Iglesia-Estado
10 de septiembre del 2013

El obstáculo a la ley del aborto con el que se topó Gallardón dentro de su partido: la salud mental de la madre. Solo consiguió que se exijan informes psiquiátricos documentados

Uno de los grandes problemas de la Ley del Aborto de 1985 era que el supuesto de aborto despenalizado en los casos de grave riesgo para la salud física o mental de la madre se convirtió, con el paso de los años, en un coladero de todos los abortos. A pesar de que Gallardón intentase proteger al no nacido, no consiguió retirar este supuesto. Sin embargo, sí lograron endurecer los requisitos y solicitar un informe psiquiátrico documentado. Pero nada garantiza que esta traba evite que se convierta, de nuevo, en un coladero.


 

Hace unos días se conoció que la nueva reforma de la ley del aborto, proyecto personal del Ministro de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón, sería presentada al Consejo de Ministros en octubre. Se volvieron a mencionar algunos cambios importantes respecto a la ley de 1985, la llamada ley de supuestos, como limitar el coladero por daños psicológicos para la madre o frenar la eugenesia, que se ceba principalmente con los fetos con síndrome de Down.

Según ha podido saber Religión Confidencial, el ministro Alberto Ruiz Gallardón tuvo que  rebajar su intención original respecto al supuesto de los daños psicológicos, que hasta ahora se había convertido en la brecha que utilizaban muchas madres para acabar con la vida de sus hijos. Sin embargo, la oposición con la que se ha topado dentro de su propio partido ha limitado sus expectativas. Lo más lejos que ha llegado el Ministro ha sido a ponerle trabas burocráticas, un mayor control y exigencias demostradas y suficientemente documentadas de que existen esos riesgos psiquiátricos claros derivados de una posible maternidad.

Pero no es esta la única lacra de la ley. Desde las asociaciones que defienden la vida, tanto al nasciturus como a la mujer embarazada, echan de menos que no se haya hablado aún de políticas y medidas de asesoramiento a la mujer embarazada, "ya que en muchas ocasiones no se encuentra realmente informada, ni siquiera se le ofrece una ecografía para que vea a su hijo" explica la directora general de la fundación Red Madre, Carmina García-Valdés.

Lo que sí ha conseguido pelear Gallardón hacer una reforma para evitar la eliminación de seres humanos por razones de malformación física o psíquica, normalmente síndrome de Down, lo que parece que dice el anteproyecto es que las mujeres podrán seguir abortando por malformaciones incompatibles con la vida. Los provida tienen miedo de cuál va a ser la definición de ese término "vida".