Mundo
06 de agosto del 2013

Los cristianos de Siria tuvieron su particular JMJ. Casi un millar de jóvenes acompañó al Papa desde Aleppo en una cita organizada por los salesianos

Unos 850 jóvenes se dieron cita en el Centro de la Juventud George y Matilde Salem, en la ciudad siria de Aleppo, muy castigada por la guerra, y vivieron la experiencia de la JMJ junto a los tres millones de peregrinos que quisieron estar con el Papa Francisco en Copacabana. Eran chicos y chicas pertenecientes a diversas comunidades cristianas.


 

La misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud que congregó en Copacabana a cerca de tres millones de personas se vivió con especial intensidad en una localidad asediada por la guerra: Aleppo, en Siria. Cuenta la agencia Fides que, el 28 de julio, se celebró un encuentro de jóvenes de diferentes confesiones cristianas auspiciado por los salesianos en la localidad.

Procedentes de diferentes ciudades sirias los jóvenes se dieron cita en el Centro de la Juventud George y Matilde Salem, donde compartieron una jornada de reflexión, oración, discusión y entretenimiento. Cuatro obispos católicos han participado en la jornada, celebrando la Misa y dividiendo las tareas en los distintos momentos de reflexión y oración.?La convivencia terminó con la consagración de los jóvenes de Siria al Inmaculado Corazón de María.

El obispo armenio católico Boutros Marayati describe con detalles llenos de emoción a la Agencia Fides la experiencia con los jóvenes de Aleppo: "Me quedé sorprendido al ver a tantos jóvenes sin miedo, en una ciudad marcada por la guerra. Todos daban testimonio de una paz interior que es un regalo del Señor. En muchos de ellos la prolongada crisis y el sufrimiento visto de cerca durante mucho tiempo han provocado una mirada más lucida y profundo sobre lo que puede salvar y redimir sus vidas, en todas las condiciones. Se ha reforzado la percepción de la ternura de Jesús por cada uno de ellos, y muchos empiezan a pensar en consagrarse al Señor en la oración y en el servicio de los demás. Hemos hecho tesoro de las palabras que el Papa Francisco ha dicho en los primeros días de la Jornada Mundial de la Juventud, con su llamada a no dejarse robar la esperanza.?Esas palabras han iluminado toda nuestra jornada".

La descripción del obispo armenio católico se detiene ampliamente sobre el milagro de la paz interior que se percibía en los jóvenes cristianos de Aleppo: "Trataron de contactar con skype con los jóvenes en Río", afirmó a Fides monseñor Marayati "pero las líneas de internet no funcionaban. El ambiente era relajado, los jóvenes no parecían angustiados al sentirse en estado de asedio o el tener que temer el futuro como cristianos. A pesar del alto número de participantes en el encuentro, no había ninguna medida de protección o de auto-defensa organizada. Y gracias a Dios, todo salió bien".