La universidad San Pablo CEU de Madrid acoge, los próximos 15, 16 y 17 de noviembre, el XV Congreso Católicos y Vida Pública. Un congreso que, este año, centra su mirada en la situación de nuestro país con el objetivo de ”reflexionar a la luz de la Fe, para alumbrar e impulsar proyectos eficaces de superación de las adversas circunstancias presentes en el saneamiento y mejora constante de las estructuras y de las actuaciones en todos los campos de la vida”. En esta entrevista concedida a Agencia SIC, Rafael Ortega, Director del Congreso, destaca la necesidad de un laicado comprometido y formado que sea “la voz de la Iglesia en el debate público”
P.- Se cumplen 15 ediciones de católicos y Vida Pública. En estos tres lustros ¿Cuáles han sido las aportaciones de este congreso a la sociedad? ¿Qué balance podemos realizar de estas 15 ediciones?
R.- Grandes aportaciones, sobre todo para nosotros los católicos que muchas veces nos hemos sentido “arrugados” ante una sociedad que prefiere mirar a otro lado. Creo que el balance es muy positivo. Hoy existe un laicado católico comprometido, articulado y bien formado, que debe ser la voz de la Iglesia en el debate público cuando se tratan cuestiones decisivas paras el futuro de la sociedad.
P.- Por primera vez, en sus quince años de vida, el congreso se centra en España, su situación y los desafíos que los católicos tienen en el desarrollo de la sociedad española. Después de unas ediciones centradas en temas ‘generales’ ¿A qué responde esta mirada sobre la sociedad española?
R.- Nos proponemos, por vez primera y de modo expreso, las “razones para la esperanza”. Frente al preocupante panorama que hoy parece presentar nuestro país en todos sus órdenes, político, social, económico y cultural, incluso territorial, y frente a las mismas razones con que la opinión pública expresa su grave preocupación por el deterioro de esos ámbitos, el Congreso se propone reflexionar a la luz de la Fe, para impulsar proyectos eficaces de superación de las adversas circunstancias presentes.