ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 08 de julio de 2013

La frase del lunes 8 de julio

"El mar una y la tierra no la divida"

(Centro Astalli, del Centro de Refugiados de los Jesuitas con motivo de la visita del papa a Lampedusa)

 


El papa Francisco

El papa Francisco celebró misa en la frontera de la desesperación
En la isla de Lampedusa arrojó una corona y rezó por los miles de migrantes muertos en las travesí­as

¿Adán dónde estás? ¿Cuántas veces he pensado 'no tengo nada que ver'?
Homilia del santo padre en el viaje a Lampedusa. Pidamos al Señor que borre lo que de Herodes ha quedado en nuestro corazón

Estrella del Mar, implora perdón por nosotros que nos hemos vuelto ciegos
Oración del santo padre a la Virgen Marí­a en Lampedusa pidiendo por los migrantes, refugiados y quienes brindan solidaridad

Mirada al mundo

Venezuela: Iglesia reitera necesidad urgente de diálogo
CEV precisa que no se identifica ni con el gobierno ni con la oposición y que puede coincidir con los programas o propuestas de uno o de otro

Faltan15 días. Jóvenes de la JMJ sabrán por mail el lugar de las catequesis
También serán informados sobre los kits del peregrino y los restaurantes que aceptan la tarjeta de alimentación

Legionarios de Cristo: Una cruz que nos volverá más fuertes en amor y humildad
El director de 'El Pensador' entrevista al director general en funciones del Regnum Christi y la Legión de Cristo, padre Sylvester Heereman

SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA

Beato Pedro Vigne
«La cruz y la Eucaristía: claves de este «misionero del clero», artífice de un grandioso Vía Crucis»


El papa Francisco


El papa Francisco celebró misa en la frontera de la desesperación
En la isla de Lampedusa arrojó una corona y rezó por los miles de migrantes muertos en las travesí­as

Por H. Sergio Mora

ROMA, 08 de julio de 2013 (Zenit.org) - El papa Francisco partió temprano de su residencia en el Vaticano, la Domus Sanctae Marthae, y a las 8 llegó al aeropuerto militar de Ciampino desde donde partió en un vuelo que aterrizó a las 9.15 en la isla de Lampedusa.

El santo padre pidió realizar la visita en un vuelo de línea, pero delante de las dificultades de una ida y vuelta en el mismo día aceptó ir en un avión Falcon ofrecido por la República Italiana. Es el primer viaje del santo padre fuera de la diócesis de Roma.

Días atrás, el papa cuando estaba rezando pensó a un reciente naufragio que se registró en Lampedusa y le vino la idea: “debo ir allí”. Lo indicó a ZENIT, uno de los compatriotas del papa, de la delegación de víctimas del atentado a una mutual judía, que el viernes fue recibida por el papa.

Desde el aeropuerto el santo padre llegó en auto hasta la Caleta Pisana, en donde se embarcó en el guardacostas de la capitanería de Lampedusa' CT182, que llevó al papa custodiado por dos guardacostas y más de 120 embarcaciones que le acompañaron. Una flota que recordaba un ir hacia una batalla, en este caso de la solidaridad.

En esta zona del Mar Mediterraneo hay un sector que los pescadores llaman el 'cementerio del mar', porque cuando tiran las redes suelen recuperar trozos de cuerpos de los ahogados en los naufragios.

A las 9,20 aproximadamente, cerca de la caleta Maluk, el santo padre arrojó una corona al mar en recuerdo de las miles de víctimas, bendijo a las naves que le circundaban y se quedó diversos instantes en oración.

Poco después el papa desembarcó en el puerto de Punta Favarolo, donde estaban unos 50 inmigrantes llegados recientemente en embarcaciones y hospedados en el centro de primera acogida, en el cual los clandestinos son identificados. El santo padre les saludó uno a uno.

“Hemos huido de nuestro país por motivos económicos”, indicó uno de los inmigrantes, que añadió “fuimos secuestrados por varios traficantes, y también en Libia sufrimos tanto. Quisiéramos que los países a los que hemos llegado nos ayudaran” dijo. El papa tras saludar a este 'portavoz' de los desembarcados, en el jeep blanco fue desde allí al estadio Arena para celebrar la santa misa.

“La mayoría de quienes llegan son jóvenes, muchos aún menores e incluso madres en cinta”, indicaron del Centro Astalli, del Servicio de los Jesuitas para los Refugiados (JSR), que se ocupa de dar asistencia también aquí. Añadieron que muchos de refugiados y migrantes son de religión musulmana y que el precio que cobran los mercantes de muerte por hacerles cruzar el Mediterráneo es de 1400 dólares, indicaron.

