ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 23 de enero de 2014

la frase del día

“Por la fe debemos ver en los pobres a Cristo, y si no lo vemos es porque nuestra fe es tibia y nuestro amor imperfecto” S. Alberto Hurtado (1901-1952)

 


El papa Francisco

Francisco: 'Los celos y murmuraciones destruyen a las comunidades cristianas'
El Santo Padre en la homilí­a de este jueves advierte que la envidia es la puerta por la que el diablo entra al mundo

El papa invita: 'La comunicación esté al servicio de la cultura del encuentro'
Mensaje del Santo Padre por la 48ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

Santa Sede

Ginebra 2: concluye la reunión en Montreux. Ban Ki-moon le agradece al Papa
Entrevista a Mons. Tomasi, observador permanente de la Santa Sede delante la Onu y entes internacionales

Mons. Tomasi en Ginebra 2 expone la posición de la Santa Sede
Recuerda que 'ha llegado el momento de tomar medidas concretas para poner en práctica las buenas intenciones expresadas por todas las partes involucradas

EEUU festeja en Roma los 30 años de relaciones diplomáticas con la Santa Sede
El embajador, Ken Hackett a ZENIT: 'Espero que entre el Santo Padre y Obama nazca una amistad personal'

Iglesia y Religión

Abre el concurso para elegir el logo y el himno de la JMJ Cracovia 2016
El plazo para la presentación de las propuestas es el 31 de marzo y 31 de mayo respectivamente

Mirada al mundo

Perú -Chile: "Será un acuerdo fronterizo logrado con diálogo"
El 27 de enero la Corte de La Haya emitirá el fallo sobre los límites marítimos

Obispo auxiliar de Chicago fue a Cuba para proyectos de cooperación
John Manz: La Iglesia 'quiere que los cubanos aprendan la Doctrina social católica, al abrir sus negocios'

India: Más de 4 mil casos de violencia anti-cristiana
Presentan a los obispos el "Informe sobre la persecución" realizado por asociaciones laicales

Comunicación

Monseñor Celli: el buen samaritano nos ayuda a entender la comunicación
Presenta a la prensa el Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

Espiritualidad

Santa Marianne Cope
"Esta heroí­na de Molokai unió su amor a los enfermos al que les tenía el padre Damián, con el que colaboró. Valiente, generosa y sensible, hizo de aquel mundo de sufrimiento un escenario de paz, belleza y esperanza»


El papa Francisco


Francisco: 'Los celos y murmuraciones destruyen a las comunidades cristianas'
El Santo Padre en la homilí­a de este jueves advierte que la envidia es la puerta por la que el diablo entra al mundo

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 23 de enero de 2014 (Zenit.org) - El papa Francisco ha pedido esta mañana a los cristianos que cierren las puertas a celos, envidias y murmuraciones que dividen y destruyen a nuestras comunidades. Así lo ha afirmado en la homilía de Santa Marta de este jueves.

Las reflexiones del Papa han tomado como referencia la primera lectura del día que habla de la victoria de los israelitas sobre los filisteos gracias al valor de joven David. La alegría de la victoria se transforma pronto en tristeza y envidia en el rey Saúl al ver que las mujeres alababan a David por haber matado a Goliat. Entonces, afirma Francisco "esa gran victoria comienza a convertirse en derrota en el corazón del rey" en el que se insinúa, como sucede en Caín, "la semilla de los celos y de la envidia".

Y como Caín con Abel, entonces el rey decide matar a David. "Así hacen los celos en nuestro corazón -observa el Papa- es un inquietud mala, que no tolera que otro hermano o hermana tenga algo que yo no tengo". Saúl, "en vez de alabar a Dios, como hacían las mujeres de Israel, por esta victoria, prefiere cerrarse en sí mismo, lamentarse" y "cocinar sus sentimientos en el caldo de la amargura".

Así lo ha explicado el Santo Padre: "Los celos llevan a matar. La envidia lleva a matar. Ha sido precisamente esta puerta, la puerta de la envidia, por la cual el diablo ha entrado en el mundo. La Biblia dice: 'Por la envidia el diablo ha entrado a hacer mal en el mundo'. Los celos y la envidia abren las puertas a todas las cosas malas. También divide a una comunidad. Una comunidad cristiana, cuando algunos de sus miembros sufren de envidia, de celos, termina dividida: uno contra el otro. Y ésto es un veneno fuerte. Es un veneno que encontramos en la primera página de la Biblia con Caín".

En el corazón de una persona tocada por los celos y la envidia -ha subrayado el Papa- suceden "dos cosas clarísimas". Primero la amargura: "La persona envidiosa, la persona celosa es una persona amarga: no sabe cantar, no sabe alabar, no sabe qué es la alegría, siempre mira 'que tiene áquel y yo no tengo'. Y esto lleva a la amargura, una amargura que se difunde en toda la comunidad. Son estos sembradores de amargura. Y la segunda actitud, que llevan los celos y la envidia, son a murmurar. Porque este no tolera que el otro tenga algo, la solución es rebajar al otro, para que yo esté más alto. Y el instrumento son las murmuraciones. Mira siempre y verás que detrás de una murmuración están los celos y la envidia. Y las murmuraciones dividen la comunidad, destruyen a la comunidad. Son las armas del diablo".

El Santo Padre ha mencionado cuántas bellas comunidades cristianas iban bien, pero después en uno de los miembros ha entrado la semilla de los celos y la envidia y, con esto la tristeza, el resentimiento de los corazones y las murmuraciones.

 Ha continuado señalando que "una persona que está bajo la influencia de la envidia y de los celos, mata", como dice el apóstol Juan: "Quien odia a su hermano es un homicida". Así como "el envidioso, el celoso, comienza a odiar al hermano". Por tanto, Francisco ha concluido pidiendo: "Hoy, en esta misa, recemos por nuestras comunidades cristianas, para que esta semilla de los celos no sea sembrada entre nosotros, para que la envidia no tome lugar en nuestro corazón, en el corazón de nuestras comunidades, y así podamos ir hacia adelante con la alabanza al Señor, alabando al Señor, con la alegría. Y es una gracia grande, la gracia de no caer en la tristeza, en el estar resentido, en los celos y en la envidia".

