13.10.13

 

Tenía yo aproximadamente 15 años cuando en la Biblioteca de mi colegio católico (La Salle) me encontré con un libro en uno de los estantes superiores. En el libro se recopilaban las revelaciones privadas, que durante un exorcismo se obtuvieron de varios demonios y almas condenadas. Recuerdo haber pedido prestado el libro y haberlo leído frecuentemente. Me pareció tremendamente interesante y revelador y aunque no recuerdo haberlo leído en orden se quedaron grabados en mi memoria algunos de los diálogos en los que en su momento no le vi nada malo, sino todo lo contrario, lo tomé por un librito perfectamente católico.

Ha corrido mucha agua desde entonces, y a diferencia de otros tiempos ahora soy bastante reacio a las revelaciones privadas, sobre todo a las no aprobadas por la Iglesia. Todavía recuerdo por ejemplo, la profecía de los tres Papas y Garabandal. Me refiero a aquella donde la vidente (Conchita) había dicho que quedaban solo tres Papas (Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II). Inicialmente se decía que ella había señalado que uno de esos tres Papas duraría muy poco (Juan Pablo I). Cuando llegó el Papa Benedicto XVI la versión sufrió un ajuste para indicar que lo que la vidente había dicho es que no había que contar uno de esos Papas porque duraría poco, y ahora que llega el Papa Francisco y son cinco no veo forma posible de acomodar la cuenta…a menos que sea insinuando que nuestro actual Papa no es verdaderamente un Papa legítimo.

Retornando al tema principal, hace poco me encontré por internet digitalizado aquel antiguo libro y me puse a releerlo. Ahora con bastante más camino recorrido comienzo a encontrar errores e inconsistencias que no encontré en aquel entonces (y que realmente no recuerdo haber leído en aquella versión). Es más, si tuviera que opinar ahora el contenido del libro, diría que fue escrito por algún piadoso tradicionalista de tendencia lefebvriana intentando llevar agua a su propia molino, de un manera demasiado evidente. Comentaré algunos ejemplos:

Curiosidades y errores del libro

-Jesús necesitó la protección de los ángeles para que los demonios no se le abalanzaran

Exorcista:—¿Por qué es que Él [Jesucristo] fue hasta el infierno? Di la verdad en nombre (…).

Judas Iscariote:—Para mostrar que también murió por nosotros. Eso fue terrible para nosotros. Él fue al reino de la muerte, mas fue también al infierno…, realmente al infierno. Fue preciso que Miguel y los Ángeles nos encadenasen para impedir que nos precipitemos sobre Él

Parece olvidarse aquí quien es realmente la persona de Jesucristo, quien es hombre pero también Dios Omnipotente y no se ve claro como Él necesitaría que los ángeles (creaturas) le protegieran cuando a su sola orden los demonios tendrían que obedecer.

-El Lefebvrismo triunfará y el Concilio Vaticano II es obra del infierno

Judas Iscariote:— Ecône triunfará.

Exorcista:—¿Qué es lo que dijiste?, ¡repite Judas Iscariote! ¿De quién es que estás por hablar? En nombre de Jesús, ¡di la verdad y solo la verdad!

Judas Iscariote:—Después de un largo combate, Ecône triunfará.

Exorcista:—¡Habla en nombre de Jesús!

Judas Iscariote:—Ecône es el único que se encuentra en el buen camino.

Exorcista:—¿Eso corresponde a la verdad? ¿Y el Cielo qué dice? Habla en nombre de Jesús.

Judas Iscariote:—Al referirme a que está en el buen camino, no significa que no hay nadie más en el buen camino, sino que el camino que Ecône sigue es el único bueno. Es eso lo que queremos decir: no hay muchos caminos que sean buenos, mas hay muchas personas que están en buen camino. Ecône está en el camino cierto, y muchas personas que no conocen a Ecône, pero que buscan la verdad, también lo están.

Judas Iscariote:—Monseñor Lefébvre tendrá todavía mucho que sufrir, mas él es bueno.

Ya aquí comencé a notar curioso ver a un condenado diciendo precisamente lo que los lefebvristas quieren escuchar: “Después de un largo combate, Ecône triunfará“. En aquella época estos textos pudieron pasarme completamente desapercibidos (si es que estaban en la versión original) porque no conocía ni los detalles ni las causas del cisma lefevrista ni mucho menos su rechazo al Concilio Vaticano II, que en este libro se hace evidente:

Akabor (demonio): — “Debo decir que este Segundo Concilio del Vaticano no fue tan bueno como se piensa. En parte, fue obra del infierno.”

- Solo la Misa del Rito Romano en su forma extraordinaria es la única buena

Judas Iscariote:—Monseñor Lefébvre tendrá todavía mucho que sufrir, mas él es bueno.