En los centros de acogida los desembarcados deben demostrar su identidad y esperar hasta que las autoridades italianas logren certificar las mismas con los países de origen. La mayoría de los desdichados pide asilo político, porque llegan de territorios en los que se registran conflictos o persecuciones.

El padre Lombardi, portavoz del Vaticano indicó desde Lampedusa: “Es una presencia que quiere recordar a tantas personas que sufrieron y que sufren, y llamar a la responsabilidad. El papa vive esta fiesta popular pero recordando la tragedia”.

A las 10 de la mañana el pontífice vistiendo paramentos color violeta en señal de penitencia celebró misa en el campo deportivo ARENA, que en el 2011 fue transformado en centro de primera acogida de tres mil migrantes desembarcados en solamente tres días, en una isla que tiene unos seis mil habitantes.

En su homilía el santo padre recordó la tragedia a quienes vieron sus travesías en embarcaciones terminar en la muerte. Agradeció a los habitantes y socorredores por el ejemplo que dan acogiendo a estas personas. Y saludó a los inmigrantes allí presentes de origen musulmán que están en estos días respetando el Ramadám. Y exhortó a que nunca se repita algo similar. 

El papa se preguntó ¿de quien es la responsabilidad de toda esta tragedia? y nos respondemos, no nuestra. Y nos encerramos en una burbuja de jabón. Y preguntó nuevamente: ¿Quien de nosotros ha llorado por esta gente? La globalización de la indiferencia nos quitó la capacidad de llorar. 

A continuación visitó al parroquia de San Gerlando en donde estaban inmigrantes y personas del lugar que le esperaban. Y agradeció nuevamente a las habitantes de Lampedusa por su solidaridad.

En San Gerlando, monseñor Francisco Montenegro, obispo de Agrigento dirigió un discurso al papa en el que dijo: “En los últimos años esta isla se volvió sinónimo de otras palabras: desembarques, clandestinos, inmigrantes, emergencia, muerte, esperanza. Hoy su presencia nos invita a una lectura más profunda de estos fenómenos. Sentimos que el Señor quiere escribir páginas de historia a su manera. En esta isla revivimos las páginas del Éxodo: la esclavitud, el cruzar el mar, el cruzar el desierto, la tierra prometida y el sueño de la libertad”. “Esta isla es un escollo y un faro, que lamentablemente para muchos se volvió una tumba”.

La alcalde la isla, Giusi Nicolini, indicó que cuando le agradeció al papa por su presencia, Francisco respondió: “Soy yo que les agradezco, porque aquí hay veinte mil muertos debajo del mar”.

El responsable de comunicación de la Organización Internacional de las Migraciones, Flavio Di Giacomo indicó: “Es muy importante este mensaje del papa porque desplaza la atención mediática de la 'invasión' de los 'números' a la problemática humanitaria” dijo.

El viaje concluye en la misma jornada y a las 14 horas está programado que el santo padre haya regresado al Vaticano.

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¿Adán dónde estás? ¿Cuántas veces he pensado 'no tengo nada que ver'?
Homilia del santo padre en el viaje a Lampedusa. Pidamos al Señor que borre lo que de Herodes ha quedado en nuestro corazón

Por Redacción

ROMA, 08 de julio de 2013 (Zenit.org) -  'Inmigrantes muertos en el mar, aquellos barcos que en vez de ser una vía de esperanza fueron una vía de muerte'. Así titulan los periódicos. Cuando hace algunas semanas supe esta noticia, que lamentablemente otra vez un barco había naufragado, el pensamiento me volvía continuamente como una espina en el corazón que me traía sufrimiento. Y entonces sentí que tenía que venir hoy aquí a rezar. A cumplir un gesto de cercanía, pero también para despertar a nuestras conciencias. Para que lo que sucedió no se repita, no se repita, por favor.

Antes querría decir algunas palabras de sincera gratitud y aliento a ustedes habitantes de Lampedusa y Linosa, a las asociaciones, a los voluntarios y a las fuerzas de seguridad, que han mostrado y atienden a estas personas en los viajes hacia algo mejor. Ustedes son una pequeña realidad pero que ofrece un ejemplo de solidaridad. ¡Gracias!

