pido que recéis por mi servicio pastoral en esta Iglesia de Roma, que tiene la misión de presidir en la caridad universal.

Hoy es el Domingo de la Santísima Trinidad. La luz del tiempo pascual y de Pentecostés renueva cada año en nosotros la alegría y el asombro de la fe: reconozcamos que Dios no es algo vago, nuestro Dios no es un Dios spray, es concreto, no es un abstracto, sino que tiene un nombre: "Dios es amor". No un amor sentimental, emotivo, sino el amor del Padre que está al origen de cada vida, el amor del Hijo que muere en la cruz y se eleva, el amor del Espíritu que renueva al hombre y al mundo. Pensar que Dios es amor nos hace tanto bien, porque nos enseña a amar, a darnos a los otros como Jesús se ha dado a nosotros. Y camina con nosotros y Jesús que camina con nosotros en el camino de la vida.

La Santísima Trinidad no es el producto de razonamientos humanos, es el rostro con el que Dios mismo se ha revelado, no desde lo alto de una cátedra, sino caminando con la humanidad, y es precisamente Jesús que nos ha revelado al Padre y nos que nos ha prometido al Espíritu Santo. Dios ha caminado con su pueblo en la historia del pueblo de Israel. Y Jesús ha caminado siempre con nosotros. Nos ha prometido el Espíritu Santo que es el fuego y nos enseña todo eso que nosotros no sabemos, que dentro de nosotros nos guía, nos da buenas ideas y buenas inspiraciones.

Hoy alabamos a Dios no por un misterio particular, sino por Él mismo, "por su gloria inmensa", como dice el himno litúrgico. Lo alabamos y le damos gracias porque es Amor, y porque nos llamar a entrar en el abrazo de su comunión, que es vida eterna.

Confiamos nuestra alabanza a las manos de la Virgen María. Ella, la más humilde entre las criaturas, gracias a Cristo ya ha llegado a la meta del peregrinaje terreno: está ya en la gloria de la Trinidad. Por esto, María nuestra madre, la Virgen brilla para nosotros como signo de segura esperanza. Es la madre de la esperanza, en nuestro camino, en nuestra vía es la madre de la esperanza, es la madre también que nos consuela, la madre de la consolación y  la madre que nos acompaña en el camino.

Ahora rezamos a la Virgen, todos juntos a nuestra madre que nos acompaña en el camino.

Después de la oración mariana, el santo padre ha añadido:

Queridos hermanos y hermanas,

ayer, en Palermo, fue proclamado Beato Don Giuseppe Puglisi, sacerdote y mártir, asesinado por la mafia en 1993. Don Puglisi fue un sacerdote ejemplar, dedicado especialmente a la pastoral juvenil. Educando a los jóvenes según el Evangelio sacándoles de la mala vida, y así ésta ha tratado de derrotarlo asesinándolo. En realidad, sin embargo, es él que ha vencido, con Cristo Resucitado. Pienso en el dolor de tantos hombres y mujeres, también niños que son explotados por tantas mafias, que les explotan, haciéndoles hacer un trabajo que les hace esclavos, con la prostitución, con tantas presiones sociales. Detrás de estas explotaciones, detrás de esta esclavitud, hay mafias. Recemos al Señor para que convierta el corazón de estas personas. No pueden hacer esto, no pueden hacer de nosotros hermanos, esclavos. Debemos rezar al Señor. Recemos para que estos mafiosos y mafiosas se conviertan a Dios. Te alabamos Señor por este luminoso testimonio, de don Giuseppe Puglisi.

Saludo con afecto a  todos los peregrinos presentes, las familias, los grupos parroquiales venidos de Italia, España, Francia y muchos otros países. Saludo en participar a la Asociación Nacional san Pablo de los Oradores y de los Círculos Juveniles, nacida hace 50 años al servicio de los jóvenes. Queridos amigos, san Filippo Neri, que hoy recordamos, y el beato Giuseppe Puglisi apoyen vuestro compromiso. Saludo al grupo de católicos chinos aquí presentes, que se han reunido en Roma para rezar por la Iglesia en China, invocando la intercesión de María Auxiliadora. 

