26.08.13

 

Hace un año por estas fechas escribí un artículo sobre la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD), secta neopentecostal de origen brasileño que es bien conocida en toda Iberoamérica, a veces con sus nombres más populares de Pare de Sufrir, Familia Unida o Centro de Ayuda. En él subrayaba el enorme potencial mediático del grupo, que cuenta con importantes canales de televisión y de radio, además de prensa escrita, en Brasil. Un ejemplo de ello fue la visita de la presidenta Dilma Rousseff a las instalaciones del canal Record en los Juegos Olímpicos de Londres, donde fue recibida por el mismísimo Edir Macedo, fundador y líder de la IURD. Observaba ya entonces que el imperio comunicativo de la secta tenía en el punto de mira a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Río de Janeiro, contra la que ya había emitido algún que otro reportaje denigrante desde 2011. Prometí estar atento a partir de entonces, y ahora, un mes después de la JMJ, toca hacer un balance.

Desde fuera podemos asegurar que no se ha notado la oposición de la secta al evento eclesial que ha presidido el papa Francisco volviendo por primera vez a su continente tras su elección. Seguramente los responsables de la Rede Record, propiedad de la IURD, calcularon cuidadosamente los riesgos que corrían al ejercer una crítica frontal a un acontecimiento positivo para Brasil a todas luces, no sólo desde el punto de vista de la Iglesia católica –alegre por convocar a tantos jóvenes creyentes en torno al sucesor de Pedro y, en el fondo, en torno a la fe en Cristo–, sino desde cualquier perspectiva que busque el bien de un país y de sus habitantes. Lo que se vivió en Brasil entre el 22 y el 28 de julio pasados fue toda una fiesta, y sus frutos se podrán constatar a lo largo del tiempo.

Ahora bien, ¿cómo trataron los importantes medios de la IURD las noticias relativas a la Jornada y a los hechos y palabras que la rodearon? En cuanto a la prensa escrita propiedad de la secta, tal como pude ir observando al seguir sus ediciones digitales respectivas, en esos días hubo notas sobre el acontecimiento, reflejando muchos de sus aspectos positivos y resumiendo las palabras del Papa en cada uno de los actos. Como no podía ser de otra manera en un periódico brasileño, se iba siguiendo la JMJ como elemento principal de la actualidad del país. Es verdad que haría falta un minucioso análisis de contenidos para valorar en su justa medida lo publicado por estos diarios en torno a la JMJ, y aquí no puedo hacerlo. Pero sí quiero dejar constancia de varias reflexiones y cosas que me llamaron la atención.

En primer lugar, la atención prestada fue escasa si lo comparamos con otros medios brasileños. He podido ver en otros diarios muchísima más información, aunque en algunos era tendenciosa y claramente negativa. Por el contrario, en algunos periódicos de la secta, el espacio dedicado a la JMJ, si bien era amplio, procedía en su práctica totalidad de noticias de agencia. En segundo lugar, hubo un especial interés en destacar los aspectos objetivamente negativos del evento (fallos de seguridad y de organización o problemas causados por la gran concentración de gente en áreas como el transporte público o las comunicaciones), en subrayar algunas críticas más o menos directas, etc. Por ejemplo, me sorprendió el siguiente titular: “ONG católica dice que el manual de la JMJ sobre sexualidad está fuera de la realidad”. Leyendo la noticia se descubría que nada de institución católica díscola… sino que se trataba de Católicas por el Derecho a Decidir, una organización proabortista totalmente ajena a la Iglesia.

No satisfechos con todo esto, los responsables de los medios de la secta volvieron a lo que había constituido su peculiar campaña pre-JMJ, al intentar demostrar la maldad intrínseca del acontecimiento y sus consecuencias terribles para los brasileños. Sólo así puede entenderse que se destaque la manifestación que hubo el 26 de julio en Copacabana “contra los gastos públicos por la venida del Papa”, y que reunió a… ¡30 personas! La verdad es que sorprende la atención prestada a esta concentración, totalmente insignificante ante los 3 millones que, según los mismos periódicos, llegaron a reunirse en torno a Francisco en los actos centrales de la JMJ.