Gracias también al arzobispo Mons. Francesco Montenegro, por su ayuda, su trabajo y su cercanía pastoral. Saludo gentilmente al alcalde, señora Giusi Nicolini, por lo que hace.

Un pensamiento va a los queridos inmigrantes musulmanes que esta noche inician el ayuno del ramadán. Con el deseo de abundantes frutos espirituales. La Iglesia les está cerca en la búsqueda de una vida más digna para ustedes y vuestras familias, a ustedes 'Osha'.

Esta mañana a la luz de la palabra de Dios que hemos escuchado querría proponer algunas palabras que sobre todo provoquen a la conciencia de todos, empujen a reflexionar y a cambiar concretamente ciertas actitudes.

¿Adán, dónde estás? Es la primera pregunta que Dios le hace al hombre después del pecado. ¿Dónde estás Adán? Adán es un hombre desorientado, que perdió su lugar en la creación porque cree que se ha vuelto potente, de poder dominar todo, de ser Dios.

Y la armonía se rompe el hombre se equivoca y esto se repite también en la relación con el otro que no es más el hermano que hay que amar, sino simplemente el otro que molesta mi vida, mi bienestar.

Y Dios pone la segunda pregunta: ¿Caín dónde está tu hermano? El sueño de ser potente, de ser grande como Dios, o peor, de ser como Dios, lleva a una cadena de equivocaciones que es cadena de muerte, lleva a derramar la sangre del hermano.

Estas dos preguntas de Dios resuenan también hoy con toda su fuerza fuerza. Tantos, entre nosotros, y me incluyo también yo, estamos desorientados, no estamos más atentos al mundo en el que vivimos, no cuidamos lo que Dios creó para todos y no somos ni siquiera capaces de cuidarnos los unos a los otros. Y cuando esta desorientación asume las dimensiones del mundo se llega a tragedias como aquella a la que hemos asistido.

¿Dónde está tu hermano? La voz de su sangre grita hasta mi, dice Dios. Esta no es una pregunta dirigida a los otros, es una pregunta dirigida a mi, a ti, a cada uno de nosotros.

Aquí nuestros hermanos y hermanas trataban de salir de situaciones difíciles para encontrar un poco de paz y serenidad, buscaban un lugar mejor para ellos y para sus familias, pero han encontrado la muerte. ¡Cuántas veces quienes buscan esto no encuentran comprensión, acogida y solidaridad! ¡Y sus voces suben hacia Dios!.

“¿Dónde está tu hermano? Quién es el responsable de este sangre? En la literatura española hay una comedia de Lope de Vega, que narra como los habitantes de la ciudad de Fuente Ovejuna asesinan al Gobernador porque es un tirano, y lo hacen de tal manera que no se sepa quién ha cumplido la ejecución.

Y cuando el juez del rey pide: '¿Quién ha asesinado al gobernador?' todos dicen: 'Fuente Ovejuna, Señor'.

¡Todos y nadie! También hoy esta pregunta emerge con fuerza: ¿Quien es el responsable de la sangre de estos hermanos y hermanas? ¡Nadie! Todos nosotros respondemos así: no, no soy yo, yo no tengo nada que ver, serán otros, no seguramente yo. Pero Dios nos pide a cada uno de nosotros: ¿Dónde está la sangre de tu hermano que grita hasta mi'?

Hoy nadie se siente responsable de esto; hemos perdido el sentido de la responsabilidad fraterna; hemos caído en la actitud hipócrita del sacerdote y del servidor del altar, del que habla Jesús en la parábola del Buen Samaritano.

Miramos al hermano medio muerto en el costado del camino, quizás pensamos: pobrecito, y seguimos por nuestro camino, no es nuestra tarea; y con esto nos sentimos bien.

La cultura del bienestar, que nos lleva a pensar en nosotros mismos, nos vuelve insensibles a los gritos de los otros, nos hace vivir en burbujas de jabón, que son lindas, pero no son nada, son ilusión de lo superficial, de lo provisorio, que lleva a la indiferencia hacia los otros. Más aún, lleva a la globalización de la indiferencia. ¡Nos hemos acostumbrado al sufrimiento del otro, no tenemos nada que ver, no nos interesa, no es mi problema!

Y vuelve la figura del 'innombrable de Manzoni'. La globalización de la indiferencia nos vuelve a todos 'innombrables', responsables sin nombre y sin rostro.

'Adán, dónde estás? ¿Dónde está tu hermano?, son las dos preguntas que Dios pone al inicio de la historia de la humanidad y que dirige también a todos los hombres de nuestro tiempo, también a nosotros.

