ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 30 de junio de 2013

La frase del domingo 30 de junio

El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir.

Albert Einstein (1879-1955)  

 


El papa Francisco

Jesús quiere cristianos convencidos, no telecomandados
Francisco en el ángelus indicó a Benedicto XVI, como un ejemplo maravilloso de la relación con Dios en la propia conciencia

Santa Sede

El óbolo de san Pedro
Jornada mundial de la caridad del papa para ayudar a los más necesitados

Mirada al mundo

Ordenan diáconos a 23 legionarios de Cristo
En diciembre serán sacerdotes. Son de Argentina, Chile, México, Estados Unidos, Canadá, Italia y Alemania

Nuestros niños se merecen un nombre cristiano
El arzobispo de La Plata: evitar los ajenos a nuestra cultura cristiana. Proponer uno cristiano para el bautismo

SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA

El beato Gennaro María Sarnelli
30 de mayo. «El misionero santo. Apóstol de Nápoles, defensor de las mujeres prostituidas»

Foro

¿Peligra el Estado laico?
Cuando las autoridades expresan su fe en los actos públicos


El papa Francisco


Jesús quiere cristianos convencidos, no telecomandados
Francisco en el ángelus indicó a Benedicto XVI, como un ejemplo maravilloso de la relación con Dios en la propia conciencia

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 30 de junio de 2013 (Zenit.org) - El papa Francisco rezó el ángelus este domingo 30 de junio desde la ventana de su estudio que da hacia la plaza de San Pedro, en donde una multitud de fieles le esperaba.

Las palabras del papa. Lo escrito en cursiva son palabras improvisadas que no estaban en el texto oficial

¡Queridos hermanos y hermanas, buen día!

El evangelio de este domingo muestra un episodio muy importante en la vida de Cristo. El momento en el que -como escribe san Lucas- 'Jesús tomó la firme decisión de ponerse en camino hacia Jerusalén'. Jerusalén que es la meta fina en donde Jesús, en su última pascua tiene que morir para resucitar, y así llevar a cumplimiento su misión salvadora.

Desde ese momento, después de esa firme decisión, Jesús va derecho hacia la meta y a las personas que encuentra y que le indican que quieren seguirlo les indica claramente cuales son las condiciones: no tener una demora estable; saber desprenderse de los afectos familiares; no ceder a la nostalgia del pasado.

Pero Jesús le dice también a sus discípulos, encargados de anticiparlo en el camino de Jerusalén para anunciar que por allí iba a pasar, ¡qué no impusieran nada! si no encontrarán disponibilidad para acogerlo, se proceda y se vaya más adelante.

¡Jesús no impone nunca, Jesús es humilde, Jesús invita: si tu quieres ven. La humildad de Jesús es así, el nos invita siempre, no impone.

Todo esto nos hace pensar. Nos dice por ejemplo, la importancia que también para Jesús tuvo la conciencia: el escuchar en su corazón la voz del Padre y seguirla. Jesús en su existencia terrena no era por así decir 'telecomandado'. Era el Verbo Encarnado, el Hijo de Dios hecho hombre, y a un cierto punto tomó la firme decisión de ir a Jerusalén por última vez; una decisión tomada en su conciencia pero que no la tomó solo: junto al Padre, en plena unión con Él.  Decidió en obediencia al Padre, en escucha profunda, íntima de su voluntad. Y por esto la decisión era firme, porque tomada con el Padre. Y en el Padre encontraba la fuerza y la luz para su camino.

Y Jesús tenía libertad, en esa decisión era libre. Jesús a nosotros los cristianos nos quiere libres como Él. Con esa libertad que viene de ese diálogo con el Padre, de ese diálogo con Dios. Jesús no quiere ni cristianos egoístas que siguen el propio yo, que non hablan con Dios; ni cristianos débiles, cristianos que no tienen voluntad, cristianos telecomandados, incapaces de creatividad, que buscan siempre conectarse con la voluntad de otro, que no son libres. Jesús nos quiere libres y esa libertad ¿dónde se encuentra? se encuentra en el diálogo con Dios en la propia conciencia. Si un cristiano no sabe hablar con Dios, si no sabe sentir a Dios en su propia conciencia no es libre, no es libre. Por esto tenemos que aprender a escuchar más a nuestra conciencia.