Exorcista:—¿La liturgia que él sigue es buena? ¡Di la verdad, en nombre de Jesús!

Judas Iscariote:—La liturgia que él sigue es la única buena.

Judas Iscariote:—…Entonces, millares de almas que se pierden, que sufren la condenación eterna, ¡serían salvas! El error está en la Misa, principalmente en la Misa. Un torrente infinito de gracias brotaba de la Misa, cuando todavía era convenientemente celebrada. La Misa es el factor principal.

Akabor (demonio):—Ah, sin dudas había ciertas cosas que precisaban ser cambiadas, mas la mayor parte, no. ¡CRÉANME! La Liturgia no necesitaba ningún cambio. Lo mismo que las lecturas y el propio Evangelio, no deberían ser leídos en lenguas nacionales. Era mucho mejor que la Misa fuera celebrada en latín.

Akabor (demonio):—El nuevo ordinario de la Misa –Los Obispos mudaron la Misa Tridentina a la nueva Misa–, no corresponde exactamente a la voluntad de Ellos, allá arriba (apunta con el dedo para arriba).

Exorcista:— ¿Qué es eso de la Misa Tridentina? ¿Es la antigua Misa prescrita por el Papa San Pío V? Di la verdad en nombre (…).

Akabor (demonio):—Es la mejor que existe, es la Misa-tipo, la verdadera y buena Misa (gime).

“¡CRÉANME!” pide y ruega en incontables ocasiones los demonios en este exorcismo respecto a sus revelaciones, pero ¿rogar y pedir como si realmente quisiera que le creyeran algo que dice contra su voluntad?.

Me parece demasiado obvio como el exorcista conduce al demonio para que diga lo que quiere escuchar: “¿Qué es eso de la Misa Tridentina? ¿Es la antigua Misa prescrita por el Papa San Pío V?” Para luego ver a los demonios y a Judas Iscariote sosteniendo los argumentos lefebvrianos: solo la Misa del rito extraordinario “es la única buena”. Que la Misa a la que asistimos todos los católicos es causante de que millones vallan al infierno, y todos los Papas hasta el presente que han aprobado esta liturgia han celebrado una Misa que conduce a millones a la condenación. Lefebvrismo (o ultra-tradicionalismo) del más puro y radical.

Se olvida también de que en la Iglesia Católica hay más de 20 ritos distintos, algunos de los cuales han tenido siempre sus propias liturgias. Si la liturgia del rito romano en su forma extraordinaria es la única buena, ¿han celebrado también aquellos católicos una Misa que no es buena por 2000 años? ¿Qué de las liturgias que celebraba también los católicos del rito latino antes de Pio V?

No deja pues de percibirse la obsesión malsana lefebvriana por denigrar otros ritos litúrgicos. En su pequeño mundo se les olvida incluso que la Iglesia no la conformamos solo católicos del rito latino. Es cierto que la Santa Misa del rito romano en su forma extraordinaria es buena, pero también la del rito romano en su forma ordinaria, así como la de todos los demás ritos perfectamente católicos. Decir que por causa de la actual Misa millones de católicos se condenan es gravísimo y una blasfemia.

-La hipótesis del Papa pusilánime

He encontrado aquí la recurrente hipótesis del Papa pusilánime que una vez denuncié (ver El padre Julio Meinvielle y su hipótesis del “Papa pusilánime”) popular en esos círculos ultra-tradicionalistas en tiempos del Papa Pablo VI, y posteriormente con Benedicto XVI, para señalarles como Papas buenos pero “secuestrados” e “impotentes” sometidos a la “malvada curia romana” que no les dejaba gobernar. (Con el Papa Francisco no es tan popular, porque ni ellos se creen que sea un Papa “secuestrado")

Judas Iscariote:—Solo se debe confiar en el Papa.

Exorcista:.—¡Continúa ahora en nombre de Jesús!

Judas Iscariote:— El Papa Juan Paulo VI, no puede mandar a publicar sus documentos, porque serán desmentidos y falsificados.

Obsérvese el modus operandi: primero se baja la guardia del lector: “Solo se debe confiar en el Papa”. Así los católicos que lean dirán: “bueno, si manda a confiar en el Papa está diciendo algo bueno", para luego colar la idea de que el Papa está secuestrado:

Judas Iscariote:—El Papa, el Papa…es un mártir. En cierto modo podría decirse que yace por tierra, que desea morir, en la situación en que se encuentra. Lo tortura el pensamiento de que lo que dice no se publica en el mundo, y lo que se publica es exactamente aquello que él no quería, y que es publicado por sus Cardenales. En todos los casos, muchos Cardenales, no todos, lo siguen. El Papa tiene una inmensa dificultad para actuar. Está en una situación mucho peor que en la verdadera prisión,…

[El Papa Pablo VI] preferiría que todo se haga según el antiguo estilo. Él desearía que este Concilio nunca hubiera sido convocado. En él bien se percibe que tiene consecuencias terribles, devastadoras, catastróficas, que ya no podrán ser eliminadas. Ni la Oración podrá contra sus efectos funestos.

