Mundo
27 de junio del 2013

Rechazo unánime de los cristianos estadounidenses a la decisión del Tribunal Supremo sobre las uniones homosexuales

El Constitucional de Estados Unidos ha echado atrás la salvaguarda que impulsó la Administración Clinton al matrimonio como unión entre hombre y mujer. Todos los Estados deberán admitir como matrimonio las uniones homosexuales. La reacción en contra de los cristianos estadounidenses, protestantes, evangélicos, católicos y de otras confesiones ha sido unánime. La preocupación general son los niños y la pérdida del sentido real del matrimonio.


 

La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) declaró ayer que es un día trágico para el matrimonio y para la nación estadounidense. El arzobispo de Nueva York y presidente de la USCCB, junto con el arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone, materializaron la preocupación de los obispos americanos en un discurso ante la opinión pública. Insistieron en que el gobierno federal debe respetar la verdad de que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer, aunque los estados no lo defiendan. Recordaron que el bienestar de los niños depende en gran medida de este tipo de decisiones. "El matrimonio es la única institución que une a un hombre y a una mujer de por vida dándole a todo niño que resulte de esa unión la base segura de una madre y un padre", declararon ayer.

La USCCB explicó en su comunicado que la diferencia entre un hombre y una mujer es importante, así como lo es la diferencia entre un padre y una madre. Los obispos católicos de Estados Unidos han hecho un llamamiento a todos para permanecer unidos en la defensa de matrimonio y han pedido oraciones para que se reconsidere esta decisión del Constitucional. "Es un momento para fortalecer el matrimonio, no para redefinirlo" han declarado los obispos al recordar que "se ha dado por sentado mucho tiempo lo que la naturaleza humana, experiencia, sentido común y el plan sabio de Dios confirma". Aunque ahora la sociedad haya fallado, no es momento para rendirse según han indicado los portavoces de la USCCB.

Los evangélicos estadounidenses han quedado profundamente impactados por la decisión del Constitucional. El presidente de la Comisión de Ética y Libertad Religiosa de los Bautistas del Sur ha declarado que estas medidas son una pérdida para los que están preocupados por el matrimonio. Sin embargo, ha recalcado que no es una pérdida definitiva, puesto que si el matrimonio es tan resistente como dice la Biblia, "no puede ser derrotado por una decisión del Tribunal Supremo". Moore ha dejado muy claro que los cristianos serán mirados como un monstruo, pero que no por eso deberán claudicar. "Nuestra posición sobre el matrimonio no es más extravagante que un evangelio que dice que salva a los pecadores, y un Cristo crucificado que está vivo. Nos da la oportunidad de mostrar un cambio", ha recalcado el presidente.

Por su parte, Michael Marcavage, el ministro de la sede evangélica de Filadelfia, ha declarado que la sentencia "es un acto de alta traición contra el Altísimo" y que la razón por la que los cristianos se oponen a la redefinición de matrimonio es por amor a Dios y a los hermanos. "Queremos a los niños y no queremos que sean educados es una nación que les enseñe que se puede vivir como a uno le apetezca". Ha insistido en que a pesar de la decisión del tribunal la unión entre homosexuales no es ni será un matrimonio ante los ojos de Dios, sino solo un espejismo.

Rusty Thomas, de los Ministerios de Elías en Waco, Tejas, ha condenado también la decisión por considerarlo una ofensa contra Dios. Ha declarado que el Tribunal Supremo se va a llevar un duro golpe cuando descubra que no es supremo, sino que hay un tribunal por encima de ellos. La Coalición de fe y libertad de Nueva York en Newburgh ha sostenido que aunque está decepcionado por la resolución del Constitucional, no iba a abandonar su lucha por la protección del matrimonio bíblico. El director ejecutivo, el pastor Bill Banuchi, ha expresado que los fundadores enseñaron que la Constitución estadounidense solo es efectiva en una sociedad moral e inválida ante cualquier otro tipo de gobierno.