2.02.14

Aquí mataron a los carmelitas de Carabanchel


Todavía hay calles sin asfaltar en Madrid, y una de ellas es la del arzobispo Óscar Romero, que sale de la Avenida de los Poblados casi a la altura del Metro Usera. Caminando por ella llegamos hasta el cementerio de Carabanchel Bajo y nos topamos con esta placa en memoria de ocho mártires de la guerra civil, jóvenes de entre 18 y 22 años. Hoy hablaré además de los cuatro mártires que nacieron en la fiesta de la Candelaria.

Cantaron la Salve para despedirse

Aunque hasta ahora mi norma ha sido traer el recuerdo de mártires muertos o nacidos el día en que escribo, al toparme ayer con esa placa me pareció lógico hablar de estos carmelitas fusilados el 18 de agosto de 1936 en la tapia del cementerio parroquial de San Sebastián mártir, conocido como Cementerio de Carabanchel Bajo o de San Sebastián, junto a la Ermita de Nuestra Señora de la Antigua; la más antigua (valga la redundancia) de Madrid, donde rezaba san Isidro labrador. Aunque la placa dice haberse puesto hacia 1961, por su aspecto es obvio que ha sido renovada.

En realidad estos ocho mártires solo debieron conocer Carabanchel Bajo en el momento de morir, ya que procedían del Convento de El Carmen (de la antigua observancia) de Onda (Castellón), en el que había 30 estudiantes, entre profesos y novicios. Según el libro Nuestros mártires, publicado en 1940 por el padre Simón María Besalduch, a las cinco de la mañana del 27 de julio, una pareja de guardias de Asalto comunicó la orden de desalojar el Convento. Los carmelitas cantaron la Salve para despedirse.

19 desaparecidos o mártires y tres que escapan por el camino
Al partir de Onda a Villareal para tomar el tren, solo quedaban 21 en la expedición. En Villareal fue detenido el subprior, padre Anastasio Ballester, de 43 años, que sería asesinado en el cementerio de Cuevas de Vinromá (Castellón, no ha sido beatificado). Los 20 restantes toman el tren, pero en el Cabañal (Valencia) fueron reconocidos como frailes. A pesar de ello, el corista fray Tomás González y el hermano fray Pedro Tomás Iglesias siguen viaje a Madrid. Los 18 restantes, con el provincial padre Sarría Colomer, son llevados a Valencia. En la Estación del Norte se pierde para siempre la pista del hermano Ángelo Martín. El provincial, padre Rafael Sarría, y el hermano Florencio Marquínez salen para Algemesí, pueblo natal del primero, que será allí asesinado; de Marquínez nunca más se supo.

Ya solo quedaban 15 carmelitas. Uno más, el padre Evangelista Muñoz Tornero, se bajó del tren en Albacete y fue asesinado en Almusafes (Valencia). Otro, fray Isidoro Garrido, se salvó escapándose durante el viaje al aprovechar una distracción del vigilante que iba con ellos. La pista de otros cinco más se separa de los ocho que, llegados a Atocha el 28 de julio, al no poder seguir viaje hacia Segovia (en zona nacional), fueron llevados a un asilo de ancianos del Paseo de las Delicias, donde permanecieron hasta la medianoche del 17 de agosto, cuando un grupo de milicianos irrumpió en la sala donde dormían y les ordenó vestirse de inmediato, dejando todo equipaje en su sitio. Los clérigos profesos carmelitas calzados fusilados en Carabanchel el 18 de agosto de 1936 y beatificados en Tarragona el 13 de octubre de 2013 son: José Sánchez Rodríguez, de 18 años (fray Ángel María); Nicomedes Andrés Vecilla (fray Bartolomé Fanti María), Ángel Reguillón Lobato (fray Ángel María, los tres naturales de Pajares de la Lampreana, Zamora) y fray Francisco María Pérez y Pérez (de Ros, Burgos), de 19 años; fray Adalberto María Vicente Muñoz (de Cuéllar, Segovia), fray Silvano María Villanueva González (de Huérmeces, Burgos) y fray Aurelio María García Antón, de 20 años; más fray Daniel María García Antón, de 22 (estos dos hermanos y de de Navacepeda de Tormes, Ávila).

Los cuatro mártires nacidos un 2 de febrero

Abilio Sáiz López, de 42 años, nacido en 1894 en Montejo de Bricia (Burgos), era hermano cooperador dominico, cocinero y encargado del ganado de la escuela apostólica de Navelgas (Asturias), localidad donde lo mataron (paraje de La Tejera) el mismo 18 de agosto en que fueron martirizados los carmelitas calzados en Carabanchel.

Fortunato Ruiz Peña (hermano Fortunato Andrés), de 38 años y nacido en 1898 en La Piedra (Burgos), fue uno de los maristas barceloneses asesinados el 8 de octubre de 1936 en Montcada i Reixac, cuyo rescate se gastó Tarradellas en armas.

Aproniano de Felipe González (padre Miguel de Grajal), era un sacerdote capuchino de 38 años, nacido en 1898 en Grajal de Campos (León), asesinado el 29 de diciembre de 1936 en Santoña (Cantabria, km 7 de la carretera a Gama, como conté el día de su aniversario) y beatificado en 2013.

María Francisca Espejo y Martos (sor Francisca de la Encarnación), de casi 64 años, nacida en 1873 en Martos (Jaén), fue ejecutada con medio centenar de personas en Casillas de Martos (Jaén) el 13 de enero de 1937, como ya conté en su aniversario, y beatificada en 2007.

Más sobre los 1.523 mártires beatificados, en “Holocausto católico”.

Para los interesados en los Mártires de Pozuelo, les dejo este mapa con los datos de los 27 hasta ahora beatificados.