Comunicado con motivo del 40 aniversario del golpe

Los obispos chilenos aseguran que nada justifica los atropellos a la dignidad de las personas tras el 11 de septiembre de 1973

 

La Conferencia Episcopal Chilena, mediante un comunicado, recordó los cuarenta años del golpe de Estado, señalando que ese hecho fue «un momento doloroso de la historia chilena cuyas heridas no han terminado de cicatrizar». Los obispos señalan que «en estas últimas semanas, las causas y las consecuencias de la acción militar de 1973 han sido objeto de diversos análisis. En el actual contexto pre-electoral, lamentablemente parecieran más fuertes las recriminaciones y acusaciones que la necesaria autocrítica y gestos de encuentro que el país agradece y valora».

09/09/13 5:11 PM


(Terra/InfoCatólicaEl texto de la CEC indica que «más allá de las diversas y legítimas lecturas de los hechos, como Pastores de la Iglesia queremos recordar esta fecha desde una mirada a la dignidad de la persona humana. Precisamente motivada por este valor fundamental, la Iglesia católica junto a otras Iglesias cristianas debieron asumir, en un momento en que se abandonó el diálogo razonable, un rol preponderante en la defensa de los derechos humanos y el amparo a compatriotas perseguidos. Nada justifica los atropellos a la dignidad de las personas cometidos a partir del 11 de septiembre de 1973», se indicó.

Verdad, justicia y reconciliación

Para la Iglesia, «la verdad, la justicia y la reconciliación es el camino que hemos propuesto para una vida digna y una convivencia humanizante. Más que nunca, seguimos creyendo en esta vía, a pesar de las dificultades que se le oponen. Es el camino que Jesús ofrece para alcanzar una Patria grande de hermanos y hermanas. La reconciliación no se impone por decreto sino que brota de un corazón misericordioso. Es nuestra convicción que pequeños gestos personales e institucionales pueden ser vitales para ayudar a sanar heridas y contribuir a una verdadera reconciliación».

Respeto al otro

La Conferencia Episcopal manifestó además que «nos duelen las lágrimas de todos estos años, como dolía a los Obispos el 13 de septiembre de 1973. Ellos pedían respeto. También lo hacemos hoy, 40 años después. Sólo desde el respeto al otro podremos construir de un modo fraterno la memoria, para desde ella poder levantar la mirada y trabajar con renovada esperanza por el porvenir de nuestra patria».