ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 24 de julio de 2013

LA FRASE DEL MIÉRCOLES 24 DE JULIO

"Un viajero no observador es un pájaro sin alas" (Moslih Eddin Saadi, siglo XIII)

 


Jornada Mundial de la Juventud Río 2013

Francisco: "Tendamos la mano a quien se encuentra en dificultad"
Palabras urgentes del papa durante visita al Hospital São Francisco de Assis

El papa recibe una calurosa bienvenida en Aparecida bajo la lluvia y el frío
Francisco anuncia que en 2017 volverá a Brasil por la celebración del tercer centenario de Aparecida

Papa Francisco: ¡Qué alegría venir a la casa de la Madre de todo brasileño!
Homilía del santo padre en el Santuario de Nuestra Señora de Aparecida

El papa va al encuentro de los jóvenes argentinos
Será el jueves en la Catedral de Río de Janeiro. La visita no estaba prevista en el programa inicial

Halleluya Festival - Edición Río lleva diez horas de música para los peregrinos de la JMJ
Evento organizado por la Comunidad Católica Shalom

Lolek: espectáculo sobre la vida de Juan Pablo II en la JMJ Río 2013
Los peregrinos ya pueden disfrutar de la programación de la 'semana de la juventud'

Los jóvenes acuden a Río con anhelo de encontrar sentido a su vida
La importancia de la formación en la fe

¡Bienvenido a Aparecida, Francisco!
Hoy el papa visita el Santuario de Nuestra Señora de la Concepción Aparecida

Centinelas de la mañana en el santuario de los jóvenes
La JMJ Río 2013 da comienzo con la misa de apertura en Copacabana

SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA

Beato Cristóbal de Santa Catalina
«Fundador español. Apóstol de los pobres y de los enfermos. Dios obró por medio de él prodigios y milagros diversos»

Especial

La Iglesia en América Latina: ARGENTINA
Una mirada al continente del papa Francisco (XII)


Jornada Mundial de la Juventud Río 2013


Francisco: "Tendamos la mano a quien se encuentra en dificultad"
Palabras urgentes del papa durante visita al Hospital São Francisco de Assi­s

Por Francisco papa

RíO DE JANEIRO, 24 de julio de 2013 (Zenit.org) - De retorno a Río de Janeiro, después de haber presidido la concelebración eucarística en el Santuario de Aparecida, el papa Francisco llegó de visita al Hospital “São Francisco de Assis na Providência de Deus - V.O.T. (Venerable Orden Terciaria)”, una estructura sanitaria para la recuperación de los dependientes al alcohol y las drogas, así como para la asistencia médico-quirúrgica de indigentes.

A su llegada, hacia las 18.30 (hora de Río), el santo padre fue recibido por las altas autoridades del hospital. Luego quiso detenerse a rezar en la capilla del hospital, para encontrarse posteriormente en el patio central con los miembros de la Venerable Tercera Orden de San Francisco de la Penitencia, así como con los médicos, enfermeros y agentes sanitarios, los pacientes y sus familiares.

Después del saludo del arzobispo de Río de Janeiro, monseñor Orani João Tempesta, y del director de la estructura, padre Francisco Belotti, dieron su testimonio dos pacientes del hospital, quienes le entregaron a Francisco algunos regalos.

Acto seguido, el papa dirigió un discurso que reproducimos a continuación.

*******

Querido Arzobispo de Rio de Janeiro
y queridos hermanos en el episcopado;
Honorables Autoridades,
Estimados miembros de la Venerable Orden Tercera de San Francisco de la Penitencia,
Queridos médicos, enfermeros y demás agentes sanitarios,
Queridos jóvenes y familiares,
Buenas noches

Dios ha querido que, después del Santuario de Nuestra Señora de Aparecida, mis pasos se encaminaran hacia un santuario particular del sufrimiento humano, como es el Hospital San Francisco de Asís. Es bien conocida la conversión de su santo Patrón: el joven Francisco abandona las riquezas y comodidades para hacerse pobre entre los pobres; se da cuenta de que la verdadera riqueza y lo que da la auténtica alegría no son las cosas, el tener, los ídolos del mundo, sino el seguir a Cristo y servir a los demás; pero quizás es menos conocido el momento en que todo esto se hizo concreto en su vida: fue cuando abrazó a un leproso. Aquel hermano que sufría era «mediador de la luz (...) para san Francisco de Asís» (cf. Carta enc. Lumen fidei, 57), porque en cada hermano y hermana en dificultad abrazamos la carne de Cristo que sufre. Hoy, en este lugar de lucha contra la dependencia química, quisiera abrazar a cada uno y cada una de ustedes que son la carne de Cristo, y pedir que Dios colme de sentido y firme esperanza su camino, y también el mío.

Abrazar, abrazar. Todos hemos de aprender a abrazar a los necesitados, como San Francisco. Hay muchas situaciones en Brasil, en el mundo, que necesitan atención, cuidado, amor, como la lucha contra la dependencia química. Sin embargo, lo que prevalece con frecuencia en nuestra sociedad es el egoísmo. ¡Cuántos «mercaderes de muerte» que siguen la lógica del poder y el dinero a toda costa! La plaga del narcotráfico, que favorece la violencia y siembra dolor y muerte, requiere un acto de valor de toda la sociedad. No es la liberalización del consumo de drogas, como se está discutiendo en varias partes de América Latina, lo que podrá reducir la propagación y la influencia de la dependencia química. Es preciso afrontar los problemas que están a la base de su uso, promoviendo una mayor justicia, educando a los jóvenes en los valores que construyen la vida común, acompañando a los necesitados y dando esperanza en el futuro. Todos tenemos necesidad de mirar al otro con los ojos de amor de Cristo, aprender a abrazar a aquellos que están en necesidad, para expresar cercanía, afecto, amor.

Pero abrazar no es suficiente. Tendamos la mano a quien se encuentra en dificultad, al que ha caído en el abismo de la dependencia, tal vez sin saber cómo, y decirle: «Puedes levantarte, puedes remontar; te costará, pero puedes conseguirlo si de verdad lo quieres».

Queridos amigos, yo diría a cada uno de ustedes, pero especialmente a tantos otros que no han tenido el valor de emprender el mismo camino: «Tú eres el protagonista de la subida, ésta es la condición indispensable. Encontrarás la mano tendida de quien te quiere ayudar, pero nadie puede subir por ti». Pero nunca están solos. La Iglesia y muchas personas están con ustedes. Miren con confianza hacia delante, su travesía es larga y fatigosa, pero miren adelante, hay «un futuro cierto, que se sitúa en una perspectiva diversa de las propuestas ilusorias de los ídolos del mundo, pero que da un impulso y una fuerza nueva para vivir cada día» (Carta enc. Lumen fidei, 57). Quisiera repetirles a todos ustedes: No se dejen robar la esperanza. No se dejen robar la esperanza. Pero también quiero decir: No robemos la esperanza, más aún, hagámonos todos portadores de esperanza.

