14.01.14

 

Quizá hasta se la pueda encargar a la señora Rafaela, que puede hablar con Joaquina, Jesusa y alguna más y mira por donde, entretenimiento para un rato. Y no solo para la catedral de Santiago, no vamos a andarnos con chiquitas. Necesitamos un comando organizado tricotosa S.A., con delegaciones en todos las ciudades, villas, pueblos y aldeas, con el noble fin de ir tejiendo, con las variedades más llamativas de la artesanía nacional, fundas para todo monumento católico al aire libre. Sin discriminaciones. Desde la catedral de Santiago a Santa María del Naranco, desde la ermita del Rocío a la ermita de San Frutos, pasando por el monasterio del Escorial, la Sagrada Familia de Barcelona (para la que excepcionalmente se admitiría funda estelada), el Pilar de Zaragoza o los cruceiros gallegos. Ante todo, el respeto.

Necesitaríamos a la vez organizar el comando “bolillos for ever”, encargado de tejer artísticos velos para quitar de la vista todo lo que sean esculturas y cuadros que pudieran hacer propaganda del catolicismo. Ya está bien de que un niño en el Museo del Prado tenga que ver Inmaculadas, belenes, santos o Cristos por muy de Velázquez que sean. Pues nada, unas cortinillas y visita bajo petición y dictamen de comisión ad hoc que garantice una presentación neutral y a ser posible laica para contrarrestar la posibilidad de perniciosos efectos. Total, siempre quedarán cuadros que no sean cosa de meapilas. Y además ¿a quién le interesa la imagen de un Cristo aunque sea de Gregorio Fernández o una Virgen de Salzillo? Todo propaganda fascista.

Nada desdeñable un destacamento para cambio de nombre de calles, con el título por ejemplo de “grafiteros por la libertad” y que consistiría en suprimir todo nombre de calle sospechoso de hacer apología del catolicismo por otras denominaciones mucho más light. Ya está bien de tener que aguantar en el callejero a San Francisco, San Antonio, San Buenaventura, el Cristo o la mismísima Santísima Trinidad. Todo concesiones a los reaccionarios católicos.

En aras de no ofender ni molestar a no creyentes y creyentes de otras religiones, sería bueno construir en cada pueblo y ciudad un procesiónódromo, evidentemente techado e insonorizado, donde los católicos puedan sacar a sus santos y pasearlos según su incomprensible costumbre. Seguro que dentro de los movimientos laicistas hay arquitectos y constructores que se ofrecen a ello y por módicos precios como es su costumbre. En caso de duda, los sindicatos pueden orientar, ya que tiene práctica en lo de la austeridad y la buena administración del dinero público.

Pretender impedir una exposición sobre madre Teresa de Calcuta con el pretexto de que es apología del catolicismo. Estamos aún recuperándonos de la indigestión de mandelanitis, porque ya hay que tener tragaderas para digerirlo entero, y mira por donde resulta que madre Teresa es no es conveniente. Madre Teresa, precisamente madre Teresa. ¿No se pasan el día diciendo que hay que estar con los pobres? ¿Más que esta mujer? Pero es católica… y lo católico escuece. Quizá porque a la hora de estar con los pobres los partidos, los sindicatos, los laicistas, el 15 M, mucho hablar, pero la ayuda eficaz sale de la Iglesia. Y esto joroba.

Acabo de hablar con Rafaela. Le he propuesto lo del ganchillo. Dice que con mucho gusto va a empezar a hacer bozales para repartir por el pueblo, y que acaba de acordarse de que aún guarda una escopeta de cartuchos de sal de cuando su padre estaba de guarda en las viñas.