4.06.13

 

Esta sociedad corrupta en la que vivimos empieza a cosechar el fruto de su apostasía y su miseria moral. En este país hace 25-30 años era impensable que unos niños de 13 años se dedicaran a hacerse fotos o vídeos eróticos. Y mucho menos, que luego se difundieran. No solo por una cuestión de recursos técnicos sino porque los críos no vivían en un ambiente de depravación como el que sí existe ahora.

Hoy eso empieza a ser el pan nuestro de cada día. Como dice la noticia que tenemos en portada…tal y como recuerda la Policía, ya son varios los casos ocurridos en el último año de fotografías y vídeos de carácter sexual protagonizados por jóvenes que luego se propagaban de forma muy rápida por venganza personal o para la vejación o el chantaje sexual del afectado“. La pregunta es qué narices hacen unos jóvenes tomándose esas fotos y esos vídeos.

No hay más que ver las series de televisión españolas para darse cuenta cuánta basura les entra por los ojos a nuestros niños y adolescentes. Y además, hay una generación de padres que han optado por no hacer nada, permitiendo con su necedad que niñas que apenas han empezado a ser mujeres biológicamente y críos que todavía no tienen pelos en las axilas estén pensando cada dos por tres en el sexo.

Es sintomático que cuanta más educación sexual hay en los colegios, cuanto más se les enseña a los críos a usar antinconceptivos, más relaciones sexuales entre menores se dan. Pero a esta sociedad putrefacta la da lo mismo. Sigue con ese suicidio educativo y todavía hay quienes quieren profundizar en ello, añadiendo los parámetros impuestos por la ideología de género y el lobby gay.

Estamos creando una sociedad de pederastas potenciales, de futuros promiscuos que serán incapaces de mantener una relación sentimental duradera. Hemos permitido que Sodoma y Gomorra entren en nuestros colegios. Y cuando queremos dar marcha atrás, será tarde.

Luis Fernando Pérez Bustamante