Dirijo un pensamiento a cuantos promueve la "Jornada del Socorro", en favor de los enfermos que viven el tramo final de su camino terreno; como también la Asociación Italiana de Esclerosis Múltiple. ¡Gracias por vuestro compromiso! Saludo a la Asociación Nacional Arma de Caballería, y a los fieles de Fiumecello, en Pádova.

¡Buen domingo a todos! y ¡buena comida!

Traducido del italiano por Rocío Lancho García

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"La realidad se entiende mejor desde las periferias"
Primera visita del papa a una parroquia romana

Por Rocío Lancho García

CIUDAD DEL VATICANO, 26 de mayo de 2013 (Zenit.org) - El santo padre ha salido esta mañana del Vaticano a las 8.30 en helicóptero para dirigirse en visita pastoral a la parroquia de santos Isabel y Zacarías. Es la primera de las parroquias de su diócesis que visita y por deseo del santo padre, ha comenzado por las periferias. Esta parroquia es la más alejada del centro de la ciudad y la primera que se ve para quien accede a la ciudad por la carretera del norte.

Cientos de personas esperaban al papa en los alrededores de la parroquia y en las zonas habilitadas para seguir la eucaristía. Los niños cantaban: "papa Francisco. Ven con nosotros".

A su llegada a la parroquia, el papa Francisco se ha encontrado con las familias con los niños que ha sido bautizados a lo largo del año y con los enfermos.

A las 9.30, en la plaza frente a la iglesia parroquial habilitada para celebrar la eucaristía, el papa se ha dirigido al altar para dar comienzo la celebración dominical. Antes de comenzar, el párroco, don Benoni Ambarus, se ha dirigido a los presentes. Ha reconocido que acogían este momento con alegría y emoción. El párroco ha recordado que son la última de las parroquias de Roma, pero también ha señalado que en ocasiones se habla de las periferias en sentido negativo, pero esta parroquia lo experimenta de una forma "vivaz":  "somos centinelas", ha dicho, porque "somos la primera puerta de la ciudad". El párroco ha presentado el regalo que los niños de la parroquia han preparado para el papa: un cartel y una cesta llena de panes, algunos en forma de oveja.

A continuación el papa se ha dirigido al párroco como "querido primer centinela" y los fieles como "queridos centinelas". El santo padre ha reconocido que le ha gustado esta idea de las periferias en sentido positivo, "la realidad se entiende mejor desde las periferias" . A continuación ha dicho sonriendo: "El papa está en el Vaticano, hoy aquí ha venido el obispo". Y antes de dar paso al comienzo de la celebración, ha pedido una oración por su colaborador monseñor Alfred Xuereb, que hoy celebra el 29 aniversario de su ordenación sacerdotal.

Durante la homilía el papa ha hablado de la visitación de María a Isabel y ha recordado las palabras del Evangelio que dicen que la Virgen fue "con prontitud" a visitar a su prima. "Es bonito pensar que ella va con prontitud", ha dicho el papa. Es algo que "tiene dentro del corazón" y "lo hace para ayudar". María siempre acude con esa prontitud porque "somos sus hijos" y "porque nos ama" ha explicado. Y es que cuando está la madre cerca "se camina mejor" ha recordado el papa Francisco.

Además la Madre, ha afirmado, "nos ayuda a entender bien a Jesús, cómo es Jesús, quién es Dios". Con la sencillez de un párroco que habla con los niños que van a recibir por primera vez la comunión, les ha explicado qué es la Trinidad, y preguntándoles y haciéndoles participar les ha recordado que el Padre es el creador, el Hijo vino a salvarnos y el Espíritu Santo nos ama. Del mismo modo, les ha recordado que la fuerza para caminar nos la da Dios en la comunión, es Jesús que "viene a nuestro corazón".

