14.08.13

 

El último fruto de las andanzas forcadianas ha consistido en que la CONFER de Perú se ha puesto por montera nada menos que una carta del cardenal de Lima desautorizando expresamente las conferencias de la hoy todavía hermana Teresa Forcades, y trasladando el evento nada menos que auditorio del Concilio Nacional Evangélico del Perú (CONEP).

Pues aquí hay muchas cosas que preguntar. Se me ocurren algunas.

1. Qué leches –con perdón, pero es que la cosa se las trae- hace la abadesa del monasterio de San Benet de Montserrat. Porque en ese monasterio hace tiempo que las cosas se vienen desmadrando. Cualquiera que conozca esa realidad sabe que las monjas benedictinas contemplativas y de clausura de San Benet salen, entran, asisten a charlas, viajan, recorren librerías… Especialmente sor Teresa Forcades, que lo mismo está en Venezuela, que en Perú, Alemania, Santiago de Compostela, Madrid o Pernambuco. Pues por lo visto no pasa nada. Creo que la abadesa es la M. Montserrat Viñas. Pues que se explique. Este es su correo por si alguien quiere decir alguna cosa: montserrat@benedictinescat.com. Hablo de momento de salidas y entradas, que es lo de menos, porque la “formación” es inaceptable.

2. El obispo de Sant Feliu de Llobregat no sabe, no contesta. Pues va siendo hora de que el obispo diocesano, monseñor Agustí Cortés Soriano, se explique, porque algo tendrá que aclarar. Mi fuerte no es el derecho canónico, pero estoy seguro de que tiene instrumentos para poner orden en el convento, y si no los tiene que pida una intervención a Roma. Pero que deje de hacer el don Tancredo, que al final le está pillando el toro. Este es el correo del obispado: secretaria@bisbatsantfeliu.cat

3. No me explico cómo la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, al frente de la cual está hoy como Prefecto João Bráz de Aviz, mientras que el actual secretario de la Congregación es el arzobispo José Rodríguez Carballo, no dice ni mu a pesar de las múltiples denuncias que recibe sobre el caso.

4. Como muertos callan obispos por todas partes donde esta reverenda va soltando sus soflamas reconocidamente apartadas de la fe de la Iglesia. Madrid, por ejemplo, que es mi diócesis. Porque no hace mucho que sor Forcades estuvo impartiendo su “doctrina” (de ella, que no de la Iglesia) en el centro pastoral san Carlos Borromeo y aquí no pasa nada. Seguro que los lectores pueden aportar más datos. Un correo por si sirve: curiamadrid@planalfa.es

¿Y después de esto, y para muestra un botón, nos extraña lo de Lima? Una muestra más de lo que la vida religiosa entiende por eclesialidad y obediencia al pastor diocesano. Si dice o parece decir lo que me conviene ¡viva el papa Francisco! Y si no, nos aliamos con quien sea con tal de dejar claro que antes muertos que obedientes, como Cristo, obediente hasta la muerte y muerte de cruz. Creo que al cardenal Cipriani le han hecho un inmenso favor: le han dado todas las armas para pegar un baculazo y poner las cosas en su sitio.

Pues señora abadesa, señores obispos, señores de la congregación: o ponen orden o nos están autorizando a los demás a hacer lo que queramos, lo que nos venga en gana, escribir lo que sea, predicar lo que parezca, obedecer si nos conviene y vivir como nos apetezca. Porque el día que nuestro obispo nos diga algo podremos responder que si la Forcades es de una pasta especial, nació con bula pontificia o goza de algún privilegio forcadiano que no nos es dado a los simples mortales. Aquí parece que en cuanto cuatro medios progre eclesiales te arropan, los superiores se “acongojan” y calladitos más guapos. Pues o ponen orden en la Forcades, su monasterio, la CONFER de Lima y donde sea menester, o servidor desde este momento entiende que aquí cada cual pude hacer lo que le venga en gana y sálvese quien pueda. Y conste que me parece una malísima solución.