27.11.13

Amnistía Internacional: jo, qué tropa

A las 1:42 PM, por Jorge
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Al correo de un servidor llegan cosas de lo más variopinto. Acabo de ver que me ha llegado uno nada menos que desde Amnistía Internacional pidiéndome, no se lo pierdan, mi firma a favor de las Pussy Riot, con el argumento de que llevan más de un año en prisión por cantar una canción protesta en Moscú.

Me joroba bastante que me tomen el pelo básicamente porque apenas me queda y lo conservo como oro en paño, y lo de Amnistía Internacional con esta campaña es mentira, es manipulación, es ciscarse en los sentimientos religiosos de la gente, es cachondearse de las creencias ajenas y tomarnos a los demás por bobos de Coria con balcones a la calle, geranios, gitanillas, petunias y dos molinillos de viento.

Hay que dar la noticia COMPLETITA porque si no pasa lo que pasa y la gente se cree lo que no es. Las pobrecitas chicas que forman el grupo Pussy Riot están donde están no simplemente por cantar una canción protesta, no, sino porque tuvieron la simpática ocurrencia de hacerlo nada menos que ante el altar de la ortodoxa catedral moscovita de Cristo Salvador , aprovechando el evento para pedir a la Virgen María que se largara Putin y de paso poner verde al patriarca ruso Cirilo I.

Si estas “amables” señoritas hubieran soltado su canción protesta en cualquier antro de Moscú, estarían tan tranquilas, aunque no es lo mismo la publicidad que se consigue montando el numerito en la catedral que cantando en cualquier tugurio.

No es solo Amnistía Internacional. Estas cándidas criaturas van recibiendo apoyos de la “crema de la intelectualidá que diría el chotis, que eso de entrar en una catedral, herir los sentimientos religiosos de los cristianos, montar el numerito, y cachondearse del patriarca ruso lo considera una divertida broma, un detalle simpático y una prueba de la frescura de la disidencia soviética, frente a esos cristianos trogloditas que siguen anclados en la edad media, la tortura y la represión, apoyados por un malvado Putin que ya sabemos que no está dispuesto a admitir bromas en temas de religión y moral.

Ya le gustaría a un servidor que Amnistía Internacional hubiese lanzado una campaña a favor del respeto a los cristianos en cualquier lugar del mundo, pero me temo que no caerá esa breva. Qué le vamos a hacer, los derechos humanos serán otra cosa, o serán para otros, que lo de ser iguales ya se sabe que unos más que otros.

Los creyentes de cualquier religión merecemos un respeto, y pedimos que las leyes lo garanticen. ¿Tan difícil es de comprender? Para un presidente que ha tenido los arrestos de hacerlo, Putin, los lamentos de Amnistía Internacional. Decididamente, el mundo al revés.