Pero quisiera que nos planteáramos una pregunta: '¿Quien de entre nosotros ha llorado por este hecho o por hechos como este?, ¿por la muerte de estos hermanos y hermanas? ¿Quién ha llorado por estas personas que estaban sobre la barcaza? ¿Por las jóvenes madres que llevaban a sus niños? ¿Por estos hombres que deseaban algo para apoyar a sus familias? ¡Somos una sociedad que ha olvidado la experiencia de llorar, del 'sufrir con': ¡es la globalización de la indiferencia! En el evangelio hemos escuchado el grito, el llanto, el gran lamento: 'Raquel llora a sus hijos... porque no están más'. Herodes ha sembrado muerte para defender su propio bienestar, la propia burbuja de jabón. Y esto sigue repitiéndose.

Pidamos al Señor que borre lo que de Herodes ha quedado también en nuestro corazón. Pidamos al Señor la gracia de llorar nuestra indiferencia, la crueldad que hay en el mundo, en nosotros, también en quienes en el anonimato toman decisiones socio-económicas que abren la calle a dramas como este. '¿Quién ha llorado?'

Señor, en esta que liturgia que es una liturgia de penitencia, pedimos perdón por la indiferencia hacia tantos hermanos y hermanas. Te pedimos perdón por quien se ha acomodado, por quien se ha cerrado en su propio bienestar que lleva a la anestesia del corazón. Te pedimos perdón por aquellos que con sus decisiones a nivel mundial han creado situaciones que llevan a este drama.

'¿Adán, dónde estás?' '¿Dónde está la sangre de tu hermano?'. Amen.

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Estrella del Mar, implora perdón por nosotros que nos hemos vuelto ciegos
Oración del santo padre a la Virgen Marí­a en Lampedusa pidiendo por los migrantes, refugiados y quienes brindan solidaridad

Por Redacción

ROMA, 08 de julio de 2013 (Zenit.org) - Estrella del Mar una vez más recurrimos a ti para implorar protección y socorro, Madre de Dios y Madre Nuestra dirige tu mirada dulcísima sobre todos aquellos que cada día enfrentan el peligro del mar, para garantizar a sus propias familias el sustento necesario para la vida, para tutelar el respeto de lo creado y para servir la paz entre los pueblos.

Protectora de los migrantes y de los itinerantes, asiste con cuidado materno a los hombres, las mujeres y los niños obligados a escaparse de sus propias tierras en busca de un futuro y de esperanza.

Que el encuentro con nosotros, con nuestros pueblos no se transforme en causa de nuevas y más pesadas esclavitudes y humillaciones.

Madre de Misericordia, implora perdón por nosotros que nos hemos vuelto ciegos en el egoísmo, apegados en nuestros intereses y prisioneros en nuestros miedos, estamos distraídos sobre las necesidades y sufrimiento de nuestros hermanos.

Refugio de los Pecadores obtén la conversión de los corazones, de quienes generan guerras, odio y pobreza; explotan a los hermanos y su fragilidad, hacen indigno comercio de la vida humana.

Modelo de Caridad, bendice a los hombres y mujeres de buena voluntad, que acogen y sirven a quienes llegan a esta tierra. El amor recibido y donado sea semilla de nuevos lazos fraternos y aurora de un mundo de paz. Amén".

(Red/HSM)

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Mirada al mundo


Venezuela: Iglesia reitera necesidad urgente de diálogo
CEV precisa que no se identifica ni con el gobierno ni con la oposición y que puede coincidir con los programas o propuestas de uno o de otro

Por Redacción

CARACAS, 08 de julio de 2013 (Zenit.org) - La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) llamó este domingo al Gobierno del presidente Nicolás Maduro, a los políticos gubernamentales y a la oposición a iniciar un diálogo urgente que para superar la polarización existente en el país.

Lo indicó mons. Diego Padrón, arzobispo de Cumaná y presidente de la CEV, en la apertura de la Centésima Asamblea Plenaria Ordinaria, donde manifestó la necesidad “para la paz nacional de mantener abiertos los canales de comunicación y dialogo franco con cualquier gobierno”. Precisó que “el diálogo no significa siempre coincidencia sino ante todo escucha y apertura; que la critica bien intencionada y constructiva no es una amenaza que rompa el diálogo”.

