8.11.13

El Gobierno se salta el concordato - Mártires de Torrejón

A las 12:00 AM, por Santiago Mata
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Con la LOMCE, el Gobierno de Mariano Rajoy se atreve a hacer lo que no hicieron en materia educativa los socialistas: saltarse los Acuerdos Iglesia-Estado. Traigo aquí el asunto por su relación con la persecución religiosa que comenzó en 1931 saltándose compromisos internacionales semejantes. Los mártires del día 8 de noviembre son los de Torrejón de Ardoz: Maximino Serrano Sáiz y Serviliano Riaño Herrero.

LOMCE: la religión ya no cuenta

Contra lo estipulado en los Acuerdos Iglesia-Estado de 1979, la religión ya no será evaluable como las demás asignaturas. Los socialistas trataron de arrinconarla, hasta imponer por fin Zapatero el estudio obligatorio de su propia religión en forma de “Educación para la Ciudadanía". Ignoraron las tradicionales humanidades, pero no ignoraron la importancia de manipular el pensamiento. Ahora el supuestamente humanista Wert, dentro de un Gobierno que presume de valores cristianos, imita a Azaña despojando de valor a la religión: “España ha dejado de ser católica".

El 23 de mayo pasado se congratulaba Martínez Camino de que con la LOMCE la asignatura de Religión pasa a ser optativa, y es evaluable en el curso y en la nota media dentro del instituto, dándose en horas lectivas normales. ¿Se la cambiaron entremedias o es que no se dio cuenta hasta el 3 de octubre de que “Si la Lomce no es mejorada en su paso por el Congreso y el Senado, en algunos aspectos no cumple los acuerdos entre Estado y Santa Sede"?.

Dos beatos en Soto de Aldovea (Torrejón de Ardoz)

Dos son los beatos del 8 de noviembre: el lasaliano Maximino Serrano Sáiz (hermano José Alfonso), de 49 años, figura como asesinado en Paracuellos, si bien las 414 personas sacadas ese domingo de la cárcel Modelo fueron asesinadas en el Soto de Aldovea, en Torrejón de Ardoz (Madrid).

Una de esas personas era Serviliano Riaño Herrero, de 20 años (el de la derecha en la foto), que había hecho su primera oblación en 1933 en Las Arenas (Vizcaya) y, como los demás oblatos de María Inmaculada de Pozuelo, fue detenido el 22 de julio de 1936 y llevado a la Dirección General de Seguridad. Liberado al día siguiente, vuelve a ser capturado el 15 de octubre. Al oír su nombre entre los llamados a ser “puestos en libertad”, pidió y recibió la absolución, por la mirilla de la celda vecina, al padre Mariano Martín, de su misma congregación. Su hermana Sabina recuerda que su padre fue a identificar el cadáver -pues llevaba un papel con su nombre en la chaqueta- y “a mi madre le contó sólo algunas cosas, pero a mi me dijo que le habían dicho cómo había muerto: le ataron por el brazo con otro, le ataron las manos a la espalda, le cortaron sus partes, le dieron un tiro y cayó en la zanja con todos. Lloraba mi padre al contármelo. A la vez manifestaba su gran convicción de que su hijo era mártir”.

Más sobre los 1.523 mártires beatificados, en “Holocausto católico”.