Papa Francisco
26 de junio del 2013

Vea la carta que le escribió el Papa a un periodista argentino. “No te preocupes, papi, el Papa es un hombre común. Háblale de fútbol. Eso querrá saber”

Pablo Calvo, periodista de Clarín, le escribió una carta al Papa el 21 de mayo. Su sorpresa fue mayúscula cuando se encontró en su buzón una breve carta, escrita por el puño y letra del Papa Francisco que le hablaba de fútbol y le daba las gracias por su calidez.


 

Está claro que el mundo es de los audaces. Pablo ya llevaba un tiempo pensando en la idea de escribir al Papa, paisano suyo, futbolero como él y un argentino en toda regla a la vez que universal. A Pablo le animó el hecho de que el Papa, mandase llamar a un cura de Barracas, el padre Juan Gabriel Arias, que estaba en África evangelizando y aprovechaba la misión para jugar al fútbol y que les regalaba camisetas de Racing a los jóvenes con los que jugaba. Con la timidez propia de la osadía, Pablo le preguntó al sacerdote si podía acercarle una carta suya al Papa. Aquí llegó la primera sorpresa: el cura le dijo que sí.

El momento de escribir la carta fue emocionante y angustioso a la vez. ¿Qué se le escribe a alguien tan cercano y tan importante a la vez? La respuesta la dio con la sencillez propia de los niños su hijo León. "No te preocupes, papi, el Papa es un hombre común: toma mate, fue a la cancha, cargó a Boca cuando le ganamos 3 a 0, pasea la camiseta de San Lorenzo en el Papamóvil, manda una bendición a los hinchas...hablale de fútbol, si eso quiere saber"

Leoncito, como Pablo llama a su hijo, le dio la clave para desatar su emoción contenida. El fútbol. En una sencilla carta le habló al Papa de su hijo, de fútbol, le ofreció su apoyo en sus empresas como Papa. Le dijo que sus mensajes sonaban como una verdadera revolución "ojalá pueda llevarla a cabo, cuente conmigo", añadió. Pablo completó la carta con una foto de su hijo Leoncito con la camiseta de San Lorenzo y confió a su mensajero la misiva.

El 2 de junio estaba fechada la respuesta del Papa. Ni siquiera pasó un mes para que el hombre más ocupado del planeta respondiera a su carta. La pequeña nota del Papa era breve, profundamente sencilla y agradecida. Le habló principalmente de fútbol, pero también tuvo tiempo de agradecer la calidez de la carta de Pablo y de dedicarle un elogio a la foto de Leoncito. Como suele hacer siempre, especialmente desde su elección como obispo de Roma, le pidió oraciones por él, "porque lo necesito", añadió.

Desde su nombramiento como Papa se ha hablado de Francisco como el Papa de la sencillez y de la cercanía. Esta sorpresa es una más de todas las que este pontífice está trayendo consigo. Un detalle que puede hacer a un periodista afirmar que sentía que la conversación era "un diálogo simple con otro hincha". Como explicó Pablo Calvo, "Francisco de Roma, intuyo, sigue siendo Jorge Bergoglio de Flores, un tipo de barrio, que caminó entre la gente, tomó subtes y colectivos, conoció las villas y nunca olvidó a Buenos Aires".