¡Pero atención! Esto no significa seguir el propio yo, hacer lo que me interesa, lo que me conviene, lo que me gusta... No es esto. La conciencia es el espacio interior de escucha de la verdad, del bien, para escuchar a Dios. Es el lugar interior de mi relación con Él, que le habla a mi corazón y me ayuda a discernir, a entender el camino que debo recorrer. Y una vez tomada la decisión, de ir adelante y ser fiel.

Nosotros tuvimos un ejemplo maravilloso, de cómo es esta relación con Dios en la propia conciencia. Un reciente ejemplo maravilloso: el papa Benedicto XVI nos dio este ejemplo, cuando el Señor le hizo entender en la oración, cuál era el paso que debía realizar. Ha seguido con gran sentido, discernimiento y coraje, su conciencia, o sea la voluntad de Dios que le hablaba en su corazón. Y este ejemplo de nuestro padre nos hace tanto bien a todos nosotros. Es un ejemplo que hay que seguir.

La Virgen con gran simplicidad escuchaba y meditaba en su interior la palabra de Dios y lo que le sucedía a Jesús. Siguió a su Hijo con íntima convicción, con firme esperanza. Nos ayude María a volvernos cada vez más hombres y mujeres de conciencia, capaces de escuchar la voz de Dios y de seguirla con decisión".

Tras rezar el ángelus recordó que hoy en Italia se celebra la Jornada de la caridad del papa y saludó a los peregrinos, entre los cuales los que habían venido desde Madrid. 

Y concluyó con su ya famoso "¡Buon pranzo!"

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Santa Sede


El óbolo de san Pedro
Jornada mundial de la caridad del papa para ayudar a los más necesitados

Por H. Sergio Mora

CIUDAD DEL VATICANO, 30 de junio de 2013 (Zenit.org) - Se celebra este fin de semana, en consonancia con la solemnidad de los apóstoles Pedro y Pablo, la Jornada Mundial de la Caridad del Papa. La recolección en las iglesias constituyen una contribución a las diversas obras de caridad que el santo padre realiza en todo el mundo, para ayudar a quienes se encuentran en particular situación de necesidad.

Se realiza en todos los paísesy el lema cambia de uno a otro. “La caridad no tiene límites” fue escogido por ejemplo en Argentina y en Italia en cambio es una frase de San Pablo en la carta a los Corintios: “Todo se haga entre vosotros en la caridad”.

Benedicto XVI recordó en el 2006 que “es la expresión más típica de la participación de todos los fieles en las iniciativas del obispo de Roma en beneficio de la Iglesia universal. Es un gesto que no sólo tiene valor práctico, sino también una gran fuerza simbólica, como signo de comunión con el Papa y de solicitud por las necesidades de los hermanos”.

Nació con este nombre en el pontificado de Pio IX, tras la caída de los Estados Pontificios durante la unificación italiana. Ante la dificultad que encontró el santo padre y el Vaticano de sostenerse, el papa solicitó una contribución voluntaria a los fieles del mundo.

El director del Obolo de San Pedro para la Santa Sede, en una entrevista a la agencia SIR indicó que la “solidaridad tiene que ser sin límites, porque tiene la dimensión de la Iglesia universal. Ministerio de Pedro porque se trata de apoyar al papa en su actividad en favor de las situaciones más variadas de pobreza y necesidad moral”.

Y recordó algunas acciones que gracias a esta colecta en 2012 se pudieron realizar: apoyo al rempatrio de refugiados angoleños desde el Congo y Zambia; ayuda a las familias golpeadas por las inundaciones en Bangladesh; la construcción de una escuela en la República Democrática del Congo; varias iniciativas para mitigar la emergencia humanitaria en el Cuerno de África; proyectos de alfabetización técnica e informática con jovenes 'sin casta' de India, un generador eléctrico para una iglesia en Irak.