Texto adaptado y traducido de Radio Vaticana por Rocío Lancho García

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El papa invita: 'La comunicación esté al servicio de la cultura del encuentro'
Mensaje del Santo Padre por la 48ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

Por Rocío Lancho García

CIUDAD DEL VATICANO, 23 de enero de 2014 (Zenit.org) - El Santo Padre reconoce que "los medios de comunicación pueden ayudar a que nos sintamos más cercanos los unos de los otros, a que percibamos un renovado sentido de unidad de la familia humana que nos impulse a la solidaridad y al compromiso serio por una vida más digna para todos". Lo ha hecho en su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que se celebra el domingo 1 de junio.

Francisco habla del gran contraste que la sociedad actual está viviendo: "un mundo que se va haciendo cada vez más «pequeño»; por lo tanto, parece que debería ser más fácil estar cerca los unos de los otros". El Papa advierte que el desarrollo de los transportes y de las tecnologías de la comunicación nos acerca y sin embargo, en la humanidad aún quedan divisiones, a veces muy marcadas. A nivel global, señala, "vemos la escandalosa distancia entre el lujo de los más ricos y la miseria de los más pobres".

Francisco observa que "comunicar bien nos ayuda a conocernos mejor entre nosotros, a estar más unidos" y que  "los muros que nos dividen solamente se pueden superar si estamos dispuestos a escuchar y a aprender los unos de los otros".

Y los medios de comunicación pueden ayudar a crear cultura del encuentro, indica el Santo Padre. En particular, "Internet puede ofrecer mayores posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos; y esto es algo bueno, es un don de Dios".

Pero también existen aspectos problemáticos, reconoce el Papa: "la velocidad con la que se suceden las informaciones supera nuestra capacidad de reflexión y de juicio, y no permite una expresión mesurada y correcta de uno mismo". Asimismo, "la variedad de las opiniones expresadas puede ser percibida como una riqueza, pero también es posible encerrarse en una esfera hecha de informaciones que sólo correspondan a nuestras expectativas e ideas, o incluso a determinados intereses políticos y económicos", advierte.

Los límites que expone el Papa, son reales pero "no justifican un rechazo de los medios de comunicación social" sino que nos deben recordar que la comunicación es una "conquista más humana que tecnológica".

Frente a esto, el Papa propone "recuperar un cierto sentido de lentitud y de calma". El Santo Padre afirma que necesitamos la paciencia si queremos entender al que es diferente a nosotros:  "la persona se expresa con plenitud no cuando se ve simplemente tolerada, sino cuando percibe que es verdaderamente acogida".

Entonces, Francisco se pregunta ¿cómo se puede poner la comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro? Y da la respuesta acudiendo a la parábola de buen samaritano: "El buen samaritano no sólo se acerca, sino que se hace cargo del hombre medio muerto que encuentra al borde del camino. Jesús invierte la perspectiva: no se trata de reconocer al otro como mi semejante, sino de ser capaz de hacerme semejante al otro". Comunicar significa, explica el Pontífice, tomar conciencia de que somos humanos, hijos de Dios. Un poder de la comunicación que define como «proximidad».

Además advierte del riesgo que hoy corremos de que algunos medios "nos condicionen hasta el punto de hacernos ignorar a nuestro prójimo real".

Francisco reconoce que "el mundo de los medios de comunicación no puede ser ajeno de la preocupación por la humanidad, sino que está llamado a expresar también ternura".

Francisco también aborda el tema de la neutralidad de los medios de comunicación, que es "aparente", observa: "sólo quien comunica poniéndose en juego a sí mismo puede representar un punto de referencia. El compromiso personal es la raíz misma de la fiabilidad de un comunicador".

El Papa insiste en su idea de que  "entre una Iglesia accidentada por salir a la calle y una Iglesia enferma de autoreferencialidad, prefiero sin duda la primera". Entre estas calles también se encuentran las digitales y "gracias también a las redes, el mensaje cristiano puede viajar hasta los confines de la tierra", afirma el Santo Padre.  Así como indica que "abrir las puertas de las iglesias significa abrirlas asimismo en el mundo digital".

En este contexto de la comunicación, Francisco cree que sirve una Iglesia que logre llevar calor y encender los corazones: "no se ofrece un testimonio cristiano bombardeando mensajes religiosos, sino con la voluntad de donarse a los demás" y - tal y como advirtió su predecesor Benedicto XV en el Mensaje para esta Jornada del año pasado  - "a través de la disponibilidad para responder pacientemente y con respeto a sus preguntas y sus dudas en el camino de búsqueda de la verdad y del sentido de la existencia humana".

Pensando en el episodio de los discípulos de Emaús, Francisco señala que "es necesario saber entrar en diálogo con los hombres y las mujeres de hoy para entender sus expectativas, sus dudas, sus esperanzas, y poder ofrecerles el Evangelio, es decir Jesucristo, Dios hecho hombre, muerto y resucitado para liberarnos del pecado y de la muerte". Y este desafío requiere "profundidad, atención a la vida, sensibilidad espiritual".

Para cerrar el Mensaje para esta Jornada, el Santo Padre ha deseado que "nuestra comunicación sea aceite perfumado  para el dolor y vino bueno para la alegría. Que nuestra luminosidad no provenga de trucos o efectos especiales, sino de acercarnos, con amor y con ternura, a quien encontramos herido en el camino". "El interés y la presencia de la Iglesia en el mundo de la comunicación son importantes para dialogar con el hombre de hoy y llevarlo al encuentro con Cristo: una Iglesia que acompaña en el camino sabe ponerse en camino con todos", exhorta Francisco. Y concluye recordando.  En este contexto, "la revolución de los medios de comunicación y de la información constituye un desafío grande y apasionante que requiere energía renovadas y una imaginación nueva para transmitir a los demás la belleza de Dios.

