Dos de cada tres jóvenes iberoamericanos ven con optimismo el futuro

Los jóvenes iberoamericanos, no tan favorables a las políticas «progresistas»

 

La primera encuesta iberoamericana sobre la juventud, realizada por la Asociación Iberoamericana de la Juventud, ha arrojado resultados muy interesantes, sobre todo en los temas del optimismo con que ven los jóvenes del Iberoamérica el futuro y las opiniones que estos tienen con respecto a temas-frontera, como la legalización de la marihuana, los matrimonios entre personas del mismo sexo y la legalización del aborto.

01/09/13 10:07 AM


(Aleteia/InfoCatólica) Según ha dicho Alejo Ramírez, secretario general de la Organización Iberoamericana de la Juventud (OIJ) -en una entrevista desde Madrid, dentro del programa «Café en CNN», y reproducida por el portal de CNN y Expansión-, dos de cada tres jóvenes iberoamericanos ven con absoluto optimismo los tiempos por venir.

Por otra parte, la misma fuente resaltó que la principal preocupación de la juventud de Iberoamérica «ya no es el desempleo y la educación, sino que se ha desplazado, significativamente, hacia la violencia y la delincuencia». El objetivo de la encuesta ha sido poner a los jóvenes en el centro del debate sobre políticas públicas, según el propio Ramírez.

Otro de los temas que ha resultado sumamente significativo es que los jóvenes mexicanos son los que la encuesta considera «más conservadores» de Iberoamérica, mientras que los brasileños son los más liberales respecto a temas-frontera. Es decir, que los jóvenes mexicanos son los que menos aceptan la legalización de los matrimonios del mismo sexo, el aborto y la marihuana, mientras que los brasileños son los que más de acuerdo están con ello.

El sondeo fue realizado en 18 países de la región, en la que viven cerca de 150 millones de jóvenes, cuya opinión puede modificar las políticas públicas en muchos países que pretenden legislar para ellos, tomando en consideración las políticas públicas de países europeos.

De hecho, en los 18 países encuestado por la OIJ, entre el 25 y el 30% de la población son jóvenes, por lo que un sondeo de esta naturaleza debería ser tenido en cuenta, por ejemplo en Uruguay, en el momento de legislar en torno a la marihuana, o en la Ciudad de México, cuando se legisle sobre el aborto.

Ciertamente, los gobiernos iberoamericanos pocas veces hacen caso de este tipo de investigaciones; pero resulta que solamente 15 de cada cien jóvenes mexicanos están a favor de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, mientras que el 45% de jóvenes brasileños ven con agrado el llamado «matrimonio homosexual».

En lo que respecta a la legalización de la marihuana, la preocupación de los jóvenes está más asociada a las consecuencias del combate que al efecto del consumo, señaló Alejo Ramírez.

Los jóvenes de la región tienen una preocupación común: la violencia y la delincuencia, donde «no sólo son víctimas, sino también victimarios». Estas cuestiones han reemplazado a los temas del empleo y la educación, que fueron durante muchos años los dos grandes temas que los jóvenes ponían sobre la mesa.

De acuerdo con sus padres en religión, sexualidad y política

Al analizar las diferencias generacionales se puede observar que en tres subregiones (Península Ibérica, México y el Cono Sur) más del 60% de los jóvenes manifestó estar de acuerdo con sus padres en los temas de política, sexualidad y religión, en forma muy homogénea.

Centroamérica y la región andina mostraron una alta coincidencia con sus padres en el tema religioso y menor en los temas de sexualidad y en política, aunque cabe resaltar que en todos ellos el 50% o más de los jóvenes manifestaron el acuerdo con sus padres.

Al preguntarles sobre las expectativas de mejora, los jóvenes de la región son optimistas y la idea de mejora aumenta en todas las subregiones, de tal manera que sienten que les irá mejor que a su país.

Sólo en México y en Brasil una proporción de entrevistados supone que su vida no sufrirá ningún deterioro o mejora distinta a la que ahora tiene. Finalmente, los jóvenes pesimistas en Brasil son más que los que piensan que todo seguirá igual que ahora.