29.10.13

 

“Es temporada de brujas". Así ha titulado el mexicano Diario Digital Juárez un artículo reciente en el que cuenta la actualidad de la ficción televisiva que aborda de una u otra manera el fenómeno de la brujería.

La evidencia de brujería estaba por toda la casa. Bueno, en realidad un set de Vancouver: una copa de vino llena de plumas, frascos con hierbas secas, escarabajos y escorpiones muertos, una lámpara cuya estructura, cuando se ve desde cierto ángulo, sugiere un pentagrama…

El público quizá no notaría estas curiosidades, la mayoría de ellas colocadas discretamente en anaqueles o colgando de paredes llenas de objetos, a menos que supiera lo que es: ingredientes para hechizos, evidencia ancestral de magia.

Esto es un reflejo del argumento de Witches of East End, serie que comenzó recientemente en Estados Unidos en el canal Lifetime, y que está basada en el best-seller de Melissa de la Cruz. En la trama, una familia de brujas, las Beauchamp, ha vivido en un pequeño poblado de Long Island, Nueva York, durante siglos.

La madre (interpretada por Julia Ormond) ha sido maldecida para ver morir a sus hijas en formas terribles, una vida tras otra (entre ellas una en Salem), debido a sus poderes y a quienes fueron amenazados por ellas. Pero esta vez, no les ha dicho a sus hijas lo que son ni ha practicado la brujería en su presencia, con la esperanza de que esto cambie su destino.

¡Basta de zombis!

Witches of East End es parte de un resurgimiento de programas de televisión sobre brujas, quizá la respuesta inevitable a un mercado sobrenatural ya saturado con zombis y vampiros. La antología American Horror Story, del creador Ryan Murphy, empezó ya su tercera temporada con Coven, historia desarrollada en Nueva Orleans sobre brujería y vudú.

El primer programa seriado de la cadena WGN America, Salem, programado para 2014, se desarrolla durante los juicios a las brujas en el Massachusetts del siglo XVII. Aunque las brujas siempre han sido prominentes en la cultura popular, desde los tres seres de Macbeth hasta El Mago de Oz (The Wizard of Oz) y la comedia Embrujada (Bewitched), donde Samantha hacía brujerías moviendo su nariz, casi siempre han sido ciudadanas de segunda clase.

Normalmente habían sido relegadas a un estatus de compinches o de villanas en dramas fantásticos, o como protagonistas solamente en comedias ligeras como Wicked, en Broadway, o Sabrina, the Teenage Witch en televisión. Han pasado 15 años desde que Charmed, la más reciente serie televisiva exitosa sobre brujas, entró al aire. Y nunca ha habido un éxito de taquilla enfocado en las hechiceras que rivalice con la muy popular Crepúsculo (Twilight) o incluso con The Walking Dead, que ha provocado la devoción de los fans.

El espacio sobrenatural… y algo de feminismo

“Tenemos juntas de desarrollo donde hablamos sobre qué tipo de programas queremos hacer, y qué tipo de programas creemos atraerán a un público masivo”, dijo Nina Lederman, vicepresidenta de programas seriados en Lifetime, cuyas emisiones van dirigidas principalmente al público femenino.

“Todos sentimos que queríamos estar en el espacio sobrenatural. Vimos todos los vampiros y zombis que hay actualmente, y nos dimos cuenta de que nadie estaba haciendo programas de brujas. Vimos eso como una inmensa oportunidad y sentimos que debíamos tocar el tema”.

Shaina Goelman, coordinadora del departamento de programas seriados de Lifetime, estuvo buscando libros sobre brujas el año pasado y se topó con Witches of East End. “El libro pareció encajar a la perfección: estaba dirigido a un público adulto, pero también estaba lleno de triángulos amorosos como ‘Crepúsculo’, con una complicada mitología que involucraba a dioses nórdicos y con fuertes personajes femeninos.

Witches of East End no es tan sombría y sangrienta como True Blood o American Horror Story, pero tampoco es una comedia. “El panorama de la programación se ha vuelto más provocador y sombrío en general”, dijo Lederman. “En el pasado, las historias de brujas tenían que ser más teatrales o tener una sensación de comedia para tener éxito, especialmente para un público femenino. Creo que el gusto (de la gente) ha evolucionado.

Para Ormond, lo más importante del programa es que las protagonistas son sus brujas. “No es normal ver a cuatro personajes femeninos en los papeles principales en un programa con los hombres en los papeles de reparto”, dijo. “Creo que eso es importante. Es algo que me gustaría ver con mi hija. Y si Lifetime no hace un programa como éste, ¿entonces quién lo hará?”.