En el Evangelio leemos la parábola del Buen Samaritano, que habla de un hombre asaltado por bandidos y abandonado medio muerto al borde del camino. La gente pasa, mira y no se para, continúa indiferente el camino: no es asunto suyo. No se dejen robar la esperanza. Cuántas veces decimos: no es mi problema. Cuántas veces miramos a otra parte y hacemos como si no vemos. Sólo un samaritano, un desconocido, ve, se detiene, lo levanta, le tiende la mano y lo cura (cf. Lc 10, 29-35). Queridos amigos, creo que aquí, en este hospital, se hace concreta la parábola del Buen Samaritano. Aquí no existe indiferencia, sino atención, no hay desinterés, sino amor. La Asociación San Francisco y la Red de Tratamiento de Dependencia Química enseñan a inclinarse sobre quien está dificultad, porque en él ve el rostro de Cristo, porque él es la carne de Cristo que sufre. Muchas gracias a todo el personal del servicio médico y auxiliar que trabaja aquí; su servicio es valioso, háganlo siempre con amor; es un servicio que se hace a Cristo, presente en el prójimo: «Cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo» (Mt 25,40), nos dice Jesús.

Y quisiera repetir a todos los que luchan contra la dependencia química, a los familiares que tienen un cometido no siempre fácil: la Iglesia no es ajena a sus fatigas, sino que los acompaña con afecto. El Señor está cerca de ustedes y los toma de la mano. Vuelvan los ojos a él en los momentos más duros y les dará consuelo y esperanza. Y confíen también en el amor materno de María, su Madre. Esta mañana, en el santuario de Aparecida, he encomendado a cada uno de ustedes a su corazón. Donde hay una cruz que llevar, allí está siempre ella, nuestra Madre, a nuestro lado. Los dejo en sus manos, mientras les bendigo a todos con afecto. Muchas gracias.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


 

El papa recibe una calurosa bienvenida en Aparecida bajo la lluvia y el frí­o
Francisco anuncia que en 2017 volverá a Brasil por la celebración del tercer centenario de Aparecida

Por Rocío Lancho García

ROMA, 24 de julio de 2013 (Zenit.org) - Esta mañana, pasadas las 8.00, el santo padre Francisco ha dejado la Residencia de Sumaré y se ha dirigido en avión a Aparecida, para celebrar la Santa Misa en el Santuario Nacional de Nossa Senhora da Conceição Aparecida, el mayor santuario católico en Brasil.

El avión que le trasportó desde Río de Janeiro, llegó esta mañana al aeropuerto de San José de Campos a unos 70 kilómetro del Santuario. Desde allí se dirigió en helicóptero hasta la Basílica, donde fue acogido por una multitud de fieles entusiasmada que le esperaban protegiéndose con paraguas de la lluvia.

A su llegada, el papa fue recibido por el arzobispo, el cardenal Raymundo Damasceno Assis y de algunas autoridades locales. Las malas condiciones climatológicas no han sido un impedimento para que el papa, subido al jeep descubierto, recorriera el camino que le llevaba desde el helipuerto a la Basílica, sonriente, saludando y bendiciendo a los presentes.

Un vez en la Basílica del Santuario, el papa ha sido acogido en la entrada por el rector. De ahí se ha dirigido directamente a la Capilla dedicada a los 12 apóstoles, donde está expuesta la estatua de la Virgen de Aparecida. El santo padre se ha detenido en unos minutos de oración y ha realizado la oración a la Madre Aparecida, poniendo en sus manos a los jóvenes y la Jornada Mundial de la Juventud.

El papa ha recibido una réplica de la imagen de la Virgen de Aparecida y él ha donado al Santuario un cáliz.

Al inicio de la misa el cardenal Damasceno ha dirigido unas palabras al obispo de Roma señalando que "este santuario es un importante "icono" religioso nacional. Al visitarlo, se puede decir que, simbólicamente, santidad, se encuentra de visita en Brasil".

Durante la homilía, en la que el santo padre ha hablado en portugués, ha señalado que "hoy he querido venir aquí para pedir a María, nuestra Madre, el éxito de la Jornada Mundial de la Juventud, y poner a sus pies la vida del pueblo latinoamericano. Así mismo ha recordado que en este santuario, donde hace seis años se celebró la V Conferencia General del Episcopado de América Latina y el Caribe, "ha ocurrido algo muy hermoso, que he podido constatar personalmente: ver cómo los obispos —que trabajaban sobre el tema del encuentro con Cristo, el discipulado y la misión— se sentían alentados, acompañados y en cierto sentido inspirados por los miles de peregrinos que acudían cada día a confiar su vida a la Virgen: aquella Conferencia ha sido un gran momento de Iglesia".

A continuación ha dado tres "sencillas actitudes"  para que María "nos ayude a todos nosotros, Pastores del Pueblo de Dios, padres y educadores, a transmitir a nuestros jóvenes los valores que los hagan artífices de una nación y de un mundo más justo, solidario y fraterno": " Mantener la esperanza", "dejarse sorprender por Dios" y "vivir con alegría". El santo padre ha destacado ideas como que "el más fuerte es Dios, y Dios es nuestra esperanza", "demos aliento a la generosidad que caracteriza a los jóvenes, ayudémoslos a ser protagonistas de la construcción de un mundo mejor: son un motor poderoso para la Iglesia y para la sociedad", también ha recordado que Dios "pide que nos dejemos sorprender por su amor, que acojamos sus sorpresas" y que "el cristiano es alegre" y "no puede ser pesimista".

Antes de finalizar la eucaristía el papa Francisco ha consagrado su pontificado a la Virgen de Aparecida en una oración en la que le ha pedido que "postrado a tus pies, te consagro mi mente (...) te consagro mi lengua, (...) te consagro mi corazón, para que después de Dios, te ame sobre cada cosa (...)".

Después de la bendición final, el pontífice se ha dirigido a las personas que estaban en primera fila, principalmente enfermos, y les ha dado su bendición y saludado con ternura, como acostumbra a hacer en tantas ocasiones.

Y ya para finalizar la celebración en el Santuario mariano, el santo padre ha salido al balcón para bendecir a todos los fieles que han seguido la misa por las pantallas instaladas en el exterior. Una plaza que puede contener varias decenas de miles de personas.

Muy sonriente, Francisco se ha disculpado por no hablar "brasileño" y les ha dicho que hablaría en español. Ha dado las gracias de corazón a los fieles y ha pedido a la Virgen de Aparecida su bendición para los presentes y sus familias. Finalmente, les ha pedido que recen por él "porque lo necesito" y ha añadido "¡y hasta 2017, que voy a volver!", palabras que han provocado el entusiasmo de los presentes.