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Santa Sede


Ginebra 2: concluye la reunión en Montreux. Ban Ki-moon le agradece al Papa
Entrevista a Mons. Tomasi, observador permanente de la Santa Sede delante la Onu y entes internacionales

Por H. Sergio Mora

ROMA, 23 de enero de 2014 (Zenit.org) - Ha concluido el primer encuentro preparatorio en Motreux para la conferencia de Ginebra 2, destinada a obtener con urgencia un alto al fuego entre actores del conflicto en Siria, como primer paso para lograr un gobierno de transición, una nueva Constitución y elecciones en las cuales los sirios puedan determinar su futuro.

La Santa Sede ha enviado a Mons. Silvano Tomasi, representante ante la Oficina de las Naciones Unidas e instituciones especializadas en Ginebra, que ayer ha presentado las propuestas, y a Mons. Alberto Ortega Martín, oficial de la Secretaría de Estado.

ZENIT entrevistó telefónicamente a Mons. Silvano Tomasi que indicó los desafíos que se están plantenado y las esperanzas que se abren, y reveló que el secretario general de las Naciones Unidas, el coreano Ban Ki-moon agradeció al papa Francisco por lo que está haciendo.

Eminencia, ¿cómo están procediendo las negociaciones? ¿hay señales de esperanza? ¿o es una babel en la que cada uno quiere lo suyo?

-- Mons. Tomasi. La situación es extremamente compleja, pero se entrevén algunas pequeñas señales positivas. La primera es que ayer estaban presentes de hecho, sea el Gobierno de Siria que la oposición. Y la comunidad internacional ha dado un mensaje muy fuerte, con la presencia de unos cuarenta Gobiernos y delegaciones. Casi todas ellas, excepto la de Australia y la de la Santa Sede, eran guiadas por sus ministros de Relaciones Exteriores.

Por lo tanto se ha manifestado la voluntad de la comunidad internacional. Comenzando por Kerry de Estados Unidos, Lavrov de Rusia y el secretario de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que ayer ha guiado la reunión. Vale a decir que fue una señal clara que dice basta a esta violencia y presiona a los sirios, puesto que ellos son quienes tienen que resolver el problema, iniciando con el alto al fuego.

Mañana aquí en Ginebra inicia el negociado concreto entre las delegaciones del Gobierno y de la oposición, para encontrar un futuro acuerdo. Es una situación difícil, muy complicada pero es necesario buscar que algo suceda.

La oposición está muy dividida. ¿Logra entretanto tener un portavoz?
-- Mons. Tomasi. La oposición no estaba toda representada en Ginebra, y sobretodo hay una voz común que quiere que estas fuerzas extranjeras, estos grupos violentos que luchan en Siria se vayan a su casa. Se habla incluso de más de sesenta naciones de las que provienen estos grupos de mercenarios y personas, inspiradas en extremismos, que llegan de países occidentales e islámicos, que son un factor de desestabilización y que complican mucho el negociado. Pero el punto importante es que las personas serias de la oposición y los representantes del gobierno parece que quieren dialogar.

¿Cómo se hace a controlar esa galaxia de grupos extremistas que llegan de otros países?
-- Mons. Tomasi. Una de las recomendaciones de la Santa Sede fue la de detener el flujo de armas y de dinero a todas las partes que están en conflicto, de manera que sea posible concentrarse en el derecho humanitario. O sea cortar el flujo de dinero que les llega a estos grupos extremistas.

Y Assad, ¿la transición, es posible?
-- Mons. Tomasi. El punto de partida deberían ser las conclusiones de la conferencia de Ginebra Uno realizada en junio de 2012. Ésta pide sustancialmente un Gobierno de transición, que se prepare una nueva Constitución y se realicen elecciones libres.

Partiendo de esta parte del primer documento conclusivo de Ginebra Uno, hay que dar un paso después del otro para concretizar aquel acuerdo que fue avalado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

¿Se abre una esperanza?
-- Mons. Tomasi. Veamos y recemos, porque la situación es muy complicada.

Ver el texto completo de la intervención de Mons. Tomasi en Ginebra 2

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Mons. Tomasi en Ginebra 2 expone la posición de la Santa Sede
Recuerda que 'ha llegado el momento de tomar medidas concretas para poner en práctica las buenas intenciones expresadas por todas las partes involucradas

Por Redacción

CIUDAD DEL VATICANO, 23 de enero de 2014 (Zenit.org) - El arzobispo Silvano M. Tomasi, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra, intervino ayer miércoles en la Conferencia Internacional sobre Siria que se realizó en Suiza, en la localidad de Montreux.

A continuación las palabras de Mons. Tomasi

1. Los representantes de la población siria y de la comunidad internacional se encuentran hoy en esta conferencia de Ginebra 2, para dar pasos concretos hacia un futuro de paz en favor del pueblo de Siria y de Oriente Medio.

Delante al indecible sufrimiento del pueblo sirio, un sentido de responsabilidad común nos impulsa a empeñarnos en un diálogo basado en la honestidad, confianza recíproca y pasos concretos. El diálogo es el único camino para ir hacia adelante. La Santa Sede está convencida de que la violencia no lleva a ninguna parte sino a la muerte, a la destrucción y a la falta de futuro.

2. Mi delegación tiene el gusto de contribuir a este proceso fundamental, que es signo de una voluntad política que da la prioridad a las negociaciones respecto a las armas, a la gente respecto al poder extremo. Por esta razón todo los líderes religiosos, en particular, convergen en la convicción de que la violencia deba terminar porque a todo el pueblo de Siria y a toda la región ya le ha sido infligido demasiado sufrimiento. Los recientes encuentros de los representantes religiosos de diversas confesiones han reiterado esta visión constructiva basada en la par dignidad de cada persona creada a imagen de Dios y abierta a los otros.

