El cardenal Péter Erdő, arzobispo de Esztergom-Budapest
(Hungría) y relator General de la III Asamblea General
Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, el obispo Lorenzo
Baldisseri, Secretario General del Sínodo de los Obispos y
el arzobispo Bruno Forte, arzobispo de Chieti-Vasto
(Italia), y Secretario especial de dicha asamblea extraordinaria
presentaron ayer en la Oficina de Prensa de la Santa Sede el
documento preparatorio de la III Asamblea General
Extraordinaria del Sínodo de los Obispos cuyo tema es
“Los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de
la evangelización” que tendrá lugar en el Vaticano del 5 al
19 de octubre de 2014.
El obispo Baldisseri ha explicado que “la temática de este Sínodo…
se inserta en una ruta de trabajo en dos etapas: la primera es,
precisamente, la Asamblea General Extraordinaria de 2014 cuyo
propósito es precisar el status quaestionis y recoger testimonios
y propuestas de los obispos para anunciar y vivir el Evangelio con
credibilidad para la familia; la segunda es la Asamblea General
Ordinaria, prevista para 2015 , cuyo fin es fin individuar las
líneas operativas para la pastoral de la persona humana y de la
familia”.
Después ha recordado que si bien el proceso de elaboración de cada
asamblea sinodal comienza con una consulta entre los diversos
organismos que son interpelados sobre el tema en cuestión, en este
caso , sin embargo , “este proceso se desarrolla en formas
particulares , sea porque la metodología sinodal se encuentra en
la actualidad en un momento de revisión general , sea porque se
trata de una Asamblea Extraordinaria”
En cuanto a la renovación metodológica ,” la idea es hacer que la
institución sinodal sea un instrumento real y efectivo de comunión
a través del cual se exprese y se realice la colegialidad deseada
en el Concilio Vaticano II. De hecho , con este fin , es voluntad
del Santo Padre potenciar también la actividad de la Secretaría
General del Sínodo de los Obispos para que pueda cumplir
adecuadamente su misión de promover la colegialidad episcopal, cum
Petro e sub Petro , en el gobierno de la Iglesia universal. Esto
implicará no sólo cambios estructurales y de naturaleza
metodológica del proceso sinodal , sino también la adaptación
funcional de la Secretaría General , incluyendo la recuperación
del espacio físico de su sede”.
Por lo que se refiere al carácter extraordinario de la próxima
asamblea sinodal es de señalar que “este tipo de sínodos responden
a la necesidad de tratar una materia que “a pesar de referirse al
bien de la Iglesia universal, exija una rápida definición; Es
evidente que la crisis social y espiritual del mundo actual afecta
a la vida familiar y crea una verdadera urgencia pastoral que
justifica la convocatoria de una Asamblea General Extraordinaria”.
El cardenal Erdo ha observado que en el Documento preparatorio “la
familia aparece como una realidad que desciende de la voluntad del
Creador y constituye una realidad social. Por lo tanto, no es una
mera invención de la sociedad humana, mucho menos de cualquier
poder puramente humano, sino más bien una realidad natural, que ha
sido elevada por Cristo Nuestro Señor en el contexto de la gracia
divina…El documento, así como la Iglesia misma, une estrechamente
la problemática de la familia con la de matrimonio”.
El purpurado ha pasado revista a todas las cuestiones abordadas en
el texto, desde la preparación para el matrimonio y la
evangelización de los cónyuges y de sus familias, a las uniones de
hecho sin reconocimiento religioso o civil, a la situación de los
divorciados católicos que se han vuelto a casar o a las uniones
entre personas del mismo sexo, pasando por los procedimientos de
nulidad matrimonial. Sin embargo, ha afirmado, todo el
cuestionario “se coloca en un contexto más elevado: más allá de
los problemas existentes abre el horizonte hacia el reconocimiento
del hecho de que la familia es un verdadero don del Creador a la
humanidad”.
Por último, el arzobispo Bruno Forte ha recordado que el enfoque
para abordar los desafíos de la vida familiar en la actualidad es
el que el beato Juan XXIII anotaba en su diario poco antes de la
apertura del Concilio Vaticano II “Mirar todo a la luz del
ministerio pastoral , es decir: almas que salvar y que construir”.
“No se trata, en definitiva- ha dicho-, de debatir asuntos de
doctrina, por otra parte explicadas ya por el Magisterio también
reciente…La invitación que deriva para toda la Iglesia es escuchar
los problemas y expectativas que están viviendo hoy en día tantas
familias, mostrase cerca de ellas y ofrecerles de forma creíble la
misericordia de Dios y la belleza de la respuesta a su llamada”.
(RV)