11.10.13

 

Efectivos de la Policía de Investigación (PDI) de Chile detuvieron ayer, 10 de octubre, en la mañana, a tres miembros de una secta de la localidad Curacaví por su presunta responsabilidad en la violación y abuso sexual de una menor de 14 años, delitos cometidos en 2006 y 2010, tal como informa La Nación. Los arrestos se efectuaron en una parcela de esa comuna, hasta donde llegaron los efectivos policiales en vehículos y un helicóptero con una orden de detención emanada por el Juzgado de Garantía de Curacaví. El operativo estuvo a cargo del fiscal jefe de esa comuna, Cristián Cáceres.

La secta está integrada por 33 personas que viven en 6 cabañas y que siguen a E.C.B., un líder conocido como “El Mesías”. Este sujeto, según los primeros antecedentes, aprovechaba su condición para cometer abusos contra menores. Según un informe de la PDI, es el pastor de un culto religioso que está conformado sólo por familiares y con matrimonios entre sus propios integrantes.

E.C.B. tiene una estrecha relación familiar con otro de los detenidos, I.C.R., y también con la víctima. Hoy, 11 de octubre, ambos serán formalizados en el Juzgado de Garantía de Melipilla por violación y abuso sexual. La PDI también se incautó de armas de fuego y municiones. En el caso de E.C.B, los antecedentes de la investigación le imputan dos delitos de violación y uno de abusos, los que habrían ocurrido entre abril y octubre del año 2010.

Respecto de I.C.R., la indagación le atribuye el delito de violación, que habría acaecido en el año 2006. Junto a ellos fue detenido un tercer sujeto, pero aún no se informa de su grado de participación en los delitos. En opinión de los investigadores policiales se trata de una comunidad hermética y de secretismo.

Aislamiento social de los adeptos

“Él me pidió que me quede con él”. Una ex-integrante de la supuesta secta de Curacaví que fue desbaratada, habló en exclusiva con 24 Horas y dio a conocer ciertos elementos claves para entender el funcionamiento de la misma. “Los niños no íban al colegio y no se puede tener contacto con los parientes. Cuando yo estaba ahí, no podía tener contacto con mi abuela porque ella no pertenecía a la iglesia”. Otro testimonio da cuenta de lo que ocurría en estas denominadas reuniones: “Según la doctrina que él da, todo contacto con la gente que tiene de afuera a uno lo hace ser más mundano, más cerca de satanás”, exponen.

Según explica el fiscal Cristián Cáceres, este líder decía ser un “enviado de Dios” y que sus obras eran sustentadas en la creencia de las personas, que eran, en su mayoría familiares. Esto le permitía cobrarles una suma de dinero para mantenerse en la agrupación. Esto es lo que descubrió la Policía de Investigaciones (PDI) en un operativo dirigido por la Fiscalía Local de Curacaví y efectuado a una parcela de esa comuna, ubicada en la Región Metropolitana.

Respecto al funcionamiento del grupo, el “Mesías” lideraba a unas 30 personas, teniendo todos algún grado de parentesco, revela Terra. La mayoría de las personas vivían afuera del sitio y eran profesionales, quienes a su vez daban parte de sus ingresos al líder, algo similar a lo que acontecía con “Antares de la Luz” y la secta de Colliguay.

“Incluso se encontraron autos cero kilómetro en el lugar”, señaló Cáceres, agregando que los seguidores “tenían una especie de sometimiento psicológico y algunos de los niños ni siquiera estaban asistiendo al colegio por expresa recomendación del líder”. Finalmente, precisó que la menor presuntamente agredida habría sido víctima de violación anal, pues el principal inculpado predicaba que las relaciones sexuales sólo debían ser de esa manera “porque así no sería pecado y tampoco se perdía la virginidad”.