3. Ha llegado el momento de tomar medidas concretas para poner en práctica las buenas intenciones expresadas por todas las partes involucradas en el actual conflicto. En este contexto, la Santa Sede renueva su urgente llamado a las partes involucradas, para que respeten plenamente y de manera absoluta el derecho humanitario y presenta las siguientes propuestas.

a. Como pedido por todos los hombres y mujeres de buena voluntad, el alto el fuego inmediato e incondicional y el fin de la violencia de cualquier tipo como prioridad y objetivo urgente de estas negociaciones. Todas las armas tiene que ser depuestas es necesario tomar medidas específicas para detener flujo de armas y el financiamiento de las mismas, que alimentan el aumento de la violencia y de la destrucción, para dejar espacio a los instrumentos de paz. El dinero que se invierte en armas tiene que ser empleado en asistencia humanitaria.

El cese inmediato de las hostilidades está en el interés de todos. Es un imperativo humanitario y constituye el primer paso hacia la reconciliación.

b. La cesación de las hostilidades tiene que ser acompañada por una mayor asistencia humanitaria y por el inicio inmediato de la reconstrucción. Millones de personas han sido desplazadas y su vida se encuentra en situación de peligro. La vida familiar fue convulsionada. Las estructuras educativas y sanitarias fueron destruidas o vueltas inutilizables.

c. La guerra ha llevado al derrumbe económico de muchas regiones de Siria. Los esfuerzos de reconstrucción tienen que iniciar junto a los negociados y deben ser apoyados por la generosa solidaridad de la comunidad internacional. En este proceso es necesario dar una atención preferencial a los jóvenes, de manera que a través de su empeño y trabajo puedan volverse protagonistas de un futuro pacífico y creativo en su país. La reconstrucción de la comunidad exige un diálogo y una reconciliación que sea sostenida por una dimensión espiritual.

d. En ese sentido, “la Santa Sede alienta encarecidamente a todas las confesiones y las comunidades religiosas en Siria a conocerse mejor, a una mejor comprensión y al restablecimiento de la confianza”.

e. “Es importante que las potencias regionales e internacionales propicien el diálogo constante y que enfrenten los problemas regionales. La paz en Siria podría convertirse en un catalizador de la paz en otras partes de la región, y en un modelo de esa paz que se necesita con tanta urgencia”.

4. “Más allá de la tragedia de la crisis actual, puede haber nuevas oportunidades y soluciones originales para Siria y sus vecinos. Un enfoque justo sería reconocer que la existencia de la diversidad cultural, étnica y religiosa y del pluralismo no debe ser un factor negativo, o peor, una fuente inevitable de conflicto, sino más bien una posibilidad para cada comunidad e individuo de dar su propia contribución al desarrollo de una sociedad más rica y más bella. Existe un rol para todos en donde la ciudadanía ofrece igual participación en una sociedad democrática con iguales derechos y deberes.
Por ello nadie está obligado a dejar su país a causa de la intolerancia y la incapacidad para aceptar las diferencias. De hecho, la igualdad garantizada por la ciudadanía común puede permitir que el ser humano exprese, solo y en comunidad con otros, los valores fundamentales que todas las personas consideran indispensables para mantener su identidad interior. Una tal comprensión y un tal desarrollo de la sociedad abren el camino a una paz duradera y fecunda.

Señor secretario general:
5. Desde el inicio de la crisis siria, la Santa Sede ha seguido su desarrollo con profunda preocupación y ha constantemente pedido a todas las partes relacionadas a empeñarse para prevenir la violencia y dar asistencia humanitaria a las víctimas. El Santo Padre ha hecho sentir su voz en numerosas ocasiones para recordar a la gente la futilidad de la violencia, invitando a una solución negociada de los problemas, deseando una participación justa y ecuánime de todos en la vida de la sociedad. Más allá de la invitación a rezar por la paz, él ha promovido una respuesta activa por parte de las organizaciones y de las instituciones católicas a las necesidades emergentes. Es memorable la propuesta del Santo Padre de una jornada de oración y de ayuno por la paz en Siria y en Medio Oriente, que ha recibido en todo el mundo una respuesta extraordinariamente positiva.

6. Permítanme concluir retomando las palabras del papa Francisco: “Pido a las partes en conflicto que escuchen la voz de la propia conciencia, de no se cerrarse en los propios intereses, pero de mirar al otro como a un hermano, de emprender con coraje y con decisión el camino del encuentro y de la negociación, superando la contraposición ciega. No es la cultura del conflicto la que construyen la convivencia en los pueblos y entre los pueblos, pero esta: la cultura del encuentro, la cultura del diálogo; esta es el único camino hacia la paz.

Señor secretario general, el pueblo de Siria ha convivido en paz en la historia y puede volver a hacerlo.

(Original en italiano, traducción de H. Sergio Mora)

Ver entrevista de Mons. Tomasi a ZENIT

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EEUU festeja en Roma los 30 años de relaciones diplomáticas con la Santa Sede
El embajador, Ken Hackett a ZENIT: 'Espero que entre el Santo Padre y Obama nazca una amistad personal'

Por Junno Arocho Esteves

ROMA, 23 de enero de 2014 (Zenit.org) - En 1984, el presidente Ronald Reagan y el beato Juan Pablo II establecieron formalmente relaciones diplomáticas. Treinta años después, ese acontecimiento histórico fue celebrado hoy, durante una recepción en el famoso Palacio de la Cancillería, un edificio renacentista del siglo XV situado en el corazón de Roma.

Ken Hackett, el embajador de EE.UU. ante la Santa Sede y el arzobispo Dominique Mambertí, secretario vaticano para las Relaciones con los Estados, han estado allí para conmemorar la relación entablada entre los dos Estados.

Aunque las relaciones diplomáticas se establecieron formalmente en los años 80, tanto el embajador Hackett como el arzobispo Mambertí recordaron las raíces de las relaciones diplomáticas que se remontan al nacimiento de Estados Unidos.

El primer contacto oficial entre la Santa Sede y los Estados Unidos se hizo en 1788, cuando el presidente George Washington aseguró al papa Pío VI que tendría plena libertad para nombrar obispos en EE.UU. Un año más tarde, John Carroll fue elegido el primer obispo de Baltimore, así como el primer obispo católico en los Estados Unidos.

En su discurso, el arzobispo Mambertí ha dicho que las relaciones entre la Santa Sede y los EE.UU. han crecido poco a poco y de manera constante y que confía en que el vínculo entre los dos Estados seguirá creciendo con fuerza.