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Mirada al mundo


Ordenan diáconos a 23 legionarios de Cristo
En diciembre serán sacerdotes. Son de Argentina, Chile, México, Estados Unidos, Canadá, Italia y Alemania

Por Redacción

ROMA, 30 de junio de 2013 (Zenit.org) - El arzobispo de Spoleto-Norcia, Renato Boccardo, ayer ordenó diáconos a 23 legionarios de Cristo en la capilla del Centro de Estudios Superiores de la orden en Roma. En diciembre de 2013, todos ellos serán ordenados sacerdotes por el Cardenal Velasio De Paolis, delegado pontificio para la Legión de Cristo y el Regnum Christi. Se estima que la generación de 2013 de nuevos sacerdotes estará compuesta por 31 legionarios. Lo informó anoche con un comunicado, la oficina de prensa de dicha congregación católica de derecho pontificio.

Durante la homilía Mons. Boccardo subrayó las dimensiones especiales de orden del diácono, deteniéndose en aspectos como la vocación, el servicio y la obediencia. Comentando el tema de la vocación mencionó al inicio de la homilía:

“Por el sacramento que hoy reciben --recordó el arzobispo-- se constituyen en la Iglesia ministros cualificados de la caridad y del servicio. El ministerio diaconal, de hecho, así como aparece en el libro de los Hechos de los Apóstoles y en la tradición viva de la Iglesia, subraya el don del servicio como típica función eclesial”.

“Ustedes eternamente serán signo sacramental de la vocación al servicio por la cual se continúa en la Iglesia la actitud de Cristo, siervo de Yahvé, venido no para ser servido sino para servir” dijo.

Y recordó que “entrando por el diaconado en el orden sagrado ustedes no aspiran a posiciones de prestigio personal sino que en humildad y generosidad ponen todas su vida a disposición de los demás”.

“Y después irán por los caminos benditos de la sabiduría de Dios y de la obediencia. Irán como siervos y no como jefes; como amigos y no como dominadores; como siervos de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Y por su parte Dios bendecirá a sus familias que les han dado la libertad de esta elección y de esta donación”

“El «sí» humilde y trémulo --concluyó-- que hoy dan les acompañe como cruz y como gloria para toda la vida y haga de ustedes signos creíbles del amor de Dios”.

En la ceremonia de ordenaciones acompañaron a los nuevos diáconos algunos familiares llegados a Roma desde diversas partes del mundo, las comunidades de legionarios y los equipos de consagradas y consagrados del Regnum Christi presentes en Roma, así como el padre Sylvester Heereman, L.C., vicario general de la congregación.

Los nuevos diáconos proceden de siete países: Argentina, Italia, Estados Unidos, Chile, México, Alemania y Canadá.

En el grupo de ordenandos se encuentra Alberto Carrara, italiano, médico y profesor de neurobioética en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum; Georg Rota, alemán, quien estudió profesionalmente piano en un conservatorio de música; Luciano Núñez, chileno, que tiene un proyecto de catequesis mediante videos en YouTube en el canal “Imparare Roma”; Frederick Keiser y Matthew Schmitz, de Estados Unidos, que elaboran programas de formación en inglés bajo la divisa “The Brothers in Black” en YouTube; y Matthew Schneider, canadiense, quien impulsa un blog sobre nueva evangelización (http://22Catholic.com).

“Toda la ceremonia fue muy bella --comentó el diácono estadounidense Esteban Zamudio-- pero las letanías de los santos, cuando estábamos postrados, me hizo recordar que no estoy sólo en este camino sino que vivimos la comunión de los santos quienes desde el cielo interceden por mí para llevar adelante esta misión”.

A estos nuevos diáconos se suman cinco legionarios más que han sido ordenados recientemente en Guadalajara y San Luis Potosí, México, y también en Meaux, Francia. En el mes de agosto recibirán la ordenación diaconal tres legionarios más en São Paulo, Brasil.