Judas Iscariote:— Si el Papa no estuviera secuestrado y constantemente vigilado, a la derecha y a la izquierda y de los dos lados, podría todavía continuar gobernando, hacer que sus palabras fueran oídas. Mas en estos últimos meses las cosas empeoraron. Prácticamente nada llegó al conocimiento del público y lo que pudo haber salido fue inmediatamente desmentido, manipulado, mudado…, hasta falsificado. Fue falsificado.

Belcebú (demonio):— El Papa sufre horriblemente por causa de la nueva Misa. Él sabe que el documento relativo a la Misa no fue recibido como él desearía…, y que la nueva Misa… (Suelta gritos horribles).

Belcebú (demonio):— Nosotros ya afirmamos una vez que el Papa Pablo VI tenía elaborado y quería promulgar un documento a favor de la antigua Misa. En otras palabras: el Papa quería reintroducir la Misa de San Pío V, la Misa Tridentina. Tenía organizado con todo cuidado, un documento en ese sentido. Era, entonces, su deseo de publicarlo Urbi et orbi. Algunos de sus subordinados entraron en deliberación para ver cómo podrían impedir el restablecimiento de la antigua Misa. Redactaron entonces otro documento, que imitaba al primero de una manera tan perfecta que, en el formato y en la redacción, sería difícil a cualquier persona percibir a primera vista que se trataba de un documento falso.

Se presenta así un Papa que quería obrar en todo deseaban los lefabvrianos, pero no lo hacía por estar secuestrado al punto de que le falsificarían los documentos ¿Y no se podría dar cuenta o de hacerlo no podría hacer nada? ¿Quien se traga semejante tontería?

Lo cierto es que si hay quien lo hace, porque quienes sostienen esta hipótesis lo hacen básicamente por alguna de estas razones:

1) Son católicos perplejos que no entienden algunos actos o predicaciones del Papa. Al no lograr comprender por qué actúa como actúa, se fabrican una realidad alternativa de tipo conspirativa y paranoica donde el Papa realmente piensa como ellos pero no lo expresa externamente. Esto les da cierto consuelo y alivio.

2) Otros son personas que han adoptando una tendencia más bien cismática e incluso sedevacantista, que saben que si demuestran ser fieles al Papa obtendrán más receptividad de los católicos perplejos. Hace ya tres años denuncié como este tipo de cismáticos se infiltraron en un importante foro católico con este modus operandi (ver - Foros de Catholic.net - ¿Roma es la Nueva Babilonia? y Carta abierta a la nueva dirección de Catholic.net). Hoy afortunadamente aquella situación se solucionó, y aunque al día de hoy se puede encontrar a uno de esos sujetos acusando en las redes sociales al actual Papa Francisco de ser un apostata material, por lo menos no lo hace en aquel foro.

La consagración no es válida si el sacerdote no cree en las palabras de la consagración

Judas Iscariote:— Si al Celebrar la Misa, el Sacerdote ya no cree en las palabras de la Consagración y no tiene la intención de Consagrar, entonces no Consagrará, entonces la Hostia no está Consagrada. Es apenas un poco de pan, como dicen los protestantes y las sectas.

Aquí se pierde de vista algo importante como enseña el Papa Pío XII en la encíclica Mystici Corporis: “Cuando los sacramentos de la Iglesia se administran con rito externo, Él es quien produce el efecto interior en las almas”; “Por la misión jurídica con la que el divino Redentor envió a los apóstoles al mundo, como Él mismo había sido enviado por el Padre (Juan 17, 18; 20, 21), Él es quien por la Iglesia bautiza, enseña, gobierna, desata, liga, ofrece y sacrifica”.

Para administrar válidamente los sacramentos es necesario que el ministro realice como conviene los signos sacramentales y ha de tener la intención de hacer, cuando menos, lo que hace la Iglesia, pero no es necesario que el ministro tenga la intención de lograr los efectos del sacramento que pretende lograr la Iglesia.

El ministro humano es tan sólo servidor y representante de Cristo (1 Corintios 4, 1; 2 Corintios 5, 20). Por esto, es doctrina católica definida en diversos concilios que la validez y eficacia de los sacramentos no dependen de la ortodoxia ni del estado de gracia del ministra. El ministro humano en los mismos no es sino causa instrumental con respecto a Cristo, que es el ministro primario. Como el instrumento obra por virtud de la causa principal, por lo mismo la eficiencia del sacramento no dependerá de la situación subjetiva del que lo administra. Si de ella dependiera, tendríamos una fuente de continua incertidumbre e intranquilidad, como enseña Santo Tomás (Suma Teológica III, 64, 5).