Leer la homilía completa aquí

El santo padre hoy ha administrado el sacramento de la Eucaristía a 16 niños y ha dado la comunión también a otros 28 que habían recibido el sacramento los domingos pasados.

Tras la bendición final del papa, el párroco ha invitado a los niños, vestidos con sus trajes blancos, a subir al altar. Tal y como pidió el primer día que salió a la plaza de San Pedro, santo padre "rezamos por usted cada día" ha confirmado el párroco, y al igual que ese día pidió la bendición de los fieles, los niños de la primera comunión han bendecido hoy al papa través de un bello canto, mientras el papa se ha inclinado frente a los niños para recibir esta bendición especial. Al finalizar la canción los niños se han agrupado en torno a él para abrazarlo y saludarlo y con mucha complicidad el papa el ha recordado que todo cristiano puede bendecir, porque "bendecir" es "decir bien" y ésto todos tenemos que hacerlo.

A continuación, el papa Francisco ha saludado a los colaboradores parroquiales y ha hecho entrega al párroco de un cáliz, como recuerdo a la parroquia.

Antes de partir, el obispo de Roma, subido al jeep descubierto ha seguido saludando a los fieles y con especial atención por los niños, reunidos en los alrededores de la parroquia, mientras le coreaban ¡gracias!

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SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA


San Felipe Neri
«Apóstol de Roma»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 26 de mayo de 2013 (Zenit.org) - Este prodigio de caridad advirtió: «Quien quiera algo que no sea Cristo, no sabe lo que quiere; quien pida algo que no sea Cristo, no sabe lo que pide; quien no trabaje por Cristo, no sabe lo que hace». Nació en Florencia, Italia, el 22 de julio de 1515. Su padre era notario; procedía de una familia que había gozado de una excelente posición. Enviudó pronto y se casó de nuevo. Su segunda esposa fue como una madre para sus hijos. Felipe era un niño obediente y amable que cultivaba la oración. De su padre heredó el amor por la lectura. Vivían cerca del monasterio dominico de San Marco, que le gustaba frecuentar, y con el testimonio de los frailes se sintió impulsado a encarnar tan altos ideales religiosos. Hacia los 18 años su padre le envió a San Germano para que aprendiera el oficio de un primo suyo que era mercader. Felipe lo dejó muy pronto para ir en pos de elevados anhelos. Retirado a Montecassino para orar, vio claramente su vocación. Se fue a Roma en 1533 sin dinero ni proyecto alguno, confiando únicamente en la providencia. Nada dijo a su padre ni aceptó ayuda de parientes. Se alojó en la casa de Galeotto Caccia, un aduanero florentino, y contribuyó a sufragar los gastos educando a sus hijos. Escribía poesías, pero casi todas ellas las quemó antes de morir junto a otros escritos que redactó. En 1535 comenzó a estudiar filosofía en la Sapienza y teología con los agustinos. Juzgando que sabía lo suficiente, vendió sus libros y entregó las monedas que le dieron a los pobres. Prefería los solitarios claustros y recintos, como las catacumbas, que le traían el aroma de la fe genuina por la que derramaron su sangre tantos cristianos.