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Nuestros niños se merecen un nombre cristiano
El arzobispo de La Plata: evitar los ajenos a nuestra cultura cristiana. Proponer uno cristiano para el bautismo

Por Redacción

ROMA, 30 de junio de 2013 (Zenit.org) - El arzobispo de La Plata, Héctor Aguer reflexiono a esta semana en directa TV sobre “la importancia del nombre cristiano”, porque “los nombres que muchas veces le ponen a los niños” como los “de culturas exóticas y otros (…) no tienen nada que ver con nuestra realidad concreta, de argentinos y de católicos”.

Lo hizo en el programa semanal “Claves para un Mundo Mejor” de América TV y el texto fue enviado a la redacción de ZENIT por el director y conductor del programa, Tito Garabal.

“No solo porque el chico --precisó el arzobispo de La Plata--va a llevar ese nombre toda la vida, sino porque el sentido de elegir para un niño un nombre cristiano es que pueda invocar la intercesión de la Santísima Virgen (…) o del santo cuyo nombre se le impone” y para que “pueda tomar a ese santo por modelo”, añadió el prelado.

Propuso además “hacer una especie de campaña” proponiendo la imposición de nombres cristianos y si “al chico lo llevan a bautizar cuando el nombre ya está estampado en el trámite civil” se puede “proponer que si el chico no tiene un nombre cristiano se le añada en la ceremonia del Bautismo” .

Texto completo de la alocución televisiva de Mons. Héctor Aguer

“Muchos de ustedes, seguramente, habrán asistido y más de una vez quizás, a la celebración del bautismo de un niño. Recuerden como comienza el rito bautismal. Después del saludo inicial el sacerdote, o el diácono, hacen esta pregunta a los padres de la criatura: ¿qué nombre le pusieron a su hijo? Los papás responden; ese es el rito de imposición del nombre”.

“Se me ocurrió conversar con ustedes acerca de este punto porque hay algo que me ha llamado la atención: los nombres que muchas veces se ponen a los niños. Hay en las familias tradiciones respecto de esto; se repite el nombre del abuelo o del bisabuelo, que atraviesa varias generaciones. Además, en algunos ambientes, era muy común, por ejemplo en los ambientes rurales, el poner el nombre del santo del día: se fijaban en el almanaque y se le ponía al bebé el santo que correspondía. A veces se producían chascos fenomenales. Imagínense un nombre que quizá hoy día suena extravagante; y no ha faltado el caso de un nene o una nena que acabaron llamándose “Fiesta Cívica” por haber nacido un 25 de mayo o un 9 de Julio”.

“No obstante en esos tiempos y lugares existía la intención de poner un nombre cristiano, y esa es la cuestión: poner un nombre cristiano”.

“Lo que advierto en la actualidad es que se buscan nombres de culturas exóticas y otros que, a lo mejor, expresan cosas significativas en esa cultura originaria pero que no tienen nada que ver con nuestra realidad concreta, de argentinos y de católicos, por lo menos sociológicamente católicos”.

“Aquí hay algo interesante, no solo porque el chico va a llevar ese nombre toda la vida, sino porque el sentido de elegir para un niño un nombre cristiano es que pueda invocar la intercesión de la Santísima Virgen en alguna de sus títulos y advocaciones o del santo cuyo nombre se le impone. Además, ese gesto implica que si el chico lleva luego efectivamente una vida cristiana, lo que es de desear, pueda tomar a ese santo por modelo”.

“Aquí hay algo que no debe ser desechado, porque tiene que ver con, la trasmisión de una cultura cristiana. Felizmente todavía hay muchísimos padres que bautizan a sus niños, y esto no es un dato menor, porque me parece que expresa el aprecio de la vida cristiana por una gran parte de nuestro pueblo”.

“Les propongo a ustedes esta reflexión porque me parece que tenemos que hacer una especie de “campaña”. Ustedes conocerán, a lo mejor, parientes o amigos, matrimonios jóvenes que esperan un niño y sobre el nombre que pondrán a la criatura; quizá se puede sugerir que elijan un nombre cristiano”.

“Hay manías o modas que se repiten y luego el chico queda para toda la vida con ese nombre que a lo mejor dentro de 20 o 30 años suena más extravagante que llamarse hoy día, por ejemplo, Policarpo. De paso, ¿Saben que quiere decir Policarpo?: significa fruto abundante. Hay ciertos nombres de la tradición cristiana que tienen un sentido muy bello, muy noble y no solamente del punto de vista religioso sino también humano. En este tema se trata de tener un poco de discreción, pero implica también un reconocimiento de lo que significa el Bautismo”.