"Que la amistad y la cooperación entre la Santa Sede y los Estados Unidos de América sea cada vez más fortalecidas dentro de la familia de las naciones, a fin de que el mundo pueda progresar en la construcción de la paz, la justicia y la fraternidad", ha afirmado el arzobispo Mambertí.

El embajador Hackett en declaraciones a ZENIT indicó: "No veo más que un crecimiento como el arzobispo Mambertí ha mencionado, oportunidades para una mayor colaboración entre nuestros dos Estados en los que se puede trabajar en los temas de la paz, la justicia y la pobreza ".

Y añadió que considera que el papa Francisco ha "establecido un nivel muy alto" para atraer la atención a los pobres y marginados. "Creo firmemente que el presidente Obama quiere implementar ese nivel en las cosas que hace".

La conmemoración se realiza en un momento importante en las relaciones entre  EE.UU. y la Santa Sede, ya que el presidente Obama hará su primera visita al papa Francisco el 27 de marzo. El embajador Hackett ha expresado su esperanza de que se desarrolle una amistad personal entre el Santo Padre y el presidente de los EE.UU.

"El presidente Obama es un apasionado de muchos, muchos asuntos que afectan a las personas que caen en el olvido, como lo es el papa Francisco. Espero que puedan hablar sobre ese tema apasionante",  ha explicado el embajador.

Si bien no se ha hablado sobre una futura visita de Papa a los Estados Unidos, el embajador Hackett ha mostrado su esperanza de que pueda realizarse. "¡Nos encantaría, nos encantaría!", ha exclamado.

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Iglesia y Religión


Abre el concurso para elegir el logo y el himno de la JMJ Cracovia 2016
El plazo para la presentación de las propuestas es el 31 de marzo y 31 de mayo respectivamente

Por Rocío Lancho García

ROMA, 23 de enero de 2014 (Zenit.org) - Monseñor Damian Muskus, obispo auxiliar de Cracovia y Coordinador General del Comité Organizador de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), ha abierto oficialmente el concurso para elegir el himno y el logo para la próxima JMJ que se celebrará en Cracovia (Polonia) en julio de 2016.

El concurso ha sido presentado en rueda de prensa y está publicado en la web del evento. Se encuentra abierto tanto a profesionales como a aficionados, pero tiene la intención de atraer principalmente a la juventud. Por ello monseñor Muskus expresó su deseo de que los jóvenes puedan descubrir sus talentos y presentar propuestas en el concurso. El himno y el logo deben hacer referencia al tema de la JMJ 2016, “Bienaventurados los misericordiosos”, cita elegida por el Papa Francisco, así como reflejar la importancia y el significado religioso del mismo.

Además, de acuerdo con las reglas, el logotipo debe también "destacar en primer lugar el simbolismo asociado a la ciudad de Cracovia y de su patrimonio cultural, espiritual, señalando al mismo tiempo el valor universal e interreligioso del mensaje de la Divina Misericordia". Por su parte, el texto del himno debe dar la posibilidad de ser traducido a otros idiomas sin perder la melodía original. 

Las fechas de entrega para los proyectos son el 31 de marzo para el logotipo y 31 de mayo para el himno. Después de pasar por una primera selección, los proyectos serán enviados al Pontificio Consejo para los Laicos, que se encargará de la elección final. Para los ganadores del concurso está prevista además una compensación económica. 

Monseñor Muskus afirmó que la Jornada Mundial de la Juventud, es un acontecimiento único que reúne a jóvenes de todas partes del mundo. “Suponemos, dijo, que a Cracovia puedan llegar 2 millones de personas, y tal vez incluso más”, por lo que animó a que sea una fiesta de la juventud con un entorno único y hermoso.

La primera JMJ se realizó en Roma, en el año 1986, a nivel diocesano. Tuvo su origen en los encuentros del papa Juan Pablo II con los jóvenes de 1984 y 1985. En 1984 se celebró en la plaza de San Pedro el Encuentro Internacional de la Juventud, en ocasión del Año Santo de la Redención y fue entonces cuando los jóvenes recibieron a la Cruz Peregrina. En el año 1985 el beato papa polaco anunció la creación de la Jornada Mundial de la Juventud. Los encuentros mundiales son realizados con intervalos que varían de 2 a 3 años.

Durante las JMJ son muchas las actividades en las cuales los jóvenes pueden participar: catequesis, eventos culturales, momentos de compartir y convivencias. Pero existen también los llamados actos centrales de la JMJ (ceremonia de apertura, bienvenida al Papa, Vía Crucis, la vigilia de los jóvenes con el Papa y la Misa de clausura).

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Mirada al mundo


Perú -Chile: "Será un acuerdo fronterizo logrado con diálogo"
El 27 de enero la Corte de La Haya emitirá el fallo sobre los límites marítimos

Por Redacción

ROMA, 23 de enero de 2014 (Zenit.org) - El presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), monseñor Salvador Piñeiro, ha destacado el camino del diálogo y la paz seguido por Perú y Chile para resolver el diferendo de límites marítimos, y pidió esperar el fallo de La Haya sin triunfalismo. Tras finalizar la eucaristía con la que se dio inicio a la 103 Asamblea de los Obispos, monseñor Piñeiro dijo que se debe acatar el fallo que emitirá la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya este 27 de enero, y encontrar caminos de entendimiento y de paz, según ha informado la Agencia Andina. “Será un acuerdo fronterizo logrado con diálogo, con mucha disponibilidad, sin nada de odios ni resentimientos. Si ambos gobiernos llegaron a esta actitud madura, reflexionada, eso nos da una garantía a nosotros”, comentó el prelado.

 “Vamos a seguir creando estos ambientes de entendimiento. En la vida de los cristianos no puede haber enfrentamiento ni discordia, por eso el camino maravilloso para la paz es el diálogo”, afirmó monseñor Piñeiro. Al respecto quiso valorar el encuentro realizado hace dos días entre los expresidentes Alejandro Toledo y Alan García con el mandatario Ollanta Humala Tasso, para tratar sobre la próxima sentencia de La Haya.

