«Más derechos, más inclusión, mejor país», dice la presidenta

Argentina aprueba la fecundación asistida y la donación de embriones humanos

 

Con 204 votos positivos y 10 abstenciones la Cámara de los Diputados en Argentina dio vía libre esta semana al proyecto de ley que legaliza la fecundación asistida que el Senado había aprobado con modificaciones el pasado 24 abril de este año. Toda persona mayor de cualquier edad, orientación sexual y estado civil tendrá acceso gratuito a técnicas de alta complejidad como donación de gametos y/o embriones tantas veces como lo solicite. No se admitirá la objeción de conciencia de médicos y sanitarios

08/06/13 10:12 AM


(Argentinos Alerta/InfoCatólica) En su artículo 2 el proyecto establece que «quedan comprendidas las técnicas de baja y alta complejidad, que incluyan o no la donación de gametos y/o embriones».

Por su parte, el artículo 7 establece como beneficiarios a toda persona mayor de edad que «haya explicitado su consentimiento informado» que sin embargo es revocable hasta «antes de producirse la implantación del embrión en la mujer».

Las distintas técnicas de reproducción médicamente asistidas son incluidas en el plan médico obligatorio, por lo que serán de prestación obligatoria con cobertura integral en todos los servicios médicos asistenciales. El artículo 8 no contempla ni la objeción de conciencia del personal médico y sanitario, ni los idearios institucionales.

La ley fue calificada de «irresponsable» por Federico Díez Mathé presidente de la cámara que reúne a una veintena de empresas de medicina privada medianas y grandes que brindan servicio en el país. «Creo que es una irresponsabilidad de parte de los legisladores sancionar una ley sin saber cómo se va a financiar. Lo que va a pasar es que el costo se va a prorratear entre todos los usuarios del sistema», expresó Díez Mathé.

Recordamos que los procedimientos de fertilización in-vitro son sumamente costosos y además ineficientes, por lo que puede que la mujer no quede embarazada y deba repetirse nuevamente. Además, para contrarestar la ineficiencia, se producen muchos embriones, algunos de los cuales se introducen en la mujer y otros quedan congelados para futuros tratamientos. Por ello es que esta técnica produce mellizos y trillizos, que en muchos casos son eliminados (abortados) por un procedimiento que en el lenguaje políticamente correcto se conoce como «reducción de embriones».

El senador oficialista Daniel Filmus, impulsor de la ley de Fertilización Asistida en la Cámara alta, dijo que se trata de un «proyecto de avanzada porque no exige constancia de infertilidad o estar en pareja, no discrimina por género o edad e incluye técnicas de alta complejidad». El lobby gay festejó la sanción de la ley que la agencia de noticias gubernamental Telam denominó «fertilización asistida igualitaria».

«La fertilización asistida es ley desde hoy. Más derechos, más inclusión, mejor país. Como les dije, la Década Ganada» escribió la presidenta Cristina Kirchner en su cuenta de Twitter.

Las técnicas de fertilización artificial son inhumanas

Según Argentino Alerta, más allá de las pomposas declaraciones de la presidente Kirchner, la presente ley permite que la infertilidad sea manipulada y explotada con lo que se transforma el deseo de tener un hijo en un «derecho». No existe un derecho a tener un hijo, y muchos menos a conseguirlo a cualquier precio como la concepción en un laboratorio, la selección de embriones y la eliminación de los indeseados.

El ser humano es sujeto de derechos, y no un objeto que pueda ser manipulado y eventualmente eliminado. Por ello las técnicas de fecundación artificial son sumamente inhumanas.

Se aplican al proceso de la concepción los mismos criterios de la productividad industrial, de manera que se gestan más vidas que las que se pueden implantar, para reducir costos de los futuros embriones congelados.

Si bien muchas organizaciones de derechos humanos claman por la identidad de bebés nacidos en cautiverio y exigen los correspondientes análisis genéticos, la presente ley permitirá el nacimiento sistemático de niños sin identidad genética.