Aparcó sus estudios, pero sorprendía a los sabios con la profundidad y claridad de su conocimiento teológico. Se centró en el apostolado que inició con visitas a los hospitales, invitando a otros a acompañarle. Luego añadió tiendas, almacenes, bancos y lugares públicos de Roma. Alegre, simpático, jovial, con proverbial sentido del humor, siempre dejaba caer alguna palabra sobre el amor de Dios. Saludaba a sus conocidos diciendo: «Y bien, hermanos, ¿cuándo vamos a empezar a ser mejores?». Su vida apostólica se caracterizó por la relación entrañable y directa con las personas. Dejaba en ellas el poso de un trato paternal, dulce y, a la par exigente, buscando conducirlas a Dios a través de la confianza en Él, con la sencillez evangélica y el gozo que proporciona vivir la unión divina. En torno a 1544 conoció a Ignacio de Loyola. En un primer momento le guió la intención de seguir sus pasos, pero después decidió centrarse en el apostolado que estaba realizando. Vivía austeramente, se alimentaba de pan, aceitunas y agua, y en su cuarto solo había una cama, algunas sillas y una cuerda para colgar la ropa. Solía disciplinarse con pequeñas cadenas. Sufrió grandes pruebas y tentaciones. Al atardecer se retiraba para orar en la iglesia de San Eustachio. A veces pasaba la noche al raso. Una de ellas, la víspera de Pentecostés de 1544, hallándose en las catacumbas de San Sebastián quedó sellado místicamente por el Espíritu Santo. Vio descender del cielo un globo de fuego que penetrando por su boca le dejó el pecho henchido de amor, y pidió a Dios que cesase esta gracia porque no podía soportar tal efusión mística. Al morir verían que tenía dos costillas rotas que se combaron para dejar espacio al corazón. Estos arrebatos fueron frecuentes e intensos, tanto que las palpitaciones de esta víscera podían oírlas otros.

Su confesor, el P. Persiano Rossa, con el que inmediatamente congenió y con el que compartía similares afanes, le indujo a ser sacerdote. En 1548 ambos fundaron la cofradía de la Santísima Trinidad para los peregrinos. Felipe se ordenó en mayo de 1551, con 36 años. A su apostolado habitual añadió el confesionario al que dedicaba muchas horas. Con su inspirado juicio enseñaba a los penitentes el valor de la oración. Decía: «Un hombre sin oración es un animal sin razón». Sus misas duraban horas. En sus conversaciones espirituales aconsejaba la lectura de vidas de santos y de misioneros. Luego les llevaba a visitar al Santísimo, y si se animaban les invitaba a cuidar enfermos. Vivía en San Girolamo della Carità donde residían virtuosos sacerdotes. La espiritualidad que vinculaba a todos los penitentes que atendía tenía como eje central la comunión, la oración y otras acciones complementarias entre las que Felipe introdujo la exposición mensual del Santísimo en la iglesia de San Salvatore in Campo. Todo ello fue germen del Oratorio. Entre sus primeros discípulos se hallaban Cesare Baronio, sucesor suyo, y Francesco María Tarugo. Ambos fueron cardenales. Su ímpetu apostólico dejaba traslucir el vigor de la primera caridad que permanecía intacta en su corazón. Llevado del afán que guía a todos los santos impulsó en sus seguidores el hábito de recorrer las 7 iglesias orando en ellas, como hacía él. Era una actividad abierta a sacerdotes, religiosos y laicos, que fue dejando tras de sí una fecunda estela. Pero no fue del agrado del cardenal Rosaro, vicario de Pablo IV, que le acusó de formar una secta; se le prohibió confesar y predicar. En 1564 el pontífice le dio su apoyo. Y en 1572 lo designaron párroco de San Giovanni dei Fiorentini, que atendió sin abandonar San Girolamo. Fue en 1575, con la venia de Gregorio XIII, cuando él y los sacerdotes del Oratorio contaron con su propio templo, Santa María in Vallicella, que hubo de reconstruir porque se hallaba en estado ruinoso. Felipe siguió en su residencia habitual hasta 1583 momento en tuvo que abandonarla por obediencia al pontífice para iniciar esa obra. En 1590 Sixto V le ofreció el cardenalato, que rehusó diciendo: «Prefiero el paraíso». Fue adornado con dones extraordinarios, entre otros, además de los milagros, el de penetración de espíritus. Murió el 26 de mayo de 1595. Había sido aclamado ya como «apóstol de Roma». Pablo V lo beatificó el 11 de mayo de 1615, y Gregorio XV lo canonizó el 12 de marzo de 1622.