“Son temas de Estado que los hemos ido trabajando en varios gobiernos, por eso qué alegría me da que en la casa de gobierno se junten con la experiencia de quienes han tenido la responsabilidad de dirigir la Patria”, afirmó el presidente de la CEP. Asimismo subrayó que para esta reunión se hayan dejado de lado las diferencias políticas y los “malos entendimientos”.

Por último, monseñor Piñeiro invitó a la población tomar la sentencia como “un gran paso” que dan los dos gobiernos y esperarlo sin triunfalismo “ni grandes cosas”, dado que “la paz nace cuando hay amistad entre dos pueblos”.

Tras la misa, procedió a la lectura del comunicado conjunto firmado por los obispos de Perú y Chile tras un encuentro celebrado en julio del 2013, en el cual destacan el compromiso de los dos gobiernos de acatar el fallo. Además, consideran esperanzador ver que, después de la sentencia, se abre una gran oportunidad histórica para profundizar las relaciones bilaterales.

En un nota difundida por la Conferencia Episcopal de Chile, a inicios de enero  informan que un aspecto relevante que los obispos chilenos y peruanos han subrayado es que la "actual situación de la disputa jurídica entre nuestros países, a propósito del límite marítimo, nos invita mirar en perspectiva histórica nuestra relación". Por esta razón, los episcopados de ambas naciones han valorado que las autoridades de los respectivos Estados "se hayan comprometido a un irrestricto respeto y acatamiento del fallo por parte de la Corte Internacional de Justicia. Entre otros factores, las relaciones entre nuestros pueblos están llamadas a basarse en el respeto y sujeción mutua a los acuerdos convenidos y al derecho internacional".

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Obispo auxiliar de Chicago fue a Cuba para proyectos de cooperación
John Manz: La Iglesia 'quiere que los cubanos aprendan la Doctrina social católica, al abrir sus negocios'

Por H. Sergio Mora

ROMA, 23 de enero de 2014 (Zenit.org) -  El obispo auxiliar de Chicago, John Manz, realizó del 10 al 17 de enero una visita a Cuba, a las diócesis de Holgín y Santa Clara, para revisar los proyectos financiados por la Iglesia Católica de Estados Unidos. Lo informó en un comunicadola Conferencia episcopal estadounidense (USCCB) que precisó que en el 2012 la diócesis de Holgín tras el paso del devastador huracán Sandy recibió ayuda de Estados Unidos para la reconstrucción, incluida la reconstrucción de templos, proyectos pastorales, y ayuda a estudiantes universitarios.

Además, indica el comunicado, el obispo auxiliar de Chicago consideró “importante que la Iglesia en Estados Unidos apoye a la Iglesia en Cuba, especialmente durante este tiempo de cambios”. Porque "quiere asegurarse de que los cubanos aprendan la Doctrina Social Católica, a medida que abran sus negocios, así como la primacía que ésta otorga a las personas antes que a la economía”.

Ha manifestado además que “la interacción es la mejor forma de mejorar los derechos humanos y avanzar en nuestras relaciones con esa nación, más que con el aislamiento”.

“Algunos cambios -añade el comunicado de los obispos de Estados Unidos- han permitido a los cubanos abrir negocios, realizar actividades religiosas más libremente y poder viajar al extranjero”.

Y precisa que en este contexto “también queremos apoyar a la Iglesia en Cuba ahora que se reconoce el apoyo que brinda las personas en la sociedad civil”.

Sobre el trabajo que la Iglesia católica está cumpliendo en la Isla, a agencia de noticias Fides indicó en un artículo publicado en su web la semana pasada: “En menos de un año la Iglesia en Cuba ha puesto en marcha un nuevo proyecto para la formación de operadores en el mundo del comercio, lo que se suma a otros dos proyectos para los nuevos empresarios, gestionados por la Compañía de Jesús y de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (La Salle), y otra, a cargo de la Arquidiócesis de la Habana”.

Desde el año 1962, el sistema político económico de Cuba ha sido unipartidista y estatalista, identificado con el marxismo leninismo. De hecho, la mayoría de los medios de producción están bajo el control directo del gobierno así como la fuerza de trabajo.

Entretanto desde 2010, el presidente Raúl Castro ha comenzado un proceso de apertura económica y se han concedido licencias a empresas privadas o cooperativas. Gracias a ello la fuerza laboral que es de 5,1 millones de personas hoy cuenta con un 23 por ciento en actividades privadas, mientas que el restante 77 por ciento permancen aún empleados del Estado.  

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India: Más de 4 mil casos de violencia anti-cristiana
Presentan a los obispos el "Informe sobre la persecución" realizado por asociaciones laicales

Por Redacción

ROMA, 23 de enero de 2014 (Zenit.org) - Más de 4 mil casos de violencia anticristiana se han registrado en el 2013 en India, cometidos por grupos extremistas hundúes. Los episodios incluyen el asesinato de 7 fieles -incluyendo un menor de edad - abusos y palizas a 1.000 mujeres, 500 niños y unos 400 religiosos de diferentes confesiones. A todo ello hay que sumarle ataques a más de 100 iglesias y lugares de culto cristiano.

Estas son las cifras que recoge el nuevo “Informe sobre la persecución en 2013”, elaborado por un foro de entes y organizaciones cristianas en la sociedad civil de la India, y que la Agencia Fides comenta en un artículo publicado hoy. 


De los 4.000 incidentes detalladamente documentados en el texto recibido por la Agencia Fides, más de 200 son casos graves de persecución que se produjeron sobre todo en algunos estados: destacando Karnataka donde, a pesar del cambio de gobierno, la persecución cristiana es más frecuente, y Maharashtra que “parece ser el próximo laboratorio de extremismo hindú”, señala el texto. Otros estados a los que más afecta la persecución cristiana son: Andra Pradesh, Chhattisgarh, Gujarat, Orissa, Madhya Pradesh, Tamil Nadu, Kerala. 


