17.07.13

 

Cada vez están proliferando más. La imagen que mucha gente aún tiene de Cáritas es la de unos cuantos voluntarios de buena voluntad repartiendo bolsas de comida de forma gratuita a quien nada tiene. No ha quedado más remedio que hacerlo y cuando no hay, pues no hay.

La verdad es que el sistema adolece de unos cuantos fallos. El principal, el de convertir a la persona necesitada en la nada: va a Cáritas y el voluntario le da lo que le parece, si hay y cuando hay. Por eso se buscan formas de fomentar en las personas una mayor autonomía, libertad y dignidad. Por eso la aparición de los economatos de Cáritas.

Un economato es una tienda un poco especial. En ella se ofrecen productos de primera necesidad de alimentación y limpieza a precios sensiblemente inferiores a los del mercado. Esto es posible gracias a las donaciones de productos y a las subvenciones de Cáritas. Para el usuario es mucho mejor: compra lo que quiere, hace sus cuentas, no depende de lo que esa buena señora o ese buen señor decida buenamente regalarle y además aporta una pequeña cantidad.

Me dicen que en algunos países es normal casi que cada parroquia tenga su propio economato. En España están comenzando a proliferar. Recuerdo el de Córdoba, quizá uno de los primeros, que se abrió con la oposición por cierto de Comisiones Obreras que llegó a comparar a Cáritas con la mafia por ese proyecto. Después hemos ido teniendo noticia de muchos más.

Ayer falté a la cita diaria con mis lectores porque estuve conociendo precisamente el economato de la cercana diócesis de Segovia. La razón es que quizá en otoño pueda anunciar la apertura de uno en la parroquia de un servidor. Ya iré contando cómo van las cosas. Los voluntarios están animados y creo que sea posible el proyecto.

De momento estamos hablando con Cáritas, hay una posible línea de financiación a través de una entidad concreta, los voluntarios están de acuerdo y tenemos local y posibilidades.

Creo que es avanzar en dignidad hacia la persona. Para cualquier usuario no cabe duda de que es mejor el que puedan decidir qué comprar, cuándo y de qué manera, e incluso aportar algo, que pensamos que hace responsables y ayuda a “moverse”. Los interrogantes, muchos, pero nos parece que merece la pena embarcarse en el proyecto.

Ya os contaremos. Y si alguien conoce esto y tiene sugerencias, que sepa que estaremos muy agradecidos.