Manifestaron diversos problemas que siente la población, como “la carestía de la vida, la escasez alimentaria, la delincuencia e inseguridad sin límites, las deficiencias en el sistema público de salud, las contradicciones en las medidas económicas, la violencia del discurso político, los escándalos de la corrupción, el miedo a que la verdad se conozca, el sufrimiento de los que están privados de libertad, en particular de los que están enfermos, las consecuencias negativas para la salud de los que hacen huelgas de hambre o ayunos prolongados y continuos, la desesperanza de los que no ven soluciones definitivas a los más grandes problemas”.

Los obispos recuerdan: “¡El país está inmerso en la conflictividad! Las universidades autónomas están cerradas, los estudiantes fuera de las aulas. Las empresas con muchas dificultades; los obreros, con múltiples reclamos. Pareciera que los partidos políticos, están como la mujer de Lot mirando hacia atrás. Ciertas instituciones no dan signos de institucionalidad. ¡El panorama no es nada alentador!".

"Nosotros mismos, como pastores del pueblo de Dios -- indican los obispos-- no estamos satisfechos con lo que hemos hecho ¡falta mucho por hacer¡. Nuestra conversión personal y pastoral son un desafío permanente. Pero no estamos arrepentidos de lo que hemos dicho en nuestras Exhortaciones y Documentos y de lo que hemos realizado”.

Y precisan: “La Conferencia no se identifica ni con el gobierno de turno ni con la oposición política del momento. En muchos aspectos puede coincidir con los programas del gobierno y con las propuestas democráticas y legales de la oposición”.

“Para la Conferencia Episcopal --precisa la nota-- lo más importante, lo más urgente y lo más beneficioso para el país es que gobierno y oposición se reconozcan, se sienten en una mesa de diálogo y construyan nuevos caminos por donde transiten la justicia, la reconciliación y la recuperación del país”.

Concluyen su documento: “Damos gracias infinitas al Dios Uno y Trino que dirige a su Iglesia. Hoy, en la persona del Papa Francisco, latinoamericano, sentimos más de cerca el pastoreo de Jesucristo”.

Y recuerdan que el 17 del mes pasado el papa Francisco recibió en audiencia privada al presidente de la República de Venezuela. “Sabemos por los medios que fue un encuentro cordial en el que trataron los temas más sobresalientes del país y en el que el papa Francisco recomendó al señor presidente abrir el diálogo con todos los sectores, entre ellos la Iglesia”.

(Red/HSM)

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Faltan15 días. Jóvenes de la JMJ sabrán por mail el lugar de las catequesis
También serán informados sobre los kits del peregrino y los restaurantes que aceptan la tarjeta de alimentación

Por Redacción

ROMA, 08 de julio de 2013 (Zenit.org) - Los peregrinos que participarán a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ Río2013) recibirán aproximadamente 15 días antes del evento un Boucher, por medio de un e-mail, en el que se indicará dónde serán sus respectivas sedes de catequesis. 

Lo indicó este viernes la oficina de prensa de la JMJ, y precisó que quienes optaron el programa que incluye la alimentación tendrán que recoger sus kits para el desayuno en el mismo lugar de la catequesis. Los peregrinos recibirán los kits para el desayuno del 23 al 27 de julio. También ellos podrán saber cuáles son los restaurantes registrados para el almuerzo y cena con la tarjeta de alimentación.

El kit para el desayuno estará compuesto por: chocolatada, croissant, galletitas saladas, jugo, nutella, queso y torta. El Padre Leandro Lenin director de las catequesis, recordó que habrá kits especiales para los peregrinos celiacos, hipertensos o diabéticos, en todas las sedes de catequesis. 

“A cada 30 sedes, hay un coordinador de alimentación. En caso que un grupo necesite de más kits especiales deberá entrar en contacto con su coordinador para pedir más”, afirmo. El desayuno para estas personas tendrá tres ítems, de acuerdo con sus necesidades alimenticias. 

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Legionarios de Cristo: Una cruz que nos volverá más fuertes en amor y humildad
El director de 'El Pensador' entrevista al director general en funciones del Regnum Christi y la Legión de Cristo, padre Sylvester Heereman

Por Redacción

CIUDAD DE MéXICO, 08 de julio de 2013 (Zenit.org) - El día de Pentecostés del presente año el santo padre Francisco recibió a diversos dirigentes de movimientos y persones, entre ellos estaba el director general en funciones del Regnum Christi y la Legión de Cristo, padre Sylvester Heereman.

