SANTA SEDE

Llamamiento del Papa Francisco contra la Pena de muerte, en el Congreso que se celebra en Madrid


 

El Santo Padre Francisco se ha hecho presente, por medio de un comunicado remitido por la Secretaría de Estado, en el Congreso contra la Pena de Muerte, que se está celebrando en Madrid organizado por la asociación Juntos contra la Pena de Muerte. En el texto, firmado por el cardenal Tarsicio Bertone, el Papa Francisco reitera los “llamamientos para que las sentencias capitales sean conmutadas por un castigo menor”, con el fin de ofrecer tiempos e incentivos para la reforma de los sentenciados. Al mismo tiempo, el Papa Francisco manifiesta sus deseos para un fecundo desarrollo del trabajo, que se viene celebrando en Madrid durante esta semana, bajo la presidencia de Olivier Dechaud, de la organización Juntos Contra la Pena de Muerte.

Texto completo del mensaje

Ciudad del Vaticano, 12 de junio de 2013

Señor Presidente,

Su Santidad Francisco, habiendo sido informado de la realización en Madrid del Quinto Congreso Contra la Pena de Muerte, hace votos de un fecundo desarrollo de los trabajos y envía a todos los presentes sus cordiales saludos.
La Santa Sede ha promovido constantemente la abolición de la perra de muerte, en conformidad con su enseñanza fundamental sobre el reconocimiento de la dignidad de la persona y la protección de la vida humana. El Papa Francisco desea reiterar, en esta importante ocasión, los llamamientos del beato Juan Pablo II y de Benedicto XVI, para que las sentencias capitales fueran conmutadas por un castigo menor, que ofreciera tiempo e incentivos para la reforma del culpable. Eso daría, además, esperanzas al inocente y garantizaría el bienestar moral de aquellas personas que, de un modo u otro, se han visto involucradas en el destino de los condenados a muerte, así como de toda la sociedad civil.
La Santa Sede pide con fuerza y convicción que se alcance una moratoria mundial, ya que el conjunto de las naciones posee en la actualidad los medios para defenderse sin ninguna necesidad de recurrir a castigos crueles e innecesarios. Mas aun, la conciencia creciente de que ha llegado el tiempo de «desterrar la pena de muerte» (Juan Pablo II, Mensaje Urbi et Orbi, Navidad 1998) constituye un estímulo para aquella moratoria .
Es imperioso, hoy mas que nunca, recordar y afirmar la necesidad de un reconocimiento y un respeto universal de la dignidad inalienable de la vida humana, en su inconmensurable valor. La Santa Sede se ha empeñado en la abolición de la pena capital, como parte integral de su defensa de la vida de todos los hombres y mujeres, en cualquier fase de su desarrollo, desde concepción hasta a la muerte natural, contra la afirmación de una cultura de la muerte. La abolición universal de la pena capital supondría una valerosa reafirmación de la convicción que la humanidad puede enfrentarse con éxito a la criminalidad. Así, rechazando tanto el espíritu de venganza como la tentación de sucumbir a la desesperación ante los delitos y las fuerzas del mal, se suscitaría una nueva fuerza de esperanza en nuestra humanidad. Su Santidad, por tanto, anima a todos los participantes en este Congreso a continuar con esta gran iniciativa y les asegura su oración,

Tarsicio Card. Bertone
Secretario de Estado de Su Santidad