19.01.14

 

Comparto la segunda parte de la conversación anterior, donde se entabla un diálogo ficticio entre unos amigos, uno católico y otra evangélica bautista, en el que reflexionan sobre la identidad y naturaleza de la verdadera Iglesia.

Marta: Hola amigos, estuve reflexionando en nuestra conversación pasada, respecto a cómo identificar la Iglesia verdadera.

 

Miguel: A ver, cuéntanos que has pensado.

 

Marta: Estuve revisando nuestro método de prueba paso por paso, comenzando con el primero, que es el de la eliminación histórica[1].

 

 

Estoy de acuerdo con José que cualquier iglesia cuyo origen se halla en el tiempo medioeval o tiempo moderno, no es la Iglesia que Cristo instituyó, por la sencilla razón de que no existió cuando Cristo instituyó su Iglesia.

 

Eso incluye tu iglesia Miguel, y la de Marlene, y todas surgidas en la Reforma y después de ella, como:

 

Luteranos (fundados por Martín Lutero en 1521)

Presbiterianos (fundados por Juan Calvino en 1532)

Anglicanos y episcopales (fundados por Enrique VIII en 1533)

Metodistas (fundados por Juan Wesley en 1730)

Discípulos de Cristo (fundados por Alejandro Campbell en 1827)

Mormones (fundada por José Smith en 1830)

Ciencia Cristiana (fundada por Mary Baker Eddy en1879)

 

Y como estos muchísimos más: pentecostales, adventistas, testigos de Jehová, etc. etc.

 

Ahora, por este método de eliminación histórica, he eliminado todas las que pretenden ser la Iglesia que Cristo instituyó, menos dos, y estas dos son los Bautistas y los Católicos Romanos. Ambas son más remotas en la historia o están nebulosas durante la edad del obscurantismo.

 

José: Disculpa que te interrumpa Marta, pero ¿en nuestra conversación pasada no vimos que era muy difícil aceptar la hipótesis de que los bautistas proceden de tiempos apostólicos, asumiendo que existieron como otros grupos más antiguos como montanistas, donatistas y otros grupos de corte gnóstico y maniqueo?

 

Marta: Recuerdo todo lo que conversamos, pero como te dije, tengo pendiente comprobar que realmente esos grupos creyeran lo que tu les atribuyes, pero de momento me he limitado a aplicar este método y quiero compartirles el resultado.

 

José: Está bien, adelante.

 

Marta: Llegamos pues al punto de nuestro dilema. Históricamente hemos eliminado todas las iglesias, excepto dos, la Iglesia Católica y la Bautista que pretenden ser la Iglesia que Cristo estableció. De estos dos sigo afirmando que ambos tienen historia en la edad del obscurantismo, por tanto ¿cómo debemos decidir entre estas dos? Es allí donde entra el segundo método de prueba.

 

José: Continúa.

 

Marta: El segundo método de prueba es el proceso de identificación. Debemos comparar estos dos cuerpos religiosos, los Bautistas y los Católicos, con la Iglesia que Cristo instituyó. La que se concuerde con la Iglesia en organización y doctrina, ésta es la Iglesia que fundada por Él, y ésta es la Iglesia que tiene el derecho de administrar las ordenanzas.

 

Por tanto, tomemos la iglesia de Jerusalén, como un ejemplo de la iglesia que Jesús instituyó, notemos sus características y comparémoslas con las características de los bautistas y los católicos.

 

José: Me parece bien.

CONTINUARÁ…

NOTAS

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[1] Ilustramos aquí el método de prueba que utiliza el pastor M.L. Moser, Jr, en su ya citado libro El bautismo extraño.