Adelante, no aflojes” le dijo el papa al agarrar reciamente el brazo del actual responsable de Regnum Christi y de los Legionarios de Cristo.

El movimiento vivirá un momento histórico en el proceso de “redescubrimiento del carisma y purificación” al que fuera convocado paternalmente por Benedicto XVI, y cuyas líneas de trabajo han sido confirmadas por el nuevo papa con carta del 19 de junio al delegado pontificio, el cardenal Velasio De Paolis, En la misiva el papa precisa que su mandato concluirá con el capítulo extraordinario que se celebrará a inicios de 2014. Allí se elegirá un nuevo gobierno para el instituto y serán aprobadas las nuevas constituciones, las que serán enviadas al papa para ser examinadas.

El director del medio informativo mexicano, Pepe Quique profundiza diversos temas con el padre Sylvester que propone en la siguiente entrevista.

¿Cuál es la raíz del Regnum Christi?

-- Padre Sylvester: La raíz es Jesucristo y su mensaje, pero desde el punto de vista de Cristo que anuncia, predica e instaura el Reino de Dios. ¡Por eso nos llamamos Regnum Christi! Cuando los evangelistas sintetizan el mensaje de Cristo aparece una y otra vez el Reino de Dios. Esa idea a veces hoy día nos cuesta entenderla, porque es muy fuerte. Creemos que Dios es amor y creemos también que su Amor es omnipotente, que tiene la última palabra y reina por encima de todo lo que no es amor.

¿En qué sentido “Reino de Dios?

-- Padre Sylvester: El Reino de Dios se manifiesta en la cruz, en la derrota de Cristo que al mismo tiempo es la victoria del amor sobre el mal, sobre la muerte, sobre el pecado. Y es precisamente por esa victoria de Dios que no nos esclaviza, sino que por el contrario nos libera. Lleva al hombre a la identidad de “hijo de Dios”, le lleva a la libertad y le lleva a vivir el amor.

¿Y en la actualidad? ¿Por qué redescubrir?

-- Padre Sylvester: Hemos hablado de las raíces. Pero tenemos también un movimiento que ha experimentado una dolorosa experiencia con su fundador histórico.

La recepción del carisma es un gran regalo. Y también es innegable que el fundador histórico ha sido instrumental en esto. Entonces, hay por delante toda una tarea, que nos va a llevar decenios, en la que el Espíritu Santo nos tiene que enseñar a discernir. Hemos recibido un carisma por medio de este fundador en concreto, que al mismo tiempo ha sido un padre pecador, un padre que nos ha traicionado de alguna manera pero que, a su vez, no podemos negarlo, es el padre, ¿no? Esa es la cuestión.

Ud. habla de un fundador que cometió actos reprobables pero que fue parte de vuestra historia

-- Padre Sylvester: Tenemos un carisma transmitido por medio de un fundador no santo y con hechos objetivamente reprobables. A pesar de los instrumentos, lleva implícito un mensaje de la Misericordia de Dios que nos pide perdonar también al fundador histórico y a saber convivir con el pecador. No querer cancelarlo simplemente. Un mensaje, también, de misericordia y compasión con quienes han sufrido para acompañarlos en un camino de sanación y reconciliación. Y también un mensaje de qué significa en un mundo como el de hoy día la relación con un padre de-caído. ¡Cuántos niños no viven esa misma situación…! Y otro aspecto, que alguien me ha comentado, es que al ser conscientes de la debilidad del padre, se recalca, sobresale, la maternidad de la Iglesia. Esto es algo que estamos viviendo en primera persona: la Iglesia Madre que acoge, discierne, sostiene… y que levanta al hijo.

¿Cuál es la misión de los miembros del Regnum Christi?

-- Padre Sylvester: Es justamente prolongar este impulso de Dios que comienza con la Creación, que se hace muy concreto en la Encarnación, que viene de alguna manera a reclamar lo que es de Dios que entra en el mundo. Esto a nivel de la espiritualidad. Pero más concretamente, a nivel de misión apostólica, diría que es formar a apóstoles que viven esta experiencia –como Cristo formaba apóstoles que llevaran adelante su mensaje y compartieran su misión- para transformar también la sociedad.

El Regnum Christi siente muy fuerte el deseo de no quedarse en la sacristía. De hacer apostolado porque el mundo… porque todas las almas, las personas, tienen el derecho a ser alcanzados y enterarse de lo que Dios ha hecho por ellos.