“Es verdad que al chico lo llevan a bautizar cuando el nombre ya está estampado en el trámite civil, en el registro del nacimiento y no hay mucho remedio. Sin embargo, puede haber un cierto remedio y yo, a veces, lo sugiero cuando me toca celebrar algún Bautismo; es proponer que si el chico no tiene un nombre cristiano se le añada en la ceremonia del Bautismo, Todavía, unos años después, existe una posibilidad ulterior, cuando el chico va a recibir el Sacramento de la Confirmación. Ahí él mismo puede elegir un nombre cristiano; yo les sugiero a los catequistas precisamente eso: que en el tiempo de preparación vean si el niño o la niña no debe adoptar un nombre cristiano, y que él mismo lo añada, y que ese gesto sirva, de alguna manera, para iluminarle el camino de su vida ulterior”.

“Ustedes pueden pensar que esto es una cosa insignificante, pero multiplicada y generalizada esta iniciativa contribuye a una presencia concreta en la sociedad, es la presencia del hecho cristiano y de la referencia a nuestros orígenes cristianos”.

“A propósito del cambio de nombre o de la imposición del nombre recordemos que hoy es el Día del Papa, Fiesta de San Pedro y San Pablo. ¿Qué debe hacer el Papa cuando lo eligen? Debe adoptar un nombre. Nosotros tenemos el caso afectivamente cercano del Cardenal Bergoglio que cuando fue elegido Sumo Pontífice eligió llamarse Francisco, y ¡vaya si tiene sentido que haya elegido ese nombre! porque de alguna manera se indica una veta espiritual y pastoral del Pontificado. De paso, no nos olvidemos hoy de rezar por el Papa Francisco”.

“Pues bien traslademos eso al caso sencillo del Bautismo de cualquiera de nuestros niños en nuestras parroquias. ¡Hay que pensar en el asunto del nombre, y si se lo va a bautizar, que sea un nombre cristiano!”.

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SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA


El beato Gennaro María Sarnelli
30 de mayo. «El misionero santo. Apóstol de Nápoles, defensor de las mujeres prostituidas»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 30 de junio de 2013 (Zenit.org) - Esta alma gemela de san Alfonso María de Ligorio, desde que se encontraron en el camino persiguiendo juntos el mismo ideal, cuando aguardaba ser liberado de este mundo para volar al cielo prometido, manifestó: «La criatura vuelve ya al Creador, el hijo al Padre. Si te place, deseo ir a verte cara a cara; pero no quiero ni morir ni vivir, quiero sólo lo que tú quieres. Tú sabes que cuanto he hecho, cuanto he pensado, todo ha sido para tu gloria». Vivió tan desembarazado de sí, volcado incansablemente en remediar las turbias jornadas de los oprimidos, dedicando especial atención a las mujeres inmersas en la sordidez de los bajos fondos, tan ajeno a los riesgos que corría, y con tal afán por llegar a tiempo, que su salud se desplomó irremisiblemente cuando tenía 42 años.