El informe también examina las fallas en el sistema legal de la India, que permiten la propagación de la violencia y la impunidad de los perpetradores. Las leyes de “bajo acusación” están a la orden presidencial desde 1950, que niega a los dalit cristianos y otras minorías los derechos concedidos a los dalit hindúes, así como las leyes anti-conversión en vigor en siete estados de la India. 


El informe ha sido presentado recientemente al cardenal Oswald Gracias, arzobispo de Bombay y Presidente de la Conferencia Episcopal de la India. Según ha informado a la Agencia Fides, el documento fue elaborado mediante la colaboración entre las asociaciones “Catholic Secular Forum” (CSF), “All India Christian Council”, “Evangelical Fellowship of India”, “Global Council of Indian Christians”, “World Watch Monitor”. Dos laicos católicos, Joseph Dias y el juez Michael Saldanha, respectivamente presidente y secretario de la CSF, han entregado el informe a los obispos. 


Finalmente, Fides refleja que el informe señala que una ley integral para detener la violencia, presentada el año pasado, sigue parada en el Parlamento, que todavía no la ha examinado y debatido. En la mayoría de los casos examinados, “la policía se niega a registrar las denuncias”, y los medios de comunicación indios no informan de las noticias o minimizan lo sucedido, concluye el texto.

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Comunicación


Monseñor Celli: el buen samaritano nos ayuda a entender la comunicación
Presenta a la prensa el Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

Por Rocío Lancho García

CIUDAD DEL VATICANO, 23 de enero de 2014 (Zenit.org) - Un mensaje profundamente "franciscano". Asíha definido hoy, monseñor Claudio María Celli, el Mensaje para la 48ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales y lo ha situado en el contexto de otros tres discursos del papa Francisco: el de la Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales; el de los obispos brasileños; y el del CELAM; estos dos últimos en el viaje a Río de Janeiro de la MJM. 

Monseñor Celli, presidente de dicho Pontifico Consejo, ha dado esta mañana algunas claves de lectura del mensaje en la presentación en rueda de prensa. Estas líneas guías, ha indicado, se conjugan con las varias temáticas propias del mundo de la comunicación, si bien  "en este Mensaje emerge también la imagen integral de una Iglesia que quiere comunicar, que quiere dialogar con el hombre y la mujer de hoy en la consciencia del rol que tienen". Como ha recordado Celli, el Papa ha subrayado en varias ocasiones "el tema de la cultura del encuentro invitando a la Iglesia y a sus miembros a hacer frente a algunas dimensiones y exigencias propias de esta cultura".

Del mismo modo ha explicado que el mensaje se podría dividir en dos partes. La primera está dirigida al mundo "laico" de la comunicación, aunque también el Papa ofrece reflexiones válidas para quien hizo una opción religiosa en su vida, pero que igualmente sienten el profundo valor humano del mundo de la comunicación: "comunicar bien nos ayuda a estar más cercanos y a conocernos mejor entre nosotros, a estar más unidos", dice el Papa en el Mensaje. La segunda parte es la dirigida  a los discípulos del Señor y donde se aprecian matices más profundos. "Me parece muy sugestiva la referencia a la parábola del buen samaritano para ayudarnos a entender la comunicación en términos de proximidad", ha afirmado monseñor Celli.

Por otro lado, ha explicado el porqué  a su parecer es un mensaje profundamente "franciscano": por la sintonía entre la imagen de Iglesia tal y como él la esta perfilando y el mundo de las comunicaciones. Si la cultura del encuentro es atención y proximidad al hombre, en un diálogo respetuoso debe llevar al hombre y la mujer de hoy al encuentro con Cristo, ha explicado monseñor Celli.

Finalmente ha querido recordar que este Mensaje de Francisco es estimulante para el trabajo de los comunicadores y un desafío para todos nosotros.

A continuación ha participado la profesora Chiara Giaccardi, de la Facultad de Letras y Filosofía de la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán. En su intervención ha destacado que en la comunicación del papa Francisco los gestos son elocuentes y las palabras son programas de acción. Y ha matizado que no se trata de sustituir el gesto a la palabra, si no de pasar de las palabras a los hechos, de sostituir las bellas palabras por bellos gestos.

Asimismo ha destacado tres indicaciones significativas de este mensaje. En primer lugar la comunicación es una conquista más humana que tecnológica. En segundo lugar, entender la comunicación en términos de proximidad. Y por último, el testimonio: la palabra y la vida están en profunda sintonía porque el corazón se ha dejado tocar y transformar por el encuentro.

También la profesora se ha detenido a reflexionar sobre la parábola del buen samaritano, a la que el Papa hace referencia en el mensaje, como una parábola del comunicador: quien comunica, de hecho, se hace prójimo. Cuidar del otro quiere decir transmitir con preocupación el mensaje "estoy contigo", antes incluso de decir una palabra. La docente ha señalado que "somos libres si respondemos a un llamamiento. Mi libertad nace como respuesta. El samaritano fue libre, el levita y el sacerdote no".

Para concluir monseñor Celli respondiendo a las preguntas de los periodistas ha precisado dos aspectos del mensaje. Por un lado le han preguntado sobre la paciencia a la que el Papa invita en el texto. "Necesitamos ser pacientes si queremos entender a quien es distinto de nosotros", afirma Francisco.

El presidente del Pontificio Consejo ha subrayado que aquí se habla más de la capacidad de ser hombres que de ser comunicadores. "Vivimos en una espiral frenética, con un ritmo cada vez más acelerado, y el hombre se da cuenta de que este espiral le destruye", ha precisado. Y por eso el Papa invita a redescubrir nuestra dimensión de ser hombre y la de quien está a mi lado.

A continuación le han preguntado por otra de las afirmaciones que Francisco hace en el Mensaje: "Dialogar no significa renunciar a las propias ideas y tradiciones, sino a la pretensión de que sean únicas y absolutas". Al respecto monseñor Celli ha matizado que no se está hablando de relativismo,  debemos entender que no es la dimensión de la fe del Evangelio la que se relativiza, sino cómo vivo el Evangelio.

