8.06.13

 

Mons. Juan José Asenjo, arzobispo de Sevilla, tuvo hace no mucho la osadía de cambiar el párroco de Mairena del Aljarafe. Resulta que allá hay un grupo de jóvenes, responsables de la pastoral juvenil, con unas ideas sobre lo que debe ser la Iglesia que tienen más bien poco que ver con lo que la Iglesia es y va a seguir siendo hasta que Cristo regrese. El nuevo párroco, al ver el panorama, decidió que dicha pastoral debía de reelaborarse para suplir las “carencias doctrinales” de sus anteriores responsables. Es decir, el sacerdote hizo lo que cualquier buen párroco debe hacer. No se puede dejar la pastoral juvenil en manos de quienes, como vamos a ver, están muy lejos de la doctrina de la Iglesia en temas importantes.

De hecho, la pregunta que toca hacerse no es por qué el nuevo párroco de Mairena del Aljarafe hace lo que hace. No, la pregunta es quién era el anterior párroco, que seguramente es el responsable de que esos jóvenes estén tan desviados de la fe católica. La respuesta a dicha pregunta debería ir acompañada de una pregunta al arzobispo en el sentido de si piensa hacer algo para evitar que dicho presbítero vuelva a hacer lo mismo en otro destino.

El caso es que los jóvenes de Mairena afectados por la decisión de su actual párroco piensan manifestarse hoy ante el palacio arzobispal. Y han publicado un manifiesto que huele a progresismo-eclesial barato de los años 70, con añadidos propios de la ingeniería social que está arrasando España en los últimos años.

Voy a comentar punto por punto dicho manifiesto:

Por nuestro desacuerdo con:
1. El desfase y la incapacidad de dar respuestas sólidas y reales que la Iglesia Católica presenta frente a problemáticas sociales tales como, los desahucios, el desempleo y los recortes de los derechos de los ciudadanos en el ámbito de la educación y sanidad. En este contexto de conflictividad social, Cáritas representa el grupo pastoral encargado de la labor caritativa y social de la Iglesia, organización a su vez, utilizada por la jerarquía eclesiástica para justificar su falta de pronunciamientos directos ante estas necesidades sociales actuales.

Hay que tener muy mala ralea para decir que Cáritas es usada por los obispos para justificar un supuesto silencio ante la crisis económica y social que padecemos. Sin ir más lejos, Mons. Asenjo se ha pronunciado sobre el tema mediante una carta pastoral, tal y como recoge la propia Cáritas de Sevilla en su web:
http://www.caritas-sevilla.org/modules/news/article.php?storyid=796

Y desde luego no es el único obispo español que ha hecho eso. Por tanto, esos jóvenes -o más bien el que les haya elaborado el manifiesto- MIENTEN.

2. La resistencia al diálogo interreligioso por parte de la institución eclesiástica.

Vayan ustedes a saber lo que entienden por diálogo interreligioso. Lo mismo ellos hablan mucho con los imanes que hay en la archidiócesis de Sevilla.

3. La tendencia actual de la Iglesia de Sevilla y su actitud de condena y actuación premeditadamente disuasoria ante la pluralidad. Así como a no dejar trabajar y expresarse libremente a teólogos, sacerdotes y catequistas.

Cuando un progre-eclesial habla de pluralidad está abogando directamente porque se permita enseñar algo contrario al magisterio de la Iglesia. No falla. Y cuando un obispo decide que tal cosa no es posible -es decir, cumple con su obligación- se le echan encima.

4. La estructura jerarquizada que rigidiza todas las funciones eclesiales que provocan la deshumanización de la misma, requiriendo la necesidad de renovación en lo que refiere a esta estructura que actualmente gira en torno al poder, la política y no al servicio hacia los más desfavorecidos.

Por si estos muchachos no lo saben, les diré que la estructura jerárquica de la Iglesia forma parte de su naturaleza. De hecho, la Constituciónn Dogmática Lumen Gentium del Concilio Vaticano II, dedica su capítulo tercero a esa cuestión. Quien se queja de que la Iglesia esté organizada así, va en contra del Concilio.

5. La supresión del papel del laicado impulsado por el Concilio Vaticano II.


Jamás en toda la historia de la Iglesia los laicos han jugado un papel tan importante como ahora. Eso no es discutible. Es un hecho. Ahora bien, ¿qué parte de este texto del Concilio Vaticano II no entienden esos jóvenes?:

Los laicos, como los demás fieles, siguiendo el ejemplo de Cristo, que con su obediencia hasta la muerte abrió a todos los hombres el dichoso camino de la libertad de los hijos de Dios, acepten con prontitud de obediencia cristiana aquello que los Pastores sagrados, en cuanto representantes de Cristo, establecen en la Iglesia en su calidad de maestros y gobernantes.
Lumen Gentium 37

6. La diferenciación de género no solo en responsabilidades eclesiales sino en la aceptación como persona de igual valor y derechos.

Les supongo enterados de que la mujer no puede acceder al orden sacerdotal. Fuera de ello, yo conozco mujeres con responsabilidades eclesiales tan fundamentales como dar catequesis, dirigir grupos de oración, de formación litúrgica, etc.