Y de ahí nuestras universidades, nuestras escuelas, nuestra labor en tantos frentes… y también el deseo de trabajar con sistema, con seriedad, con una metodología que nos permite trabajar con seriedad dentro de este mundo -aceptando las reglas de este mundo en la medida en que sean compatibles con el Evangelio-, porque somos conscientes de que el Reino de Dios está en los corazones pero que desde ahí, desde los corazones, debe transformar el mundo.

¿Por qué Regnum Christi se define a sí mismo como un movimiento militante?

-- Padre Sylvester: El papa Pablo VI les dijo a los legionarios en 1974 que no eran gente inerte sino que querían imprimir en las cosas fuerza y dar al cristianismo una expresión que le es propia: la militancia. Y los invitaba a combatir y defender la fe, a conquistar y llamar a otros hermanos a la fe y a la comunión con el Señor.

Otra de las características del movimiento es formar líderes a los cristianos y cristianos a los líderes.¿no puede esto ser confundido con elitismo?

-- Padre Sylvester: Sin duda existe siempre el peligro de reducir el liderazgo a un concepto meramente sociológico o económico. Pero no es así. Un líder es cualquier persona que puede ejercer una cierta influencia sobre los demás, como una madre de familia, un obrero, o un profesor universitario. Y si vemos la historia de la salvación, vemos que el Señor: elige a Moisés, que era un refugiado tartamudo, y lo convierte en guía de su pueblo; a David, que era el último hijo de Jesé y pastor de ovejas, para hacerlo rey; a María, una joven de un pueblo insignifi cante; a Pedro, un pescador de Galilea… Él elige hombres y mujeres y les ofrece ocasiones y la gracia para que puedan invitar a otros al seguimiento de Cristo.

Mirando a largo plazo, ¿cree usted el Regnum Christi saldrá fortalecido de todo este proceso?

-- Padre Sylvester: Eso está claro. Si Dios ha permitido esta crisis, esta cruz, es para hacernos más fuertes. Hacernos más fuertes en primer lugar en el espíritu, más fuertes en el amor, en la humildad. Más fuertes en el arraigo a Dios, en la comunión con los demás miembros de la Iglesia. Y desde ahí mantener y fortalecer también el aspecto militante y el entusiasmo a nivel apostólico.

Quizás una de las tentaciones que hemos tenido, como familia, ha sido subrayar mucho la parte militante, apostólica, activa, que a veces nos ha podido llevar a descuidar el espíritu, la prioridad de la gracia. Ojalá, por tanto, que este equilibrio divino, digamos, que es un misterio entre la gracia y la acción del hombre nos lleve a una más plena confianza en la acción de Dios y al mismo tiempo, hacer todo lo que esté en nuestras manos.

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SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA


Beato Pedro Vigne
«La cruz y la Eucaristía: claves de este «misionero del clero», artífice de un grandioso Vía Crucis»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 08 de julio de 2013 (Zenit.org) - Nació el 20 de agosto de 1670 en Privas, Francia. Su padre regentaba un comercio textil y los tres hermanos que sobrevivieron, de los cinco nacidos en el hogar, no tuvieron excesivos problemas económicos porque se vivía holgadamente. Sus progenitores le proporcionaron una buena educación. Era un muchacho tan despierto que a sus 11 años el párroco le encomendó tareas de cierta responsabilidad en la parroquia de Santo Tomás; actuaba como testigo firmando actas parroquiales de bautismo, matrimonio y sepultura. En su entorno imperaba el calvinismo y en este ambiente enrarecido por los conflictos que generaban creencias dispares, se sintió llamado a seguir a Cristo en el transcurso de una Eucaristía. Toda su vida tuvo como eje central la adoración al Santísimo Sacramento. En 1690 ingresó en el seminario de Viviers y cuatro años más tarde fue ordenado sacerdote por el prelado de la diócesis. Luego, se trasladó a Saint-Agrève en calidad de coadjutor. Su ministerio estuvo marcado por la reflexión sobre la Palabra de Dios y su devoción a la Sagrada Eucaristía, pilar de su vida sacerdotal e influjo para ejercitar la caridad sin desmayo. Volcado por completo en la misión, afable y cercano, fácilmente se compenetraba con las gentes sencillas. Conocedor de sus carencias, las fortalecía en la fe y conseguía que se involucraran en la defensa de la unidad de la Iglesia. También él iba discerniendo los pasos que debía dar.

