29.08.13

La escoba de Francisco

A las 12:03 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Papa Francisco

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

El Amor de Dios está siempre asegurado. El caso es que nosotros estemos de acuerdo en recibirlo.

Y, ahora, el artículo de hoy.

Fray escoba

El que esto escribe tiene a san Martín de Porres, más conocido por “Fray escoba”, como un santo muy a tener en cuenta. Su humildad, su entrega a los demás fruto de su fe son ejemplo a seguir y a no olvidar nunca. Además, ¡casualidades no existen!, subió a la Casa del Padre el mismo día, 3 de noviembre, que siglos después, lo hiciera otro creyente fiel a Dios llamado el Santo de la alegría que no es otro que Manuel Lozano Garrido, Lolo. Ambos, digamos, extendían su fe desde un espacio pequeño que es bien el que daba el que se barre con la escoba o bien la silla de ruedas en la que vivió Lolo durante una gran parte de su vida. ¡Poco espacio pero tanto qué decir!

Pues bien, sabemos ese dicho que habla de que “si yo tuviera una escoba” en el sentido exacto de que, en caso de poder “quitar” de en medio lo que cada uno quisiéramos, entonces iba a ver más de uno…

Pues hilando una cosa con la otra hay personas que han dado en pensar que, a lo mejor, Fray escoba ha prestado su instrumento de trabajo y redención al Papa Francisco para que este barra lo que sobra de la Iglesia. Vamos, que alguno está en la seguridad de que el Santo Padre va a barrer en la Iglesia católica más de una cosa.

Barrer, por cierto, es una acción muy buena porque nos sirve para retirar todo aquello que ensucia el suelo que es, precisamente, por donde se anda. Así, no se mancha uno cuando pasa por un sitio sucio y, esto es mejor, no se impregna de lo malo que pueda haber en tal espacio o sitio. Y todo esto es muy sano… incluso si hablamos de realidades espirituales. Lo que ensucia, ¡hala!, a la basura pero si se puede reciclar y volver a servir… no se puede descartar tal solución aunque, claro, para eso, los corazones han de ser susceptibles de ser adaptados a lo bueno y mejor y no todos, por desgracia, lo son.

En realidad, aunque aquí se traiga lo escrito por una persona (en concreto un tal Juan Pablo Somiedo y en Religión Digital -¡cómo no!) lo bien cierto (tanto como que moriremos algún día) que la progresía eclesial está absolutamente de acuerdo con lo que dice tal persona.

Y es que habla, por ejemplo,

de un celibato hipócrita que los más no viven y para los menos es una excusa.

Es decir, que según este individuo la mayoría de sacerdotes es infiel a su celibato. Y esto lo dice sin más prueba que su propia palabra. En fin…

Pero es que, además

Vistos los resultados a los nuevos movimientos conservadores como el Opus Dei y los Neocatecumenales sólo resta agradecerles el trabajo y el esfuerzo realizado y pedirles amablemente que se retiren a un segundo plano porque ahora toca otra cosa.

Pues no está mal la cosa. Resulta que los movimientos, llamados “ultraconservadores” (y ellos deberían decir que a mucha honra por lo que eso supone) deben dejar de hacer lo que hacen. Han llegado nuevos tiempos que, claro, no pueden ser los de la defensa de la fe católica ni los de la suscitación de vocaciones sacerdotales y/o religiosas. No. Esos tiempos deben pasar para dar cabida a otros mejores, más actuales, de más “buen rollito” entre fieles y pastores, entre fieles y jerarquía, entre jerarquía y Santo Padre…

Y ahora esto otro:

Junto a esto, debe reconfigurarse el ministerio sacerdotal dando una mayor libertad a la hora de compatibilizar el ministerio con otras ocupaciones profesionales y con la supresión del celibato obligatorio, reservando éste para aquellos sacerdotes que así lo quieran y para los religiosos. ¿Suena a protestante?. Puede. ¿Eso es malo?. ¿No estamos acaso dándole vueltas siempre al rollo ecuménico?.

¿Qué les parece a ustedes? Si suena, parece o es lo mismo que el protestantismo… ¡qué más da!… que para eso todos somos iguales ante Dios y no va a mosquearse el Creador porque los portavoces de la religión verdadera, o sea la católica, tengan a bien, en pro de un ecumenismo mal entendido, no demostrar que la que es católica es la fe buena y correcta sino, al contrario, que la fe buena y correcta haga lo mismo que la incorrecta y propia de herejes…

En fin…

Pero, donde se muestran a la perfección determinadas ideas es cuando se dice, refiriéndose a los cambios que necesita la Iglesia católica, que

Quizás cuando “la santa” llegue a casa no caiga en la cuenta del esfuerzo de limpieza, pero lo que seguro no le pasa inadvertido es que le han cambiado la cocina por otra más chachi y moderna

Y eso es lo que se quiere: una Esposa de Cristo puesta al día de la modernidad, de la mundanidad, aceptando todo lo que es inaceptable y poniéndose a favor de mucho de lo que no puede predicar sino que es un desastre espiritual y un fin nigérrimo para todo creyente. Además, el que esto escribe sabe de buena tinta que mucho se ha escrito contra la modernidad o el espíritu moderno en el seno de la Iglesia católica.

De todas formas yo, francamente lo digo, la escoba la debería utilizar el Papa Francisco no sólo para barrer, que también, sino para arrear algún que otro mandoble y echar fuera de la Iglesia católica a los que demuestran que no quieren estar en ella. Eso sí que sería dar un uso práctico a tal instrumento aunque, claro, con suavidad no exenta de firmeza.

Eso sí, le rogamos al Santo Padre que se provea de una buena cantidad de escobas porque las va a necesitar.

Eleuterio Fernández Guzmán