Nació en Nápoles el 12 de septiembre de 1702. Su padre Angelo Sarnelli era un prestigioso jurista napolitano, sagaz para los negocios con los que obtuvo el título nobiliario de barón de Ciorani, localidad en la que Gennaro pasó algunas temporadas. Era el cuarto de ocho hermanos. En su adolescencia un hecho marcó el ritmo que iba a seguir su vida: la beatificación de Francisco de Regis ya que, impactado por ella, decidió hacerse jesuita. Dos circunstancias indujeron a su padre a negarle el permiso: su endeble organismo y la edad. Tenía 14 años y su padre juzgaba que debía centrarse en los estudios; después, podría reconsiderar su decisión. Aceptó su consejo y, siguiendo la tradición familiar, cursó leyes. Después de doctorarse en 1722, ejerció la abogacía durante unos años. Sin relegar al olvido la fe, meditaba y seguía yendo a misa en la que diariamente recibía la Eucaristía, de la que era devoto. Se integró en una congregación formada por abogados y médicos regida por los Píos Operarios, una de cuyas acciones apostólicas se desarrollaban en el hospital de Incurables. Otro ilustre jurista, que iba a ser una de las glorias de la Iglesia y fundador suyo, Alfonso María de Ligorio, había tenido la misma idea. Y en este centro se conocieron entablando una entrañable amistad que se iría consolidando a su tiempo con nuevos y profundos lazos. La llamada al sacerdocio se tornó apremiante para Gennaro. Tan perentoria llegó a sentirla, que en 1728 ingresó en el seminario. El arzobispo de Nápoles, cardenal Pignatelli, lo destinó a la parroquia de Sant’Anna di Palazzo. No hallaba el sosiego necesario para el estudio en su domicilio, y se trasladó al colegio de la Santa Familia (denominado también de los Chinos), donde permaneció hasta abril de 1729. Alfonso, residente del mismo, lo había dejado antes que él para instituir su fundación. En junio de ese año el beato ingresó en la sociedad de las Misiones Apostólicas, asociación de sacerdotes napolitanos que estaban bajo la autoridad del arzobispo; tenían como objetivo primordial atender las zonas marginales de la diócesis. Empleó gran parte de su tiempo en esta tarea misionera y solidaria. Visitaba a los que se hallaban ingresados en el hospital, a los ancianos del geriátrico de san Gennaro y a los marineros enfermos en el hospital del puerto. También impartía catequesis a los niños obligados a ganarse el sustento como obreros.

Alfonso había fundado su Orden en Scala el año 1732, el mismo en el que Gennaro se ordenó sacerdote. El cardenal Pignatelli puso al beato al frente de la formación religiosa en la parroquia de los santos Francisco y Mateo. El lugar en el que estaba ubicada era un auténtico lupanar donde muchas jóvenes eran vilmente explotadas en malsanos tugurios. Y se dedicó a luchar contra esta antigua lacra social. Cuando en 1733 las críticas se cebaron en el fundador de los redentoristas, Gennaro se unió a él y le ayudó en Ravello. Así inició su colaboración. La forma de apostolado que impulsaba Alfonso despertó su interés. Ambos unieron sus fuerzas catequizando a laicos y promoviendo acciones apostólicas realizadas al caer la tarde en las denominadas «capillas del atardecer». Poco después Gennaro se convirtió en redentorista, pero nunca dejó de ser miembro de las Misiones Apostólicas. Idealista, soñador, altamente creativo, llegó con un sinfín de proyectos y trabajó junto al fundador sin desfallecer, mostrando la urgencia apostólica que le animaba. Predicó misiones por la provincias de Calabria y de los Abruzzos.Vivía en un constante estado de oración, por eso pudo escribir por experiencia: «Dios está más cerca de nosotros que nosotros mismos». Seguía preocupado por el destino de las prostitutas y escribió Ragioni cattoliche pensando en el peligro que corrían numerosas jóvenes.

Extenuado por tanto esfuerzo, hubo un momento en que su salud decayó seriamente, y autorizado por Alfonso regresó a Nápoles a fin de restablecerse. Se trasladó a Scala. Luego volvió nuevamente a Nápoles donde siguió luchando para devolver la dignidad a las mujeres descarriadas al punto de suscitar la atención de las autoridades. Paralelamente escribía con exclusiva finalidad espiritual, evangelizadora. Su legado se compone de una treintena de obras dedicadas a la meditación, dirección espiritual, teología mística, derecho, pedagogía, moral y temas pastorales. Hasta su muerte solía viajar periódicamente desde Roma a Nápoles, donde seguía ejerciendo la labor catequética misionera, sin descuidar su apostolado en pro de la mujer; ello le impuso permanecer en la ciudad para atenderlas convenientemente. Lo denominaban «el misionero santo». La intensidad de su entrega consumió sus escasas fuerzas. En junio de 1744 se hallaba muy enfermo, y se alojó en la casa de su hermano Domenico, en Nápoles. Cuando Alfonso tuvo noticias de su gravedad, inmediatamente le envió dos redentoristas para que le asistieran. Y el 30 de junio de ese año entregó su alma a Dios. Humilde y desprendido hasta el final, había pedido al religioso que le acompañaba: «Hermano, prepare los vestidos más viejos para amortajarme, a fin de que no se pierdan los mejores conmigo».Juan Pablo II lo beatificó el 12 de mayo de 1996.