En el 2017 se celebra el tercer centenario de la aparición de la imagen de la Virgen de este Santuario. En 1717 un grupo de pescadores, después de varios intentos infructuosos, pidieron la intercesión de la Virgen María y en lugar de pescado, encontraron una pequeña imagen de Nuestra Señora de la Concepción hecha en terracota. El título de "Aparecida" viene del verbo "Aparecer" porque fue en un momento de gran necesidad cuando los pescadores la encontraron y se dieron cuenta de que este hecho indicaba una señal de la intercesión de la Virgen.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Papa Francisco: ¡Qué alegría venir a la casa de la Madre de todo brasileño!
Homilí­a del santo padre en el Santuario de Nuestra Señora de Aparecida

Por Francisco papa

RíO DE JANEIRO, 24 de julio de 2013 (Zenit.org) - Esta mañana, el santo padre celebra la misa en el Santuario de Nuestra Señora de Aparecida.

A continuación, publicamos la homilía del papa Francisco:

Venerados hermanos en el episcopado y en el sacerdocio,
Queridos hermanos y hermanas

¡Qué alegría venir a la casa de la Madre de todo brasileño, el Santuario de Nuestra Señora de Aparecida! Al día siguiente de mi elección como Obispo de Roma fui a la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, con el fin de encomendar a la Virgen mi ministerio como Sucesor de Pedro. Hoy he querido venir aquí para pedir a María, nuestra Madre, el éxito de la Jornada Mundial de la Juventud, y poner a sus pies la vida del pueblo latinoamericano.

Quisiera ante todo decirles una cosa. En este santuario, donde hace seis años se celebró la V Conferencia General del Episcopado de América Latina y el Caribe, ha ocurrido algo muy hermoso, que he podido constatar personalmente: ver cómo los obispos —que trabajaban sobre el tema del encuentro con Cristo, el discipulado y la misión— se sentían alentados, acompañados y en cierto sentido inspirados por los miles de peregrinos que acudían cada día a confiar su vida a la Virgen: aquella Conferencia ha sido un gran momento de Iglesia. Y, en efecto, puede decirse que el Documento de Aparecida nació precisamente de esta urdimbre entre el trabajo de los Pastores y la fe sencilla de los peregrinos, bajo la protección materna de María. La Iglesia, cuando busca a Cristo, llama siempre a la casa de la Madre y le pide: «Muéstranos a Jesús». De ella se aprende el verdadero discipulado. He aquí por qué la Iglesia va en misión siguiendo siempre la estela de María.

Hoy, en vista de la Jornada Mundial de la Juventud que me ha traído a Brasil, también yo vengo a llamar a la puerta de la casa de María —que amó a Jesús y lo educó— para que nos ayude a todos nosotros, Pastores del Pueblo de Dios, padres y educadores, a transmitir a nuestros jóvenes los valores que los hagan artífices de una nación y de un mundo más justo, solidario y fraterno. Para ello, quisiera señalar tres sencillas actitudes, tres sencillas actitudes: mantener la esperanza, dejarse sorprender por Dios y vivir con alegría.

1. Mantener la esperanza. La Segunda Lectura de la Misa presenta una escena dramática: una mujer —figura de María y de la Iglesia— es perseguida por un dragón —el diablo— que quiere devorar a su hijo. Pero la escena no es de muerte sino de vida, porque Dios interviene y pone a salvo al niño (cf. Ap 12,13a-16.15-16a). Cuántas dificultades hay en la vida de cada uno, en nuestra gente, nuestras comunidades. Pero, por más grandes que parezcan, Dios nunca deja que nos hundamos. Ante el desaliento que podría haber en la vida, en quien trabaja en la evangelización o en aquellos que se esfuerzan por vivir la fe como padres y madres de familia, quisiera decirles con fuerza: Tengan siempre en el corazón esta certeza: Dios camina a su lado, en ningún momento los abandona. Nunca perdamos la esperanza. Jamás la apaguemos en nuestro corazón. El «dragón», el mal, existe en nuestra historia, pero no es el más fuerte. El más fuerte es Dios, y Dios es nuestra esperanza. Es cierto que hoy en día, todos un poco, y también nuestros jóvenes, sienten la sugestión de tantos ídolos que se ponen en el lugar de Dios y parecen dar esperanza: el dinero, el éxito, el poder, el placer. Con frecuencia se abre camino en el corazón de muchos una sensación de soledad y vacío, y lleva a la búsqueda de compensaciones, de estos ídolos pasajeros. Queridos hermanos y hermanas, seamos luces de esperanza. Tengamos una visión positiva de la realidad. Demos aliento a la generosidad que caracteriza a los jóvenes, ayudémoslos a ser protagonistas de la construcción de un mundo mejor: son un motor poderoso para la Iglesia y para la sociedad. Ellos no sólo necesitan cosas. Necesitan sobre todo que se les propongan esos valores inmateriales que son el corazón espiritual de un pueblo, la memoria de un pueblo. Casi los podemos leer en este santuario, que es parte de la memoria de Brasil: espiritualidad, generosidad, solidaridad, perseverancia, fraternidad, alegría; son valores que encuentran sus raíces más profundas en la fe cristiana.

2. La segunda actitud: dejarse sorprender por Dios. Quien es hombre, mujer de esperanza —la gran esperanza que nos da la fe— sabe que Dios actúa y nos sorprende también en medio de las dificultades. Y la historia de este santuario es un ejemplo: tres pescadores, tras una jornada baldía, sin lograr pesca en las aguas del Río Parnaíba, encuentran algo inesperado: una imagen de Nuestra Señora de la Concepción. ¿Quién podría haber imaginado que el lugar de una pesca infructuosa se convertiría en el lugar donde todos los brasileños pueden sentirse hijos de la misma Madre? Dios nunca deja de sorprender, como con el vino nuevo del Evangelio que acabamos de escuchar. Dios guarda lo mejor para nosotros. Pero pide que nos dejemos sorprender por su amor, que acojamos sus sorpresas. Confiemos en Dios. Alejados de él, el vino de la alegría, el vino de la esperanza, se agota. Si nos acercamos a él, si permanecemos con él, lo que parece agua fría, lo que es dificultad, lo que es pecado, se transforma en vino nuevo de amistad con él.