-Los laicos no deben dar la comunión (ni siquiera las religiosas)

Akabor (demonio): —Los laicos no deben dar la Sagrada Comunión (da gritos horribles), ¡de ningún modo! Ni siquiera las religiosas ¡Nunca! ¿Piensan que Cristo hubiera confiado esa misión a los apóstoles, si también las mujeres y los laicos lo pudieran hacer (gime)?

-Es mejor que las mujeres se dediquen a ser amas de casa

Esta parte me ha causado gracia, y no porque no valore el trabajo que hacen las amas de casa y como por este trabajo se puede servir a Dios (de hecho, mi esposa es ama de casa), sino porque sale a flote un machismo propio de épocas pasadas:

Belcebú (demonio):— No les compete a las mujeres desempeñar funciones públicas, por ejemplo, como consejera del Gobierno o doctora en Ciencias. No es conveniente mostrarse así y, por otro lado, despreciar los deberes de ama de casa. Yo creo que a los ojos de Dios un ama de casa es bella y le sirve, pero una doctora también.

Cualquier trabajo, por más insignificante y humilde, de una dueña de casa que sirve a Dios y a su familia de todo corazón, tiene más valor, que la más bella y mejor conferencia dada por una doctora, incluso aunque su discurso resuene en todos los parlantes o sea registrado en todos los periódicos, una mujer de estas características vale mucho menos, allá arriba, que una madre que lleva con amor su cruz cotidiana, educa bien a sus hijos y acepta al hijo que concibió.

Belcebú (demonio):— Si las mujeres estuvieran más tiempo en la cocina y prepararen buenas comidas a sus maridos, no existirían tantos divorcios como en la actualidad. Si las mujeres cumplieran mejor con sus deberes de ama de casa y proporcionaran a sus maridos un ambiente casero más agradable, no deberían existir tantos problemas y separaciones.

Así que mis apreciadas amigas, ya saben. A pasar más tiempo en la cocina, jeje.

-No se debe recibir la comunión en la mano

Allida (demonio):—Deben recibir convenientemente los sacramentos…, hacer una confesión verdadera y no apenas participar en las ceremonias penitenciales y en la Comunión. La Comunión, el Celebrante debe decir tres veces “Señor yo no soy digno”, y no una vez sola. Deben recibir la Comunión en la boca, y no en la mano.

Allida (demonio):—Nosotros trabajamos durante mucho tiempo, allá abajo (apunta para abajo) hasta que conseguimos que la Comunión en la mano fuera puesta en práctica. La Comunión en la mano es muy buena para nosotros, en el infierno ¡CRÉANME!

He aquí la típica fijación de los ultra-tradicionalistas contra la comunión en la mano, que se ha contagiado a tantos católicos y que es fuente de incontables controversias y divisiones. (hablar de esto en detalle requeriría un post completo).
 

-Las mujeres no deben predicar

Por supuesto que creo que corresponde al sacerdote dar la homilía en la Santa Misa, pero las razones por las cuales aquí se dice que no deben predicar me parecen absurdas:

Judas Iscariote:— Dios quiere que la homilía sea hecha por un hombre consagrado, porque así la predicación tiene mejor efecto sobre los fieles. Una mujer no consagrada está lejos de tener la misma eficacia, distrayendo a las personas que no se concentran en las palabras. Una mujer que predica no puede ser buena, no puede predicar con seriedad, pues si tuviese un espíritu serio y fuese buena no se dedicaría a las predicaciones.

Conozco excelentes predicadoras y serias (mi madre una de ellas), que aunque no predican en la Santa Misa porque no les corresponde, si lo hacen en Catequesis y Cursos bíblicos se desempeñan excelentemente bien al servicio de Dios.

Conclusión

En mi opinión hay varias posibilidades con este libro:

1) Que los diálogos obtenidos mediante este exorcismo sean reales, y el demonio, padre de la mentira, de manera muy hábil logro engañar a los exorcistas para hacerlos escuchar lo que querían.

2) Que haya diálogos reales mezclado con otros interpolados.

3) Que sean una de tantas revelaciones privadas fabricadas para apoyar las propias tendencias de los promotores. El favor humano allí luce muy evidente dirigiendo el interrogatorio de los demonios a cada paso y preguntándoles precisamente sobre esos temas. También la forma en que hablan los demonios pidiendo y rogándole que se les crea no parece la de aquellos que hablan obligados, sino más bien la de una persona que quiere colar sus ideas y darle un tinte sobrenatural.

Simplemente no lo recomiendo, y dejo aquí la advertencia porque es un libro que fácilmente puede ser hecho pasar por católico (no faltan las páginas católicas de tendencia filo-lelefebvriana que lo difunden, y hasta algunas que no lo son y que lo hacen quizá por ignorancia).