17.06.13

 

Dicen que quieren una Iglesia samaritana, dialogante, abierta, acogedora, democrática, sin apenas dogmas, que regrese a sus orígenes etc.

En realidad lo que quiere es:

1- Una Iglesia que rompa con 20 siglos de Tradición. Que reciba el aplauso del mundo y no de los santos y mártires en el cielo.

2- Una Iglesia que adapte sus enseñanzas a las ideas morales dominantes en la sociedad en cada momento. Es decir, que apruebe el matrimonio homosexual, que asuma que los fieles se pueden divorciar y volver a casar, que no sea muy estricta en su condena del aborto, que acepte sin rechistar cualquier ley que emane de un parlamento independientemente de que crea que supone un ataque al bien común, que aplauda la ideología de género, etc.

3- Una Iglesia donde los pastores sean animadores sociales y poco más.

4- Una Iglesia en la que los párrocos consensúen con los fieles los cambios litúrgicos que se crean oportunos.

5- Una Iglesia en la que bajo la excusa de atender a los pobres, se arremeta contra gran parte de su corpus doctrinal.

6- Una Iglesia en la que el Papa sea como ellos desean y, de no ser así, mejor no tener Papa.

7- Una Iglesia sin Credo para que quepan en ella todos los que simplemente dicen creer en Cristo, independientemente del concepto de Cristo que se tenga.

8- Una Iglesia en la que no tengan lugar los que quieran que siga siendo lo que siempre ha sido. Es decir, caben todos menos ellos, porque si siguen dentro, lo mismo logran que se dé marcha atrás.

9- Una Iglesia en la que las prácticas piadosas de la piedad popular sean aparcadas, menospreciadas y desechadas por ser residuo de una espiritualidad medieval y oscura.

10. Una Iglesia, en definitiva, de rosquillas de Entrevías, de Tamayos, Pagolas, Forcadesas, Masiás, Boffs, Küngs, etc.

Y en ello andan desde hace casi medio siglo. Ahora creen ingenuamente que con el papa Francisco -el mismo que habla como pocos papas anteriores de la existencia de Satanás y del pelagianismo, e insiste en la necesidad de oponerse al aborto y el gaymonio- se ha abierto una rendija de esperanza para sus tesis. Pero ignoran dos cosas:

1- Que Cristo profetizó que las puertas del Hades no prevalecerán contra la Iglesia (Mt 16,18).

2- Que en todo caso, si llega la gran apostasía, que es lo que ellos representan, sería solo el preludio del regreso inmediato de Cristo en gloria y poder. Así que apenas tendrían tiempo de disfrutar de su “victoria".

Sepan también que, aun en el mejor de los escenarios que ellos desean, sin duda quedarán unos cuantos miles de fieles que no doblarán sus rodillas ante el Baal del modernismo y el liberalismo teológico:

Voy a dejar con vida en Israel a siete mil cuyas rodillas no se han doblado ante Baal y cuyos labios no le han besado
1 Rey 19,18

Ciertamente hoy es tiempo de profetas. Pero no de los profetas del anticristo, sino de aquella que es Una, Santa, Católica y Apostólica. Ya lo dijo San Pablo:

Pues esos falsos apóstoles, obreros engañosos, se disfrazan de apóstoles de Cristo; y no es maravilla, pues el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz. No es, pues, mucho que sus ministros se disfracen de ministros de la justicia: Su fin será el que corresponde a sus obras.
2ª Cor 11,13-15

Hoy los fieles a Cristo y a su Iglesia repetimos con Josué:

Y si no os parece bien servirle, elegid hoy a quien queréis servir, si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres al lado allá del río, si a los dioses de los amorreos, cuya tierra habéis ocupado. En cuanto a mí y a mi casa toca, nosotros serviremos al Señor.
Jos 24,15

Así sea.

Luis Fernando Pérez Bustamante