3. La tercera actitud: vivir con alegría. Queridos amigos, si caminamos en la esperanza, dejándonos sorprender por el vino nuevo que nos ofrece Jesús, ya hay alegría en nuestro corazón y no podemos dejar de ser testigos de esta alegría. El cristiano es alegre, nunca triste. Dios nos acompaña. Tenemos una Madre que intercede siempre por la vida de sus hijos, por nosotros, como la reina Esther en la Primera Lectura (cf. Est 5,3). Jesús nos ha mostrado que el rostro de Dios es el de un Padre que nos ama. El pecado y la muerte han sido vencidos. El cristiano no puede ser pesimista. No tiene el aspecto de quien parece estar de luto perpetuo. Si estamos verdaderamente enamorados de Cristo y sentimos cuánto nos ama, nuestro corazón se «inflamará» de tanta alegría que contagiará a cuantos viven a nuestro alrededor. Como decía Benedicto XVI, aquí en este Santuario: «El discípulo sabe que sin Cristo no hay luz, no hay esperanza, no hay amor, no hay futuro» (Discurso Inaugural de la V Conferencia general del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Aparecida, 13 de mayo 2007: Insegnamenti III/1 [2007], p. 861).

Queridos amigos, hemos venido a llamar a la puerta de la casa de María. Ella nos ha abierto, nos ha hecho entrar y nos muestra a su Hijo. Ahora ella nos pide: «Hagan todo lo que él les diga» (Jn 2,5). Sí, Madre nuestra, nos comprometemos a hacer lo que Jesús nos diga. Y lo haremos con esperanza, confiados en las sorpresas de Dios y llenos de alegría. Que así sea.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


El papa va al encuentro de los jóvenes argentinos
Será el jueves en la Catedral de Río de Janeiro. La visita no estaba prevista en el programa inicial

Por Redacción

RíO DE JANEIRO, 24 de julio de 2013 (Zenit.org) - El santo padre acudirá al encuentro de los jóvenes argentinos que han peregrinado a Río de Janeiro para la Jornada Mundial de la Juventud 2013. Lo ha confirmado el padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, e informó que el encuentro tendrá lugar en la Catedral de la ciudad de Río de Janeiro: "se ha añadido en el programa, para el jueves, un encuentro con los jóvenes argentinos - al menos una representación de ellos - que estarán en la Catedral de Río de Janeiro: el papa pasará a saludarles". Está previsto que sea a las 12.00 del medio día.

Informa también la agencia de noticias AICA, que el padre Darío Quintana OAR, coordinador de la Pastoral de Juventud de la Conferencia Episcopal Argentina, informó que tuvo la oportunidad de ver al papa cuando ingresó al subsuelo del templo mayor de Río el lunes 22 para cambiar de coche y saludar a los miles de fieles que estaban en las calles: "Nos saludó, me vio, e hizo un gesto de reconocimiento, como suele hacer. Y nos hizo un gesto, como diciendo 'nos vemos pronto' ". El hecho sucedió a las 17.05, momento en que la catedral de San Sebastián ya se encontraba abarrotada de fieles, que habían comenzado a llegar una hora antes.

En una entrevista a Radio Vaticana, el padre Lombardi explica cómo vivió el papa Francisco la jornada de ayer y la misa de inauguración: "naturalmente, esto es también para el papa un evento muy importante, aunque si él no estuvo presente: tradicionalmente, el papa no está presente en este evento pero sabe que es precisamente el punto de partida de estas jornadas y por tanto ya se siente un poco el pulso de cómo serán estos días. Si hemos tenido ya más de medio millón de jóvenes esta tarde (refiriéndose a la tarde de ayer) con el frío, la lluvia, esto quiere decir que las cosas están yendo muy bien. El entusiasmo se ha sentido, se ha visto que había un gran deseo, una gran espera por parte de los jóvenes y por tanto del papa, que ha seguido por televisión el evento, sabe que cuando llegué él quién sabe que pasará....".

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Halleluya Festival - Edición Río lleva diez horas de música para los peregrinos de la JMJ
Evento organizado por la Comunidad Católica Shalom

Por Redacción

RíO DE JANEIRO, 24 de julio de 2013 (Zenit.org) - El Festival ha visto la presencia de más de 1 millón de personas en Fortaleza y será uno de los eventos dentro del programa de la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro.

El evento se desarrolla desde hace 16 años en Fortaleza y por tercera vez en Río de Janeiro, como parte del programa oficial de la Jornada Mundial de la Juventud. El Halleluya se realizará desde el martes 23 hasta el viernes 26, en Arcos da Lapa, con ingreso libre.

El programa de este miércoles inició a las 14.00 y recoge lo mejor de la música católica. Nueves atracciones pondrán el lema al evento. Una variedad de ritmos que promete gustar a todos.

En la lista de los invitados dos atracciones internacionales: China Youth st. Aloysius y el cantar inglés Matt Maher. La Rock Band Rosa de Sarón es una de las atracciones más esperadas como también sor Kelly Patricia, una religiosa que canta pop-rock y toca la guitarra durante el espectáculo. En la edición de Halleluya en Fortaleza, sor Kelly ha cantado delante de un público de 200.000 personas durante la Semana Misionera.

Además del concierto en el palco principal está prevista un área de stand y el "Espacio de la Misericordia" con sacerdotes para confesiones y acompañamiento espiritual. En el Festival se espera para esta segunda jornada de actividad al menos 20 mil personas.

El Festival Halleluya está organizado por la Comunidad Católica Shalom, una institución reconocida por la Iglesia Católica, presente en 18 países como Italia, Francia, Suiza, Israel, Holanda, Uruguay y Túnez, entre otros, y en 64 ciudades de Brasil. En Río de Janeiro la Comunidad desarrolla actividades de evangelización en el Santuario del Cristo Redentor, gestiona un bar como medio para atraer a jóvenes y cuida de toxicodependientes en una comunidad terapéutica creada por ellos.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Lolek: espectáculo sobre la vida de Juan Pablo II en la JMJ Rí­o 2013
Los peregrinos ya pueden disfrutar de la programación de la 'semana de la juventud'

Por María Emilia Marega

RíO DE JANEIRO, 24 de julio de 2013 (Zenit.org) - Los peregrinos ya están disfrutando de la programación de la Jornada Mundial de la Juventud que, según la organización del evento, tiene como objetivo promover el encuentro del hombre con Dios a través de la belleza expresada en representaciones artísticas y la riqueza natural y cultural de Brasil.

Son espectáculos y conciertos de música, teatro, danza, musicales y exposiciones de arte, cine y visitas culturales y naturales a disposición de los peregrinos. Una de las piezas que se exhibieron ayer es Lolek, musical que cuenta la historia de Juan Pablo II. Después de la JMJ Río 2013, el grupo seguirá de gira hasta diciembre.

Una nota sobre el espectáculo en el programa oficial del festival, dice que el musical plantea cuestiones sobre la esperanza y retrata la medida en la que avanzamos en nuestro camino.

Wilde Fabio Alencar, director y escritor de la representación, viajó a Polonia para visitar los lugares donde el beato Juan Pablo II vivió, para poder escribir el guión. Alencar habló sobre el espectáculo Musical Lolek en una entrevista con Shalom.