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Espiritualidad


Cardenal Cipriani: Los siete nuevos sacerdotes son un regalo muy grande de Dios
Envía un saludo de cumpleaños a Nadine, Heredia, Keiko Fujimori y Alan García

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 26 de mayo de 2013 (Zenit.org) - “Los siete sacerdotes que serán ordenados hoy son realmente un regalo de Dios muy grande para la Iglesia en Lima, y en el Perú”, reconoció el Cardenal Juan Luis Cipriani en el programa Diálogo de Fe del sábado 25 de mayo.

El arzobispo de Lima ordení a siete nuevos sacerdotes y a tres nuevos diáconos para la arquidiócesis de Lima en una solemne misa que presidirá en la basílica Catedral de Lima, el sábado 25 de mayo, vísperas de la Solemnidad de la Santísima Trinidad-

En tal sentido reconoció que Dios llama al sacerdocio a muchas personas, en diversas circunstancias de la vida.

“Por ejemplo en los siete sacerdotes que serán ordenados hoy, hay dos médicos. Uno de ellos tiene 56 años, Augusto Meloni, y es ex alumno de la Universidad Cayetano Heredia, especialista en salud pública, ha trabajado muchos años (en el Banco Mundial, Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Salud del Perú) y no era un católico practicante. Él rezaba junto a su mamá, siendo ella mayor para reforzar su memoria. Dios se valió de ese amor a su madre y ahí empezó a salir una inquietud, y hoy Augusto será convertido en un Ministro de Cristo”, refirió.

“Encontramos también la historia de Moisés Osorio, Tomás Garván y Rodolfo Silva (él se ordenará de diácono), tres amigos que eran acólitos de la Parroquia Santa Rosa de Lima (Lince), que tuvieron esa cercanía con Dios y en un momento dijeron “voy al seminario”. Y también tenemos la historia de Daniel Quispe, que hoy será ordenado sacerdote y proviene del Cusco. Como ven, Dios pasa por nuestras almas y pensamientos de la manera más natural y amigable, a veces uno está atento, escucha el llamado y responde”, continuó.

El Cardenal Cipriani también hizo un llamado a los jóvenes para que cuando escuchen el llamado de Dios respondan.

“Lo primero es que Dios te llame, lo segundo es que tú respondas que sí, lo tercero es que la Iglesia a través del obispo verifique que eso funciona. Hay mucha gente que he visto en esta vida que puedo decir que tenían vocación, pero dijeron que no. No es que a quienes dijeron que “no” les va a ir mal en la vida, pero qué bonito es decirle a Dios que sí”, refirió.

En otro momento, el arzobispo de Lima animó a todos los oyentes del programa a hacerse la pregunta “¿Quién soy?”, porque a través de esa inquietud, entra Dios en tu vida, para ayudar a fortalecer tu identidad.

“Podemos ser ejemplo de honradez, de franqueza, de sinceridad, una reserva, donde encontramos a alguien firme.  Hay quienes ganan mucho dinero, también les podemos preguntar: ¿quién eres?, ¿eres un hombre fiel a tus compromisos o eres solo una fábrica de dinero? Porque la vida se agota y vamos a llegar a ser ancianos, pero tu interior, el “quién eres” no envejece, no pasa, no te hace peor, sino mejor”, señaló.

Finalmente, el Cardenal Cipriani envió un saludo a la primera Dama, Sra. Nadine Heredia; a la Sra. Keiko Fujimori; y el Dr. Alan García, ex presidente del Perú, quienes en estos días celebraron sus onomásticos.

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Foro


Atención a la familia
Buscar respuestas pastorales

Por Felipe Arizmendi Esquivel

SAN CRISTóBAL DE LAS CASAS, 26 de mayo de 2013 (Zenit.org) - Ofrecemos a los lectores la habitual colaboración del obispo de San Cristóbal de las Casas, México, monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, que reflexiona sobre la necesidad de prestar atención a la realidad de la familia hoy.

