11.01.14

 

Un pastor de la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD) fue asesinado ayer, 10 de enero, de un tiro en la cabeza en un templo de esta secta neopentecostal en la ciudad brasileña de Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais (sureste), informó la Policía. Lo cuenta la agencia Efe. Identificado como Charles Vidal de Souza, de 34 años, fue socorrido después del ataque y fue trasladado aún con vida a un hospital cercano, donde murió.

El crimen ocurrió en la IURD, donde el pastor predicaba, en Céu Azul, un barrio de clase media, en la mañana del viernes 10. La Policía Militarizada informó de que el pastor fue encontrado en un despacho de la iglesia (en la foto), donde había señales de lucha.

Según testigos citados por la Policía, dos hombres armados entraron en el templo y dispararon, aunque todavía no se sabe si pretendían hacer un asalto o si su objetivo era matar al pastor. Los sospechosos huyeron en un automóvil que estaba aparcado en la puerta de la iglesia, según la misma fuente.

¿Robo o ajuste de cuentas?

Crónica Viva explica que los móviles del asesinato siguen siendo un misterio hasta el momento. Las primeras investigaciones establecen que los criminales actuaron en forma sincronizada, como si conocieran el interior del templo. Las evidencias y características del atentado establecerían que los criminales actuaron por venganza, debido al seguimiento de la vìctima y tener conocimiento de cómo llegar a su despacho para sorprenderlo.

Sería bastante extraño, por decir lo menos, que dos delincuentes armados eligieran un templo para asaltar al pastor, en horas de la mañana y en un barrio de clase media, cuyos vecinos o fieles podían alertar a la policía. Se investiga si la víctima se resistió a un presunto asalto pero, lo cierto es que le dispararon a la cabeza, para “asegurarse” de su muerte, siniestra modalidad a la que recurren los sicarios, pero todo ha quedado reducido a hipótesis.

Estas sospechas se acrecientan si tenemos en cuenta que la IURD fue investigada en los Estados Unidos bajo la sospecha de haber cometido los delitos de lavado de dinero y conspiración. Dos cambistas brasileños, Marcelo Marini Bismarck y Cristina Rodríguez, revelaron a los fiscales norteamericanos haber enviado ilegalmente el equivalente a 420 millones de dólares desde Brasil a Nueva York, entre 1995 y 2001.

Las remesas eran de 5 millones de dólares al mes. Los investigadores de EE.UU. trataron de averiguar el destino que se ha dado a estos recursos en los Estados Unidos. El cálculo se hizo en secreto y tuvo entre sus objetivos al “obispo” Edir Macedo, fundador y líder de la IURD, y al tesorero de la secta en Nueva York, Regina da Silva.