"Artísticamente tenemos canciones con mucho dinamismo, belleza y unción. Es emocionante ... Proponemos a los jóvenes de hoy en un idioma que pueden absorber, aprender, experimentar a Dios a través de su trabajo. (...) ¡Es un gran desafío! En un musical así necesitamos tener conflictos, debilidades humanas. Imagínese, mirando a la fragilidad humana de Juan Pablo II y la necesidad de retratarla en el escenario. Es un gran reto, pero al mismo tiempo fantástico. Ver el gran regalo que es la gracia de Dios entrando en la humanidad".

Durante las pruebas con la compañía de Arte Shalom, el director se dio cuenta de que los artistas estaban "encriptados, porque la vida de Juan Pablo II es de una intensidad tal que no pueden hacer nada más que sumergirse en Dios."

Eduardo Tauffic, responsable de los arreglos de las canciones de la banda sonora, dijo que "es difícil componer la banda sonora de la serie cuando el guión ya se ha propuesto con una intensidad fuerte, con una claridad de los hechos y, sobre todo con una consistencia fuera de lo común. Según él Lolek es sin duda un musical emocionante que cuenta la vida personal de una figura que ha marcado a la Iglesia y a su tiempo, Juan Pablo II.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Los jóvenes acuden a Río con anhelo de encontrar sentido a su vida
La importancia de la formación en la fe

Por Felipe Arizmendi Esquivel

SAN CRISTóBAL DE LAS CASAS, 24 de julio de 2013 (Zenit.org) - Ofrecemos el artículo de nuestro colaborador monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de Las Casas, sobre la importancia de la formación en la fe.

SITUACIONES

Durante esta semana, en Río de Janeiro, Brasil, se lleva a cabo la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, con la participación del Papa Francisco. La convocatoria de la Iglesia Católica ha tenido gran resonancia entre los jóvenes, que en su mayoría no van por turismo o aventura, sino porque sienten anhelos profundos de encontrar sentido a su vida, a partir del encuentro con Cristo en su Iglesia. Estemos atentos no a los incidentes secundarios, sino a los contenidos de los mensajes.

Jóvenes de una parroquia de nuestra diócesis me expresaron algo de su realidad: “Nosotros los jóvenes hemos cambiado mucho nuestras costumbres y usamos mucho la droga; unos usan aretes y tatuajes, pero así no quiere el corazón de Dios. Muchos nos emborrachamos y hay muchachas que entran a trabajar a las cantinas y se dejan engañar: se venden por dinero y aprender a tomar… No nos ayuda robar, hablar mal de los demás, culparlos, violentarnos, enojarnos y golpear a otros, tomar trago en las fiestas religiosas hasta perder la razón e incluso la vida; no nos ayuda el machismo, el tabaquismo y destruir la naturaleza… Queremos que no haya violencia, asaltos, secuestros, muertes y discriminación en nuestro pueblo; que no haya maltrato en la familia; queremos ser alguien en la vida y tener una vida segura; queremos vivir en hermandad y que cambiemos este presente por medio de la escucha de la Palabra de Dios. Queremos que haya buena vida para todos y fe en Dios, para que hagamos el trabajo de nuestro Señor. Queremos que haya buena enseñanza de la Palabra de Dios, para que aprendamos de su vida y alcanzar la salvación. Queremos tener vida eterna en nuestro Señor”.

ILUMINACION

El Papa Francisco dijo en su primer mensaje en Brasil: “He venido para encontrarme con jóvenes venidos de todas las partes del mundo, atraídos por los brazos abiertos de Cristo Redentor. Quieren encontrar un refugio en su abrazo, justo cerca de su corazón, volver a escuchar su llamada clara y potente. Estos jóvenes encuentran en Cristo las respuestas a sus más altas y comunes aspiraciones, y pueden saciar el hambre de una verdad clara y de un genuino amor que los una por encima de cualquier diferencia. Cristo les ofrece espacio, sabiendo que no puede haber energía más poderosa que esa que brota del corazón de los jóvenes cuando son seducidos por la experiencia de la amistad con él. Cristo tiene confianza en los jóvenes y les confía el futuro de su propia misión: «Vayan y hagan discípulos»; vayan más allá de las fronteras de lo humanamente posible, y creen un mundo de hermanos y hermanas. Pero también los jóvenes tienen confianza en Cristo: no tienen miedo de arriesgar con él la única vida que tienen, porque saben que no serán defraudados” (22-VII-2013).

Y en su reciente encíclica sobre la fe, escribe: “Los jóvenes, que atraviesan una edad tan compleja, rica e importante para la fe, deben sentir la cercanía y la atención de la familia y de la comunidad eclesial en su camino de crecimiento en la fe. Todos hemos visto cómo, en las Jornadas Mundiales de la Juventud, los jóvenes manifiestan la alegría de la fe, el compromiso de vivir una fe cada vez más sólida y generosa. Los jóvenes aspiran a una vida grande. El encuentro con Cristo, el dejarse aferrar y guiar por su amor, amplía el horizonte de la existencia, le da una esperanza sólida que no defrauda” (No. 53).

COMPROMISOS

En Brasil, el Papa nos presenta estos retos: “Nuestra generación se mostrará a la altura de la promesa que hay en cada joven cuando sepa ofrecerle espacio; tutelar las condiciones materiales y espirituales para su pleno desarrollo; darle una base sólida sobre la que pueda construir su vida; garantizarle seguridad y educación para que llegue a ser lo que puede ser; transmitirle valores duraderos por los que valga la pena vivir; asegurarle un horizonte trascendente para su sed de auténtica felicidad y su creatividad en el bien; dejarle en herencia un mundo que corresponda a la medida de la vida humana; despertar en él las mejores potencialidades para ser protagonista de su propio porvenir, y corresponsable del destino de todos”.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


¡Bienvenido a Aparecida, Francisco!
Hoy el papa visita el Santuario de Nuestra Señora de la Concepción Aparecida

Por Redacción

RíO DE JANEIRO, 24 de julio de 2013 (Zenit.org) - El papa Francisco visita hoy, 24 de julio, en santuario nacional de Nuestra Señora de la Concepción Aparecida, el mayor santuario mariano del mundo. Una visita que se realiza por un deseo personal del papa y que se incluyó en la agenda posteriormente, ya que al inicio estaba previsto que hoy fuera también un día de descanso.

El papa Francisco llegará en avión al Santuario a las 9.30, en principio estaba previsto que fuera en helicóptero, pero debido al mal tiempo se ha decidido cambiar el plan inicial, tal y como confirmó ayer el padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano.  