7. El celibato obligatorio frente a la posibilidad de libre opción.

No hay salsa progre-eclesial en la que no aparezca la cuestión del celibato. Pues bien, En el Presbyterorum Ordinis, el Concilio Vaticano II decretó lo siguiente:

Este Santo Concilio aprueba y confirma esta legislación en cuanto se refiere a los que se destinan para el presbiterado, confiando en el Espíritu que el don del celibato, tan conveniente al sacerdocio del Nuevo Testamento, les será generosamente otorgado por el Padre.

Y:

Ruega, por tanto, este Sagrado Concilio, no sólo a los sacerdotes, sino también a todos los fieles, que aprecien cordialmente este precioso don del celibato sacerdotal, y que pidan todos a Dios que El conceda siempre abundantemente ese don a su Iglesia.

Jóvenes de Mairena del Alfaraje, no se puede apelar al CVII al mismo tiempo que se desprecian sus decretos.

8. El no reconocimiento de “categoría familiar” a dos personas con un proyecto de vida en común.

¿Están proponiendo estos muchachos que la Iglesia acepte el matrimonio homosexual? ¿están sugiriendo que la Iglesia acepte como familia algo que no sea la unión de un hombre y una mujer bendecida por el Señor con la voluntad de que sea perpetua y abierta a la vida?

9. La represión sexual como doctrina en contra de una labor educativa desde la responsabilidad, el respeto y amor al prójimo extendido en este ámbito.

¿De qué represión sexual hablan estos jóvenes? ¿les parece represiva la doctrina católica en materia de sexualidad? ¿quieren que la Iglesia acepte las relaciones sexuales fuera del matrimonio? ¿quieren que acepte la educación sexual que ha llevado a este país a una tasa de natalidad ridícula, a la promiscuidad de muchos, al aumento de embarazos entre adolescentes, etc? ¿quizás desean que la Iglesia acepte, contra la enseñanza de la Escritura y la Tradición, la legitimidad moral de las relaciones homosexuales?

10. El empobrecimiento de las eucaristías mediante el protagonismo implacable del sacerdote tomando como instrumento el rito litúrgico y sus notables privilegios de comunicación y mediación entre Dios y el pueblo.

O sea, les parece mal que las Misas sean Misas y no cultos protestantes en las que no existe un ministro sagrado que actúa “in persona Christi". Lo que demuestra que no son realmente católicos. Usan un lenguaje propio de los apologetas evangélicos que rechazan el papel mediador de los que reciben el sacramento del orden. No creen en el sacerdocio católico.

11. La dedicación plena del Sacerdote a ser Gobernador y cuidador del templo así como el exceso continuado en la administración de sacramentos, que provoca su incapacidad evangelizadora y por ende perpetúa la inmadurez en la fe del pueblo de Dios. Siendo objeto de descuido, la formación de los agentes de pastoral y la expresión normalizada de su fe, junto con el desarrollo de una vida compartida con naturalidad dentro de la comunidad.

¿Exceso continuado en la administración de sacramentos? Pero, ¿estos críos saben bien lo que dicen? Lean lo que el papa Francisco dijo en su homilía en San Juan de Letrán:

Queridos hermanos y hermanas, dejémonos envolver por la misericordia de Dios; confiemos en su paciencia que siempre nos concede tiempo; tengamos el valor de volver a su casa, de habitar en las heridas de su amor dejando que Él nos ame, de encontrar su misericordia en los sacramentos. Sentiremos su ternura, sentiremos su abrazo y seremos también nosotros más capaces de misericordia, de paciencia, de perdón y de amor.

¿Qué son para esos jóvenes los sacramentos?, ¿algo inocuo?, ¿algo del pasado? ¿Cómo pueden sugerir que la vida sacramental, en la cual el sacerdote juega un papel esencial e irremplazable, va en contra de la evangelización y provoca la inmadurez en la fe del pueblo de Dios? ¿De qué fe hablan? Porque de la católica, sin duda que no.

Concluyen el manifiesto de la siguente manera:

Concentración: Día 8 de Junio a las 12:00H en Plaza Virgen de los Reyes frente al PALACIO ARZOBISPAL.

Pues bien, tras leerles es evidente que los que se van a concentrar frente al palacio arzobispal pueden ser muy buena gente, pero de católicos fieles a la Iglesia y su magisterio, tienen más bien poco. Ahora bien, la culpa no es solo suya. Incluso puede que su responsabilidad sea basante reducida. Si eso es lo que han recibido de su anterior párroco -u otros precedentes-, es hasta cierto punto normal que dichos jóvenes estén tan desviados de la fe de la Iglesia. Pero eso no lo van a solucionar manifestándose ante su pastor. O asumen que están lejos de la fe de la Iglesia y emprenden el camino de conversión, o su destino es pasar a formar parte de la gran masa de alejados. Lo cual sería una desgracia para sus vidas, para sus almas.

Concluyo diciendo que no me agrada nada tener que escribir este post. Esos jóvenes tienen seguramente la mejor intención del mundo. Quieren ser cristianos comprometidos. Pero necesitan ponerse bajo los cuidados de un buen pastor y no alimentarse del veneno de la heterodoxia y la secularización. Y, sobre todo, deben alejarse, como alma que huye del diablo, de los medios de comunicación que están más preocupados por atacar a la Iglesia que en otra cosa. De lo contrario, se convertirán en los tontos útiles de dichos medios.

Luis Fernando Pérez Bustamante

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