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Foro


¿Peligra el Estado laico?
Cuando las autoridades expresan su fe en los actos públicos

Por Felipe Arizmendi Esquivel

SAN CRISTóBAL DE LAS CASAS, 30 de junio de 2013 (Zenit.org) - SITUACIONES

Por el hecho de que algunas autoridades municipales y estatales, católicas y protestantes, han expresado en actos públicos su fe cristiana, confiando su territorio al reinado de Jesucristo, de inmediato han surgido voces de alerta, diciendo que se violaron las leyes, que estos son intentos de dar marcha atrás a la laicidad oficial, que son muestras de incapacidad de esas autoridades para gobernar y que se les debiera hacer un juicio político para destituirles. No les pareció bien que el Presidente de la República se haya hecho presente al inicio del ministerio del Papa Francisco, porque alegan que eso es no respetar el carácter laico del Estado.

Estamos en fin de cursos en las escuelas, privadas y públicas. Muchos nos solicitan una Misa de acción de gracias, sobre todo quienes terminan una etapa, desde kínder hasta universidad. La piden los alumnos, los mismos maestros o los padres de familia. ¿Esto es contrario al laicismo de artículo tercero constitucional, en que se afirma que la educación pública debe ser laica?

En varias comunidades, no sólo indígenas, cuando una autoridad civil va a iniciar su cargo, es costumbre que participe en una celebración religiosa en forma oficial, no privada. En otros países, juramentan sobre la Biblia, van a un Te Deum en las fiestas nacionales, o manifiestan su fe religiosa, y nadie se extraña por ello.

ILUMINACION

¿Qué pasa en nuestro país? Las leyes sobre la materia son bastante restrictivas. Dice la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público: “Las autoridades federales, estatales y municipales no podrán asistir con carácter oficial a ningún acto religioso de culto público, ni a actividad que tenga motivos o propósitos similares” (Art. 25). Y su respectivo Reglamento: “Se exceptúa de lo previsto en el párrafo anterior, al servidor público que asista a título personal a los actos religiosos de culto público o actividades que tengan motivos o propósitos similares. En dichos actos o actividades, el servidor público en ningún momento podrá ostentarse o hacer manifiesto su carácter oficial, ni actuar en el ejercicio de las atribuciones que legalmente le corresponden. En caso de incumplimiento a lo dispuesto en este artículo, el servidor público de que se trata, será sujeto de las responsabilidades y sanciones previstas en las leyes aplicables” (Art. 28).

Se acaba de aprobar, después de varias inexplicables resistencias, esta reforma al artículo 24 de nuestra Constitución: “Toda persona tiene derecho a la libertad de convicciones éticas, de conciencia y de religión, y a tener o adoptar, en su caso, la de su agrado. Esta libertad incluye el derecho de participar, individual o colectivamente, tanto en público como en privado, en las ceremonias, devociones o actos del culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley. Nadie podrá utilizar los actos públicos de expresión de esta libertad con fines políticos, de proselitismo o de propaganda política”.

Esto no es nuevo, sino apenas la aplicación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, firmada en 1948, que en su artículo 18 establece: “Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia”.

En esta Declaración de la ONU, ratificada por nuestro país, no se hace restricción alguna para que las autoridades civiles manifiesten su propia fe, en público y en privado.

COMPROMISOS

Ya es tiempo de poner nuestras leyes más acordes con los tratados internacionales, y no seguir haciendo una dicotomía entre la vida pública y la privada en las autoridades. Esa distinción es una ficción legal; en la práctica, no es posible separarlas. Lo que no debe permitirse es usar la religión con fines partidistas, pues los partidos parten y dividen a los pueblos; la Iglesia está para unir a los que están partidos y divididos.

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