Se sentía impulsado a la vida misionera. Los pobres, en particular los campesinos, eran sus predilectos. Por esa razón, en 1700 abandonó Saint-Agrève y se vinculó a la Congregación de la Misión, ya que su carisma estaba orientado a las «misiones populares», y ello le permitiría estar en contacto con este colectivo. Profesó en 1702 y fue destinado a Valfleury. Una de sus tareas consistió en atender a los peregrinos que acudían al santuario de la Virgen au Genêt d’Or. En la Congregación aprendió el método seguido por san Vicente de Paúl, que él mismo encarnó y difundió durante seis años de evangelización por los confines de Lyon llegando hasta Béziers. Internamente libraba una lucha difícil de apreciar por los demás; no estaba convencido del camino emprendido. Su experiencia apostólica con la gente del campo corroboró lo que venía intuyendo, que esa era la vía que debía seguir. De modo que, tras dos intensos años dedicados a la misión y a una seria reflexión para dilucidar la voluntad divina, en 1706 dejó a los lazaristas. Nunca se apagó su sed de llevar la Palabra de Dios por los pueblos. No se cansaba de repetir que había que acudir a ella: «Es necesario alimentarse de la Palabra de Dios, y así alimentar e instruir a los otros». «Quien comete el mal es porque no conoce a Dios. ¿Quién osaría no obedecerlo, no amarle, si lo conociera verdaderamente? ¿Quién osaría ofenderlo? Cuando se tiene el hábito de meditar su amor, se tiene también la certeza de esperar todo de su misericordia».

Con la debida autorización eclesial, continuó predicando por diversos lugares.Administraba los sacramentos, enseñaba a los niños, y prodigaba toda clase de atenciones de forma incansable. Suplicaba fervorosamente: «Señor, que ame con amor verdadero lo que es y concierne el bien de mi prójimo. Haz que te rece por él y que, por Ti, busque siempre serle útil...». Su firme convicción era: «Nuestra parte solo debe ser paciencia y dulce caridad, que es un medio admirable para ganar a los más endurecidos». Se congregaban en derredor suyo multitudes que, a su pesar, premiaban su celo apostólico. Su amor a Cristo hacía años que le había predispuesto a asumir cualquier sacrificio. También la Virgen María fue su baluarte. En 1712 su ardor misionero le llevó a Boucieu-le-Roi. Esta localidad, en la que se afincó definitivamente, fue su cuartel general. De allí partía para evangelizar los pueblos y regiones vecinas. La Eucaristía y la Pasión marcaban su vida, alumbraban su labor y le ayudaban a posarse en el corazón de los incrédulos. En Boucieu-le-Roi, ayudado por los fieles del entorno, erigió un monumental Vía Crucis. Ingeniosamente aprovechó la escarpada orografía del terreno dándole realce con sus 39 estaciones; una espléndida catequesis que se iniciaba con lo acontecido en el Jueves Santo y culminaba con Pentecostés. Él mismo encabezaba las constantes visitas de peregrinos acompañándoles en su reflexión y oración. Además, un grupo de mujeres, instadas por él, le ayudaron en esta tarea apostólica. Así surgió su fundación: la Congregación del Santísimo Sacramento.

El 30 de noviembre de 1715 hizo entrega a las primeras religiosas de los distintivos de la orden, el hábito y la cruz. «El libro más bello. Jesucristo que sufre y muere en la cruz por nosotros» era el objeto de sus meditaciones. «¿Buscas la humildad? ¡Id a la Cruz!, ¿buscas la pureza? ¡Id a la Cruz!, ¿buscas la esperanza?, ¿eres atraído del orgullo? ¡mira el crucifijo!…». Éstas, y otras muchas, eran las grandes lecciones que ofrecía. En su formación inculcaba a sus hijas el amor a la Eucaristía instruyéndoles para que supiesen educar a niños y a jóvenes; escribía sus reglas y les proporcionaba otros tratados de espiritualidad de su autoría. Sin abandonar la misión popular, creó nuevas escuelas y un espacio para las maestras, denominado «regentas», en el que podían compartir sus intereses. Pero su búsqueda personal no tenía fin, y terminó vinculándose a la fundación de Sacerdotes del Santísimo Sacramento. Un día, siendo ya septuagenario, cuando predicaba en Rencurel se sintió indispuesto por tantas fatigas. Y mientras oraba acompañado de un sacerdote y dos religiosas de la Orden fundada por él, que acudieron de inmediato a su lecho de muerte, expiró el 8 de julio de 1740. Juan Pablo II lo beatificó el 3 de octubre de 2004.

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