Luis Fernando Pérez Bustamante, blog Cor ad cor loquitur

En este portal tenemos por norma no dedicarnos a dar rumores ni a especular sobre futuros nombramientos episcopales, cambios en la Curia, etc. Cuando se hacen oficiales, informamos de ellos y, si es menester, opinamos. Tampoco salimos al paso de lo que hacen otros en esas cuestiones. Ahora bien, la cosa cambia cuando se pasa del rumor a la mentira y cuando se usa la desinformación como herramienta de ¿presión?, ¿manipulación? para fines que tienen poco que ver con el amor por la verdad y el servicio a la Iglesia y la sociedad.

En ese sentido, estoy en condiciones de afirmar que en el reciente encuentro entre el papa Francisco y el cardenal Rouco, que duró aproximadamente una hora, el tiempo que dedicaron a hablar de la salida del cardenal del arzobispado de Madrid y su posible sustituto fue cero segundos. Es decir, no hablaron del tema ni poco ni mucho: NADA. Y quien diga lo contrario, falta a la verdad. Añado que quienes vieron al cardenal tras su entrevista con el Papa dicen que estaba notoriamente contento y feliz.

También puedo informar que la maquinaria habitual para la elección de un nuevo arzobispo en una sede tan importante como la de Madrid, que conlleva muchas consultas tanto en España como en Roma, no se ha puesto en marcha. Esos son los datos. Lo que implican, queda a juicio del lector.

¿Significa lo que informo que una vez que el Papa acepte la renuncia por edad al cardenal Rouco, el sucesor de los apóstoles en la sede madrileña no será otro cardenal español que ahora está en Roma como Prefecto de Culto Divino? Pues vayan ustedes a saber. Que el cardenal Cañizares quiere volver a España es sabido desde hace tiempo. Que el actual Papa también lo sabe, es un dato que también estoy en condiciones de afirmar. Pero, como es lógico, el cardenal valenciano no le ha dicho al Santo Padre ni cuándo volver ni a dónde. Y hay al menos tres sedes, no solo Madrid, a las que podría ir, ya que no es raro que en ellas esté al frente un cardenal. Pero eso es especulación y como he dicho, paso entrar en ese juego.

Acabo aportando un par de datos más que creo que conviene tenerlos en cuenta. El trienio del cardenal Rouco al frente de la Conferencia Episcopal España acaba en la primera plenaria (marzo-abril) del año 2014. Y su presencia en el dicasterio de los obispos, que es el responsable de asesorar al Papa en los nombramientos de obispos, no finalizará automáticamente cuando pase a ser arzobispo emérito de Madrid. Así que los que piensen que el cardenal dejará inmediatamente de ser una voz cualificada a la hora de discernir, respetando y valorando el papel del Nuncio -que para eso está-, qué obispos convienen para la Iglesia de este país, lasciate ogni speranza.

Un último apunte. Dada la que se nos viene encima con la reforma de la Curia, ya estamos en medio de una vorágine de rumores sobre nombres, puestos, etc. Es bastante probable que se produzcan filtraciones interesadas, informaciones no seguras, opiniones y desideratums que se convierten por arte de magia en noticia. A los lectores de la prensa religiosa les doy un consejo: tómense las cosas con calma. Por ejemplo, ¿alguien adelantó que el Papa iba a poner a un obispo del Opus al frente de la coordinación de la comisión sobre el Banco Vaticano? No, ¿verdad? Pues ya saben…

Luis Fernando Pérez Bustamante

El papa Francisco y su encuentro con el cardenal Rouco