SITUACIONES

Estamos realizando nuestra asamblea diocesana ordinaria, y el tema central es la familia. Nos sentimos impulsados a abordar esta realidad, porque nuestros diáconos y catequistas de comunidades, que viven más de cerca los fenómenos actuales, ya trataron este asunto en sus respectivos encuentros. Nos llevan la delantera porque sienten en carne propia lo que están viviendo sus familias, y no los podemos dejar sin un debido acompañamiento pastoral. Por ello, nos propusimos como objetivo: Inspirados en los valores del Reino, acercarnos con el corazón a la realidad pluricultural que se vive en la familia hoy, para buscar respuestas pastorales que favorezcan su acompañamiento humano, cristiano y eclesial.

La realidad que nos han presentado tiene rasgos dramáticos. Hemos escuchado testimonios desgarradores, como el de un joven hijo de padres separados; un hijo abandonado por sus padres con sus abuelos y metido en alcohol, drogas, pandillas, robos y cárceles; una madre soltera; una familia indígena y otra bien integrada.

Los catequistas enumeran seis problemas particulares: Cambio en los modos de pensar y de vivir; migración para trabajar o estudiar en otros lados; aumento de niños abandonados y de madres solteras; la modernidad y la tecnología; violencia en la familia; alcoholismo.

Comparto sólo algo de lo que dicen sobre el cambio cultural, que es más sensible en las comunidades indígenas: La idea capitalista-neoliberal que aplasta a la sociedad y a la familia, es una idea que está agarrando el pueblo y que nos impone otra forma de ver y entender el mundo y la vida, diferente al de nuestra cultura y nuestros antepasados, haciéndonos perder nuestra identidad, nuestras raíces. Ahora deseamos otro modo de vida en que los valores son reemplazados por la búsqueda de la comodidad, de una vida más fácil y superficial; nos hace más ambiciosos. No nos damos cuenta que en la idea capitalista hay un engaño que deja el corazón vacío, dividido, confundido. La educación en las escuelas no está bien porque cambia los pensamientos. Se nos imponen otras ideologías y modos de vivir. Los padres ya no deciden sobre los hijos; los jóvenes y los niños les hacen más caso yles creen más a los maestrosque a sus padres y así van perdiendo el respeto al consejo de los mayores. Los medios de comunicación (internet, televisión) llenan la cabeza y el corazón de ideas ajenas a nuestros valores. Se ha cambiado el modo de ver y entender a la familia; los padres no educan y aconsejan a sus hijos sobre el matrimonio; el matrimonio se va viendo como algo desechable, pasajero. No hay formalidad en compromisos. Por eso se da un aumento en adulterios y en uniones libres.

ILUMINACION

Reflexionando en la Palabra de Dios y en el Magisterio de la Iglesia, los mismos hermanos han hecho esta reflexión de fe: Creemos que Dios es familia, es comunidad. Por eso la familia, que es regalo de Dios, es sagrada y tiene mucha importancia para nuestro Dios. Nuestro Señor Jesucristo vivió la experiencia de la vida de familia. Nos dio ejemplo de vivir el respeto y la obediencia a sus padres; nunca abandonó a María, su madre. Siempre supo reconocer lo que es ser hijo, tanto Hijo de Dios como hijo de José y María. El, como parte de una familia, nos enseñó a vivir muchos valores como sencillez, humildad, honestidad, alegría, respeto, amor. Jesús es un ejemplo que debemos seguir. José y María nos enseñan que como padres debemos educar a los hijos en la casa; debemos enseñarles a trabajar.

COMPROMISOS

Se propone: Para renovarnos y renovar la vida de nuestras familias, necesitamos abrir nuestro corazón a Dios, a su palabra, vivir una fuerte espiritualidad y alcanzar un nuevo estilo de vida que sea como Dios quiere. Es necesario construir amistad en la familia preocupándonos unos por otros; valorar y profundizar la igualdad entre hombre y mujer. Valorar la vida de la familia porque es sagrada, pilar de la vida de las comunidades y base de la sociedad. La familia debe ser una prioridad. Hay que protegerla, mantenerla sana, libre de toda maldad.

Esperamos impulsar una fuerte pastoral familiar.

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