Será recibido por el cardenal arzobispo de Aparecida, Damasceno Assis, el obispo auxiliar de Aparecida, Darci José Nicioli, el rector del Santuario Nacional, el padre Domingos Savio, el gobernador del estado, Geraldo Alckmin y su mujer, el alcalde de Aparecida, Marcio Siqueira y su mujer.

A las 9:45 el Papa subirá al papamóvil y pasará saludando a la gente, hacia la Basílica. Allí se dirigirá a la Capilla de los Apóstoles, donde se encuentra la imagen de Nuestra Señora de Aparecida. En ese lugar, hará una breve oración seguido por los sacerdotes redentoristas y diocesanos, además de la comitiva papal.

El papa da inicio a la celebración eucarística en el altar central de la Basílica a las 10.30 y al finalizarla, al medio día, se dirigirá a la Tribuna Bentro XVI, en la parte exterior del Santuario, para dar la bendición a los peregrinos que se encuentren allí.

 A las 12.30 el papa se subirá de nuevo al papamovil para llegar al Seminario Bom Jesus, pasando por la avenida Getúlio Vargas, rua Anchieta, Praça Benedito Meirelles la rua Barão do Rio Branco (unos 3 km de recorrido)

En el seminario de Bom Jesus, el papa bendecirá la estatua de San Frei Galvão a las 13.00. Luego comerá con los miembros de su comitiva, el cardenal arzobispo de Aparecida, el obispo auxiliar de Aparecida, los seminaristas que residen en el seminario, los formadores de los seminaristas y los obispos de la provincia de Aparecida. Después del almuerzo, Francisco descansa en el seminario.

A las 16.00, antes de abandonar el Seminario Bom Jesus, el papa bendecirá a unos 50 hermanas que viven en tres conventos de clausura de la arquidiócesis de Aparecida. El Papa vuelve a su papamóvil por el mismo camino hacia el Santuario Nacional. Desde allí regresará a Río de Janeiro para visitar por la tarde le hospital Sao Francisco de Assis.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Centinelas de la mañana en el santuario de los jóvenes
La JMJ Río 2013 da comienzo con la misa de apertura en Copacabana

Por Alfonso M. Bruno

RíO DE JANEIRO, 24 de julio de 2013 (Zenit.org) - En la tarde de ayer, martes 23 de julio, monseñor Orani Joao Tempesta ha presidido la ceremonia de apertura de la JMJ de Río de Janeiro con miles de jóvenes y centenares de obispos que desafiaron a una sutil e insistente lluvia que recordó al vellón de Gedeón por los desafíos de la nueva evangelización. La lluvia suave se confundía con la espuma del mar de Copacabana sobre cuya playa se reunieron ayer por la tarde miles y miles de jóvenes para la apertura oficial de la JMJ.

Voces fuertes y alegres en diversos  idiomas se mezclaron con los cantos religiosos de los diversos grupos internacionales que pasaron por el escenario oficial,  el mismo donde el papa Francesco el próximo jueves será recibido tan solo a unos metros del océano y de una marea de jóvenes.

A la llegada de la cruz y del icono mariano de la JMJ, cuando casi la luz solar había dado paso a los proyectores y a los focos de colores, una sugerente coreografía dio inicio al evento gracias a jóvenes animando y bailando, que parecían salir de una tierra lejana y responder al tema actual de "id a haced discípulos".

La oración del rosario misionero, en los misterios dolorosos, introdujo la Eucaristía: per Mariam ad Jesum.

Los representantes de los cinco continentes, un jóvenes africano,  un chico argentino, una señora australiana, una joven suizo y un muchacho chino, condujeron la oración en sus distintos idiomas.

Cada continente ha sido un por uno recordado por los diferentes colores reproducidos sobre el escenario con tecno-iluminación: el verde para África, el rojo para América, el blanco para Europa, el azul para Oceanía y el amarillo para Asia.

Inmediatamente después comenzó la santa misa presidida por el arzobispo de Río de Janeiro, monseñor Orani Joao Tempesta que recordó en la apertura y pidió por el eterno reposo de tantos jóvenes muertos a causa de la violencia, sobre todo en Brasil, y la joven parisina fallecida en el trágico accidente en la Guayana francesa, mientras se dirigía a la JMJ de Río.

Impresionante el número de participantes y concelebrantes, con obispos metropolitas ¡convertidos en la ocasión en obispo cosmopolitas!

En su homilía, monseñor Tempesta, refiriéndose a la llamada del publicano Mateo y a la respuesta vocacional de Samuel presente en la primera lectura, invitó a los jóvenes  a salir de sí mismo y a estar preparados a responder al proyecto de Dios.

Hasta el próximo domingo la ciudad carioca se presenta al mundo como un santuario de la juventud y sacramento de una Iglesia joven y siempre sorprendente que contradice todos las catástrofes que suceden y dañan a la misma obra evangelizadora.

Más de una vez el arzobispo se dirigió a los jóvenes como "centinelas de la mañana". El deseo es que después de una noche de su historia, los jóvenes convertidos en adultos puedan despertarse viendo sus sueños hechos realidad.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


SANTOS Y BEATOS: EPOPEYAS DE AMOR. EJEMPLO DEL DÍA


Beato Cristóbal de Santa Catalina
«Fundador español. Apóstol de los pobres y de los enfermos. Dios obró por medio de él prodigios y milagros diversos»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 24 de julio de 2013 (Zenit.org) - En este beato extremeño confluyeron dos carismas: el franciscano y el hospitalario; ambos configuraron su vida y acción apostólica. Intervinieron también en ellas la fe y perspicacia de un religioso atento a su entorno que vio reflejadas en el joven Cristóbal las cualidades de una gran vocación sacerdotal.

Desde que el beato nació en Mérida, Badajoz, España, el 25 de julio de 1638, la pobreza de su familia y el espíritu de generosidad, que junto a ella aprendió y ejercitó cotidianamente, le dispusieron para ser paño de lágrimas de numerosos infortunados. La cercanía de los padres franciscanos, a los que quiso unirse antes de cumplir los 8 años, incrementó su piedad y extrajo de él sus muchas virtudes. Con ellos se impregnó de ese carisma, que fue para él como una segunda piel, unido al de los religiosos de San Juan de Dios, en cuyo hospital desempeñó la tarea de enfermero. El director del mismo fue quien atisbó que podía hallarse ante un futuro presbítero y llamó su atención hacia la vida sacerdotal. El beato estaba acostumbrado al esfuerzo y al sacrificio. Era pronto, dispuesto, muy responsable. Al ser el sacristán de convento de las franciscanas concepcionistas, solía madrugar para ayudar en misa.