Otras noticias curiosas destacaban el auge en la comercialización de productos religiosos.
Si nos fijamos en el canal de televisión Record, propiedad de la secta, la línea es más anti-JMJ, la cobertura es más escasa, y lo anteriormente dicho para los periódicos se completa aquí con las acusaciones de morosidad de la organización –que debería dinero a los proveedores–, o la información sobre los millones de reales que le ha costado a las Administraciones públicas el evento –que, si nos fijamos bien, descubrimos que esos fondos estatales o municipales constituían apenas la cuarta parte del coste total de la JMJ, que serían unos 400 millones–. Si bien la información ofrecida por estos medios fue bastante completa, los titulares y la orientación de las noticias reflejaban una clara tendenciosidad.

Junto a todo esto, que deja entrever una actitud negativa hacia la JMJ y la Iglesia católica en general, pero que queda diluida en medio de unos medios generalistas que procuran que no se note mucho quién es su señor… ¿la propia IURD ha dicho algo oficialmente? Sí. Podía pasar desapercibido, pero el mismo día que el Papa llegaba a Brasil, el líder de la secta publicaba un largo artículo en su blog titulado “Atajo hacia el cielo”, firmado por la escritora Vanessa Lampert, que ya desde el mismo título comienza a despreciar la JMJ por las indulgencias, caricaturizándolas como si fueran un perdón automático del pecado y garantizaran la impunidad. Antes de ponerse a decir grandes tonterías sobre las indulgencias, la señora Lampert y el señor Macedo –que publica su escrito– deberían leer bien lo que dice la Iglesia católica sobre este tema.

Claro está que su objetivo no es otro que criticar a la Iglesia y, si se puede, hacer publicidad de la IURD, como cuando contrapone la secta al catolicismo, afirmando lo siguiente: “estoy en la Universal hace trece años y nunca vi a nadie comercializar la salvación o el perdón de los pecados, por lo contrario, siempre quedó bien claro que la salvación depende única y exclusivamente de la entrega total al Señor Jesús”. Es increíble que alguien pueda escribir esto cuando es sobradamente conocida el ansia económica de la IURD y su justificación teórica, denominada “teología de la prosperidad”, y que en resumen es: cuanto más dinero le des a Dios –a través del grupo, por supuesto–, más te dará Dios, también económicamente.

Vanessa Lampert continúa su discurso radical acusando a la Iglesia católica de ser anti-bíblica, y aprovecha para mezclar lo teológico con la campaña a largo plazo llevada a cabo por la IURD, y que he citado antes: “¡la Jornada está siendo financiada con el dinero público! ¡Eso mismo! Con mi dinero, sin mi consentimiento, contra mi interés. En un estado que se dice laico, serán gastados más de trescientos millones en el evento”. Lo de los millones ya lo he aclarado antes, pero la articulista de la secta no tiene empacho en destacar lo que a ella le parece y cargando las tintas contra el Vaticano, y echando mano de argumentos totalmente populistas: “el dinero del contribuyente, que podría ser invertido en la salud de la población, en realidad, va a beneficiar el evento del papa”.

El aplauso de la secta, unánime. Lo más significativo es el lugar donde se publicó el artículo –el blog oficial del líder de la IURD– y la fecha escogida –la llegada de Francisco a Brasil–. Además, los comentarios al texto, por parte de los adeptos del movimiento, no tienen desperdicio. Una lectora escribe: “yo no veo justicia, verdad ni misericordia en la JMJ, sólo engaño y perdición del alma de multitudes”. Otra afirma que es “diezmista y ofrendante, y no he faltado a una sola reunión, porque sé que estoy en el lugar correcto”, con lo que vemos en qué sentido sí aceptan la recaudación de dinero y la valoran como medio para la salvación de la persona. Por lo demás, no encontramos en las páginas de Internet de la secta más alusiones a la JMJ.

La IURD siempre ha destacado por su anticatolicismo beligerante. Sin embargo, en esta ocasión han sido más los preparativos –haciendo una campaña crítica antes de la celebración de la JMJ– que lo dicho, al menos públicamente, durante un encuentro tan importante. Sus extremos de otro tiempo, que incluían agresiones televisadas a imágenes sagradas, han dejado paso a un perfil más bajo que no los presente ante sus posibles “clientes” como un grupo fanático del que más vale estar distanciado. La reunión de cientos de miles de jóvenes de todo el mundo en torno al obispo de Roma eclipsa los grandes esfuerzos de captación y difusión que está haciendo la secta, con excesos como la construcción de una réplica del Templo de Salomón en São Paulo. Les tiene que haber dolido ver a alguien que atrae a los jóvenes y a todo el mundo sin buscar su cartera ni su obediencia ciega. Porque sigue habiendo muchas diferencias.

Luis Santamaría del Río