10.10.13

Hace falta tener la mente distorsionada y el odio muy dentro. Con dos narices. Porque que el artículo de Francisco Asensi sobre las beatificaciones del próximo domingo que publica Religión Digital es el mayor panfleto sectario que servidor había leído y mira que en estos días se han escrito cosas.

Ya dije hace unos días que las próximas beatificaciones de Tarragona estaban levantando ampollas por doquier. Pero lo de Asensi bate records: “El odio y la barbarie de esas masas lo sembraron los obispos con su adoctrinamiento asfixiante y su comportamiento antievangélico”. “Si la Iglesia jerárquica hubiese predicado y vivido el Evangelio, si hubiese hecho su opción preferencial por los pobres, ¿los desheredados, los marginados, los pobres, se hubiesen revuelto contra ella?”.

Más aún… llega a afirmar que los obispos fueron en realidad los verdugos de aquellos miles de asesinados por odio a la fe: “¿Insinúo que los obispos fueron los verdaderos verdugos de esos mártires? Verdugos suena demasiado fuerte, pero algo de culpa sí que tuvieron”.

Estoy hartito de esa visión idílica de una república democrática que había generado una sociedad de paz y justicia, mientras los obispos echaban fuego y bilis por la boca aliados con el poder para destrozar a los pobres y llenar sus orondas barrigas. Y claro, llegaron la CNT, los comunistas y socialistas y ante la insoportable provocación no pudieron resistirse a un mal momento que los llevó a destrozar cientos y cientos de iglesias y asesinar a miles de sacerdotes y religiosos. Pero hay que comprender. Un mal momento lo tiene cualquiera.

Y para más desvergüenza, se permite aseverar nada menos que esto: “¿No se ha preguntado, alguna vez, el cardenal Rouco o su fiel escudero, monseñor Martínez Camino, el tinte político y reaccionario que podía tener aquel ¡Viva Cristo Rey! que gritaban los mártires ante el pelotón que los ejecutaba?”

¿Se dan cuenta? El grito ¡VIVA CRISTO REY! de los fusilados era nada menos que POLÍTICO Y REACCIONARIO.

Para acabar sosteniendo que los obispos hoy “han utilizado a los mártires para sus intereses políticos, para reforzar su poder y apuntalar una Iglesia que se tambalea”.

Vomitivo.