Cursó estudios eclesiásticos en Badajoz y fue ordenado en esta capital en 1663. Cuando trabajaba en el hospital de su ciudad natal había dicho: «cuán suave es el Señor servido en sus pobres». De modo que al regresar a Mérida, junto al ejercicio de su ministerio, retomó la labor ya que su atracción por el mundo de los enfermos sin recursos seguía intacta. Auxilió y consoló a quienes habían perdido la salud y con ella otros bienes materiales y espirituales. En esta misión se hallaba inmerso cuando fue reclamado para sumirse en un escenario virulento: el de la guerra que se libraba entre España y Portugal; fue capitán de uno de los tercios españoles. Noche y día intentaba sanar las heridas del cuerpo y las del alma, atendiendo a los infelices soldados heridos y enfermos que yacían en el suelo. En distintos momentos estuvo a punto de fenecer. Así, se libró milagrosamente de la muerte en el fragor de la lucha, hallándose debajo de un árbol, en medio de una emboscada, y en otras circunstancias. Finalmente, la grave enfermedad que contrajo lo devolvió a su hogar. Entonces comenzó otro hito de su vida: el desierto.

La invitación a sumirse en la experiencia eremítica se tornó especialmente apremiante en su interior. Por eso, y aún en medio de dudas y de cierta reserva, como sopesaba esta vía, rechazó la oferta de un acaudalado ciudadano que quiso poner en sus manos la administración de sus bienes. Sin embargo no tomó partido por ella hasta que murió un íntimo amigo. Entonces, no demoró más su respuesta. Conocía la existencia de monjes en la serranía cordobesa y eligió ese destino. Llegó en 1667, tras recorrer a pie más de doscientos kilómetros. Le animaba este afán: «Mi ánimo, oh Dios, es servirte en la soledad. Mi viaje no ha de ser por camino conocido. Guíame para que, sin ser visto, pueda llegar al desierto donde Tu amor me llama». El hermano encargado de franquearle la entrada del eremitorio debió conmoverse cuando le oyó decir: «Soy un pecador que viene buscando quien le enseñe a hallar a Dios por el camino de la penitencia, porque no tiene otro el que ha pecado. Te pido que me recibas como hijo y me enseñes como Padre que yo prometo ser obediente a tus mandatos». Inicialmente nadie supo que era sacerdote. Hizo de la oración, el ayuno y el trabajo su pauta de conducta, sin escatimar sacrificios ni mortificaciones, con toda fidelidad y obediencia a las indicaciones que le fueron proporcionando. Profesó como terciario franciscano en 1670 y tomó el nombre religioso por el que es conocido. Pasado el tiempo, los ermitaños que admiraban su virtud, le tomaron como guía y dieron lugar al nacimiento de la congregación de Ermitaños de San Francisco y San Diego, de espíritu franciscano. Allí comenzaron a conocerse algunos de sus prodigios.

Pero su meta apostólica era Córdoba. Cuando bajaba a la ciudad observaba la radical diferencia existente entre ricos y pobres, la desidia de aquellos y de las autoridades ante tantas carencias esparcidas por sus calles: un mundo de miseria, abandono e injusticia tal que removió su sensibilidad llegándole a las entrañas. «Serviré a Dios sustentando pobres», se dijo. Y este castigadísimo colectivo fue para siempre el objeto de su caridad. En 1673 abrió un humilde hospitalito presidido por un Jesús Nazareno con esta leyenda: «Mi Providencia y tu fe han de tener esto en pie»; le ayudó a superar las dificultades y contrariedades que fueron llegando. Comenzó con seis camas, pero sus desvelos y afanes por estos desheredados, que le traían y llevaban por todos los rincones de la capital, fue despertando conciencias y se abrieron otras opciones. Hombres y mujeres iban uniéndose a él, y muchos quisieron entregarse por completo a esta labor, siendo origen de los Hermanos y Hermanas Hospitalarios de Jesús Nazareno, para «servir a los pobres». Si sus seguidores se sentían tambalear, decía: «Tened confianza porque la mano de Dios sabe abrirse para el socorro cuando las necesidades aprietan».

Su ardiente caridad se hizo patente en detalles delicados como las flores que perfumaban los lechos de sus enfermos. Niños, ancianos, jóvenes, prostitutas, incluso facinerosos bandoleros sabían de su bondad. Paciencia, humildad, generosidad diseminadas en todos los rincones. Los milagros se multiplicaban en medio de gestos que recuerdan a los del Poverello. Cuando salía a pedir limosna la gente contemplaba en él al auténtico discípulo de Cristo. El cólera azotó severamente la ciudad en 1690. Le faltaban manos para atender a los enfermos en las calles y dentro del hospital, y se contagió. Falleció el 24 de julio de ese año. Fue beatificado en Córdoba el 7 de abril de 2013 por el cardenal Angelo Amato, en representación del papa Francisco.

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba


Especial


La Iglesia en América Latina: ARGENTINA
Una mirada al continente del papa Francisco (XII)

Por José Antonio Varela Vidal

LIMA, 24 de julio de 2013 (Zenit.org) - Ofrecemos a nuestros lectores un nuevo artículo de la serie sobre la Iglesia en América Latina, con la presencia ya del santo padre en dichas tierras...

Conscientes del interés que viene suscitando el subcontinente del papa Francisco, ZENIT viene difundiendo el valioso estudio del Observatorio Pastoral del Celam (OPC), que nos acerca a la realidad pastoral, social y devocional de los pueblos latinoamericanos.

En esta oportunidad, conoceremos un poco más a la Iglesia de la Argentina, un país ubicado en la zona centro-sur del continente americano, con una extensión de 2.791.810 Km2, que acoge a cerca de 40.134.425 habitantes, de los cuales el 69% serían católicos.

Semillas de la evangelización

La historia de la Iglesia en la Argentina encuentra su origen cuando el papa Pablo III crea el obispado del Rio de la Plata y Paraguay, el 1 de julio de 1547, como sufragáneo del arzobispado de Lima, y con sede en Asunción. En 1552, el papa Julio III crea el obispado de Charcas o La Plata con jurisdicción en parte de Chile, todo el Alto Perú, Tucumán y el Río de la Plata.

Ya el 10 de mayo de 1570, san Pío V, crea la diócesis de Córdoba del Tucumán con sede en Santiago del Estero y luego trasladada a la ciudad de Córdoba. Paulo V elevará a arzobispado a la diócesis de La Plata y el 6 abril 1620 erige la diócesis de la Santísima Trinidad del puerto de Buenos Aires, que será elevada como arzobispado el 5 de marzo de 1866.

En 1785 se divide la diócesis de Córdoba y se crea la diócesis de Salta. El Papa Gregorio XVI crea el 19 de septiembre de 1834, la primera diócesis del período independiente en San Juan del Cuyo.