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Espiritualidad


Santa Marianne Cope
"Esta heroí­na de Molokai unió su amor a los enfermos al que les tenía el padre Damián, con el que colaboró. Valiente, generosa y sensible, hizo de aquel mundo de sufrimiento un escenario de paz, belleza y esperanza»

Por Isabel Orellana Vilches

MADRID, 23 de enero de 2014 (Zenit.org) - El lamento de los débiles convierten en suyo los santos, desafiando obstáculos y riesgos, con la mirada puesta en Dios y la sensibilidad a flor de piel por toda deficiencia humana, lo que les lleva a actuar con premura en servicio del prójimo. No hay otro modo de transitar si verdaderamente se aspira a la unión con la Santísima Trinidad. Marianne –Bárbara de nombre de pila– emuló al padre Damián de Veuster (san Damián de Molokai) ayudándole, y secundándole de forma admirable en su labor cuando él falleció. De origen alemán –había nacido el 23 de enero de 1838 en Heppenheim, Hessen-Darmstadt, Alemania–, cuando tenía corta edad, sus padres que habían sido agricultores se trasladaron a Útica (Nueva York) y se convirtieron en ciudadanos americanos. Bajo el apellido Cope, Marianne se formó y trabajó como obrera en una fábrica durante más de una década. Poseía muchas cualidades, visión y capacidad organizativa, junto a una incontestable vocación por los desfavorecidos, los enfermos y débiles. Era una adolescente cuando se propuso ingresar en la vida religiosa. Pero tuvo que esperar. Ser la primogénita de una familia con dos minusválidos –ambos progenitores– y tres pequeños hermanos a su cargo, le impusieron un compás de espera de nueve años, en el transcurso de los cuales aguardó llena de confianza y paciencia, haciendo gala de esa alegría que caracteriza a los apóstoles de Cristo.

A los 24 años se integró en una rama de las Hermanas de San Francisco de Filadelfia. Y dado que el carisma estaba en la enseñanza de los hijos de inmigrantes alemanes –como había sido ella– volvió a sus orígenes aprendiendo alemán y poniéndose al frente de la apertura de nuevos centros docentes. Activa y clarividente fue un puntal en el gobierno (designada y reelegida superiora) en una época de gran fecundidad apostólica para su comunidad, que puso en marcha una cincuentena de centros hospitalarios, algunos de los cuales llegaron a gozar de gran prestigio, categoría que ostentan en la actualidad los de Santa Isabel de Útica (1866) y el de San José de Syracuse (1869). Dotados de medios inusuales sumamente apreciados por los ciudadanos, cualquier enfermo, sin distinción alguna, podía acceder a ellos. La sombría apreciación de quienes tienden a buscar lo negativo y congelan el aliento cuando se trata de ensalzar lo positivo perseguía a Marianne, que atendía con exquisita delicadeza a los alcohólicos y a las madres solteras, sin descuidar ni un instante a los más desfavorecidos de la sociedad.

Cuando en 1883 supo que buscaban enfermeras para atender a los leprosos en Hawai, se ofreció sin dudarlo: «No tengo miedo a la enfermedad. Para mí será la alegría más grande servir a los leprosos desterrados...». Superaba el medio centenar de comunidades religiosas que fueron reticentes a esta llamada del rey Kalakaua. Impactada por las deficiencias que halló en la leprosería de Kakaako (Honolulú) modificó sus planes que la hubieran llevado a Syracuse. Su presencia fue una gracia para todos los enfermos. Contó con el apoyo del gobierno que le propuso abrir un hospital general en Maui. Bajo la poderosa convicción: «Solo por Dios», se ocupó de que no les faltase nada ni a los leprosos ni a sus hijos en una admirable labor por la que fue condecorada por el monarca hawaiano.

En 1888 al clausurarse el hospital de Oahu los enfermos tenían que ser asistidos en Molokai. Allí se encontraba el padre Damián. El santo había contraído la lepra en 1884 y cuando llegó Marianne solo le quedaban cinco meses de vida. Ella fue el alma mater de la isla de Kalaupapa durante treinta años en los que se desvivió por los pacientes, que quedaron bajo su amparo tras el fallecimiento del religioso en 1889. Justamente en ese momento le ofrecieron regresar a Syracuse, pero se negó. Y realmente fue una bendición para los enfermos. Hombres, mujeres y niños tuvieron en esta valerosa mujer el consuelo y ayuda que la sociedad les negó. Dio un vuelco al escenario en el que se desenvolvía su drama cotidiano. Y junto con la dignidad de trato que nunca les faltó, convirtió el árido entorno en un vergel cuajado de árboles y delicadas flores que contribuían a sobrellevar tanto sufrimiento. En este paisaje amable que había brotado de su sensibilidad por la belleza, introdujo pulcritud y espacio para la distracción de aquel colectivo. Los niños recibían formación y muestras de ternura a raudales.

La inquietud por todos a quienes llevaba el amor de Dios, se tradujo también en un insistente clamor para que se respetaran los derechos de los menores, petición que fue escuchada por el gobierno. Alzó su voz con fuerza para exigir comida y medicación para los enfermos; hizo construir un hospital para mujeres, e impulsó el «Memorial Hospital» de Maui. Lavanderías, iglesias, colegios, talleres de costura, y manualidades fueron también objeto de su quehacer.

Cuando el escritor Robert L. Stevenson llegó a Hawai y vio la labor que hacía la santa y las religiosas que la secundaban quedó conmovido. Les dejó como obsequio un piano para que la música entrara en tan doloroso ambiente, y además, les dedicó un poema sobre la compasión, cuya conclusión es que «solo un mundo necio puede negar a Dios». Marianne falleció el 9 de agosto de 1918 cuando tenía 80 años de edad. Con humildad y sencillez había escrito: «No espero un lugar elevado en el cielo. Estaré muy agradecida de tener un rinconcito donde pueda amar a Dios por toda la eternidad». Fue beatificada por Benedicto XVI el 14 de mayo de 2005. Y él mismo la canonizó el 21 de octubre de 2012. El Martirologio la incluye el 9 de agosto, fecha de su muerte, pero en Estados Unidos se la recuerda en el día de hoy.

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