Comunidad de servicio

La Iglesia católica argentina cuenta con 14 arquidiócesis, 47 diócesis, 4 prelaturas, un Obispado castrense, un Ordinariato oriental, un Exarcado Greco-melquita y 3 Eparquías: Armenia, Maronita y Ucrania. Estas 71 jurisdicciones eclesiásticas están organizadas en 14 provincias eclesiásticas y 8 regiones pastorales, con el fin de fomentar la cooperación y común acción pastoral. Existe también la Prelatura personal del Opus Dei y la Prefectura Apostólica de Islas Malvinas.

Este trabajo se realiza con 14 arzobispos, entre ellos 3 cardenales, 45 obispos, 3 obispos eparcas, 3 obispos prelados, 9 obispos auxiliares, para un total de 77 obispos.

Los presbíteros diocesanos son 3.446, los presbíteros religiosos: 2.202, y un total de 519 diáconos permanentes. Están en actividad 28 seminarios diocesanos mayores y 25 menores.

La Vida Consagrada tiene presencia con 77 órdenes y congregaciones masculinas y 223 femeninas. El número de religiosos (hermanos) alcanza a 751, y las religiosas son 9.113. Existen 61 monasterios de religiosas de clausura. La Conferencia Argentina de Religiosos y Religiosas – CONFAR, agrupa y anima la Vida Consagrada. La Junta de Institutos Seculares de Argentina – JISA, se ocupa de la animación de los 721 miembros de los 27 institutos seculares. Funcionan 2.674 parroquias, 8.742 iglesias y capillas, 98 santuarios y 45 basílicas en todo el territorio argentino.

A nivel de la Conferencia Episcopal Argentina, esta tiene 19 comisiones episcopales, que se encargan de orientar y animar la acción pastoral de las jurisdicciones eclesiásticas en los campos de Fe y Cultura,Catequesis y Pastoral Bíblica,Pastoral Social, Educación Católica, Iglesias Orientales, Pastoral Aborígen, entre otras.

Relación Iglesia-Estado

Según se lee en el OPC, la Constitución argentina garantiza la libertad de culto, y le reconoce a la Iglesia católica un carácter preeminente y se compromete a sostenerla, asimilándola a un ente de derecho público no estatal. Argentina y la Santa Sede tienen firmado un Concordato desde 1957.

En Argentina, la Ley Federal de Educación de 1993 reconoce el derecho y responsabilidad que tiene la Iglesia Católica y las demás confesiones religiosas de emprender acciones educativas en el marco escolar:

Se lee así que "las acciones educativas son responsabilidad de la familia, como agente natural y primario de la educación, del Estado Nacional como responsable principal, de las Provincias, los Municipios, la Iglesia Católica, las demás confesiones religiosas oficialmente reconocidas y las Organizaciones Sociales". (Título I. Derechos, obligaciones y garantías. Artículo 4º)

Presencia en la sociedad

En el OPC se explica que la Iglesia es la institución con mayor credibilidad en la Argentina, de acuerdo con la “Primera Encuesta sobre creencias y actitudes religiosas en Argentina”, que realizó el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) con el apoyo de cuatro universidades, en el 2008.

El Episcopado argentino tiene una presencia permanente frente a los acontecimientos nacionales por medio de mensajes y comunicados en los cuales iluminan las situaciones a la luz del Evangelio.

El documento Hacia un bicentenario en justicia y solidaridad (2010 – 2016), promulgado al final de la 96ª Asamblea Plenaria de la CEA, noviembre de 2008, traza unas contribuciones para la construcción de un nuevo proyecto de país, como aporte a las celebraciones del proceso de independencia.

Desafíos pastorales

El OPC revela que la Iglesia argentina "lleva a cabo una extensa labor de servicio a la sociedad argentina a través de sus organizaciones que atienden diversos campos de actividad". Solo en el sector educativo, atiende a través de 7 universidades católicas y 2.543 colegios.

En el campo de la asistencia social son 137 centros de asistencia, 53 instituciones de ayuda y servicio comunitario, 25 centros de salud y 37 para el cuidado de enfermos y en situaciones de riesgo prestan sus servicios a los más pobres.

En el área de la comunicación social la Iglesia ofrece 455 publicaciones periódicas a nivel nacional, regional y local; 122 emisoras de radio, 42 editoriales, 142 librerías, y la agencia de noticias AICA que informa por Internet.

Para favorecer la reflexión, la oración y encuentro personal con Jesús, funcionan 210 casas de ejercicios espirituales.

La santidad en la Argentina

Unos de los modelos de la Iglesia del sur del continente es san Héctor Valdivielso Sáez (1910-1934), nacido en Buenos Aires. En España se hizo religioso del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle). Fue ejecutado en la llamada Revolución de Asturias, poco antes de la Guerra Civil Española, juntamente con siete compañeros. Juan Pablo II, en la ceremonia de beatificación (29 de abril de 1990) dijo que habían sido martirizados por "odium fidei", es decir, por odio a la fe, y que aceptaron cristianamente el sacrificio antes de renunciar a Cristo Jesús. Fue canonizado en el Vaticano el 21 de noviembre de 1999.

También está la beata María del Tránsito de Jesús Sacramentado Cabanillas (1821-1885). Nacida en Córdoba, Argentina, se dedicó a la formación cristiana de la infancia pobre y abandonada. Fundó el Instituto de las Hermanas Misioneras de la Tercera Orden de San Francisco. Fue beatificada por Juan Pablo II el 14 de abril de 2002.

Cierra el grupo glorioso el beato Ceferino Namuncurá (1886-1905), joven laico salesiano de origen mapuche, cuya vida de santidad comparten Argentina y Chile. Fue beatificado por Benedicto XVI en 2007.

Están en proceso de beatificación el siervo de Dios cardenal Eduardo Pironio (1920 – 1998), quien fue obispo de Mar del Plata, presidente del Celam, prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica y presidente del Pontificio Consejo para los Laicos

También ha sido proclamada por Benedicto XVI como venerable María Antonia de Paz y Figueroa, quien practicó las virtudes cristianas en grado heroico y fundó a las Hijas del Divino Salvador. Nacida en Silípica (Santiago del Estero) en 1730 y muerta en Buenos Aires el 7 de marzo de 1799, se le conoce también como “Mamá Antula”.

Santuarios marianos

Los argentinos veneran a la Madre de Dios en diversos santuarios, tales como la Basílica Santuario de Nuestra Señora del Rosario en la arquidiócesis del Rosario, y los santuarios de Nuestra Señora de Lourdes en Buenos Aires y en El Challao, Mendoza. Otros son el Santuario de Nuestra Señora de los Milagros en Santa Fe y el famoso Santuario de Nuestra Señora de Luján en la provincia de Buenos Aires, imagen muy amada por el papa Francisco.

Para conocer más sobre la actualidad de la Iglesia argentina aquí

 

Léalo en línea | Envíe a un amigo | Comentario en línea

Arriba